Cepo cambiario
El proyecto comprende correcciones de "medidas financieras que distorsionan el mercado regional e impactan en la competitividad de los bienes y servicios comercializados, según Bartesaghi.
Si en el último tiempo las tensiones en el Mercosur no eran pocas, una propuesta de instituciones financieras en contra del cepo cambiario, pone de nuevo en el ojo de la tormenta a Argentina.
La propuesta entregada al SGT-4, conocido como el “Mercosur financiero”, por parte de la Comisión Internacional de Asociaciones No Bancarias de Transferencias de Monedas, Empresas de Servicios Financieros, Casas, Agencias y Corredoras de Cambio del Mercosur (Ciasefim), trata de una serie de recomendaciones para “armonizar” la normativa financiera de los países integrantes del Mercosur (Uruguay, Argentina, Brasil y Paraguay).
En este sentido, según publicó La Nación y confirmó El País, la propuesta apunta a objetivos como aumentar la transparencia, preservar la competencia y eliminar las medidas que restringen el comercio de servicios financieros.
Según el medio argentino, distintas fuentes confirmaron que la propuesta fue incluida para su análisis en la agenda de las reuniones de la Comisión del Sistema Bancario y de la Comisión de Prevención de Lavado de Dinero y Financiamiento de Terrorismo, así como también en la agenda de la Coordinación Nacional de SGT-4, con fecha de tratamiento para este lunes 4 de octubre.
Del mismo modo, el proyecto enumera recomendaciones a ser adoptadas por los países del bloque, por ejemplo, que no se reduzca la competencia y competitividad entre los jugadores del mercado cambiario, prevenir la “exclusión financiera” que perjudica a pequeños y medianos consumidores y evitar el desplazamiento de las operaciones al mercado informal.
A su vez agrega otras como evitar el “de-risking”, alinear el Mercosur a las mejores prácticas internacionales y que las entidades representadas por la Ciasefim puedan seguir desarrollando sus negocios, sin ser excluidas del mercado.
En esta linea, el tesorero de la Cámara de Empresas de Servicios Financieros del Uruguay (Cesfur, organización que integra la Ciasefim), Pablo Montaldo, explicó a El País que la propuesta “básicamente es armonizar las normas de Argentina, Paraguay y Uruguay con la regulación que Brasil tiene y que exige informar la motivación justificada de una decisión unilateral de denegar la apertura o del cierre de cuentas”.
Asimismo, sostuvo que se pretende mostrar que a estas instituciones financieras “los bancos no los quieren”, ya que si bien están reguladas y autorizadas por el Banco Central, “no los dejan operar” porque “supuestamente hay un riesgo de lavado de dinero a través de este tipo de empresas”.
“Es lo que se llama en la jerga ‘de-risking’”, señaló.
Tesorero de la Cesfur"Se creó para hacer ver la dificultad que tenemos con los bancos. No nos quieren, no nos abren cuentas, nos cierran cuentas, no nos dejan operar. Si bien somos empresas reguladas y autorizadas. Es lo que se llama en la jerga ‘de-risking’. No solamente a nosotros, los mismos problemas lo tienen financieras no bancarias. Porque supuestamente hay un riesgo de lavado de dinero a través de este tipo de empresas".
Sin embargo, fuentes del mercado financiero argentino, señalaron que, por parte de las casas de cambio, esta propuesta se encuentra dentro de la “empujada que están haciendo los países contra Argentina para que se abran”, ya que están “desahuciadas” y es su forma de “hacer presión”.
En este contexto, en diciembre del año pasado, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) autorizó que las casas de cambio oficiales abran sus puertas tras estar meses cerradas por la pandemia de COVID-19, pero les prohibió la venta de otras divisas que no sean moneda fronteriza.
En tanto, también se encuentra el cepo cambiario impuesto por la administración de Mauricio Macri, que en busca de la estabilización de la economía argentina, le ordenó a los exportadores la liquidación de sus ingresos de divisas en el mercado local y limitó la compra de dólares a las personas físicas, entre otras medidas.
Argentina “es el único país que tiene un mercado cambiario con tremenda rigidez. No solo con los pequeños inversores, sino también con las grandes empresas que cuando tienen vencimientos con acreedores del exterior tienen que pedirle al Banco Central y hasta les han restringido el acceso a las divisas para el cumplimiento de esas obligaciones”, ejemplificó el especialista en negocios internacionales, Marcelo Elizondo, al medio argentino.
Asimismo, el director del Instituto de Negocios Internacionales de la Universidad Católica del Uruguay, Ignacio Bartesaghi, señaló a El País que “se trata de una propuesta que busca presionar a Argentina para que lleve adelante algunas correcciones del importante número de medidas financieras que distorsionan el mercado regional e impactan muy fuerte en la competitividad de los bienes y servicios comercializados. Hoy la propuesta tiene mucho que ver con Argentina, no con el resto de los países”.
A su vez, expresó “que la discusión que se da por esta propuesta es interesante, no porque a mi juicio vaya a tener resultados muy concretos en los ajustes por parte de Argentina, sino en seguir presentando evidencia de lo poco que se cumple el Tratado de Asunción”.
“No se cumplen con un número muy importante de compromisos y se le exige a Uruguay cumplir con las negociaciones comunes. Es por eso que el argumento uruguayo de la bilateralidad es muy claro. Argentina no está en condiciones de exigir que se cumpla ninguna norma o tratado cuando no hace más que violarlo”, agregó.
En esta línea, el CEO de la gerenciadora de patrimonios FDI, Mariano Sardáns, dijo a El País que los países del Mercosur deberían “echar a Argentina del bloque. Argentina es un estorbo, es un lastre en el Mercosur. Está impidiendo el crecimiento de la región, impide la integración de Chile. Está impidiendo que Uruguay crezca. Uruguay necesita abrirse al mundo, necesita eliminar las barreras arancelarias para equilibrar el poder adquisitivo, para equilibrar su economía, para hacerla más competitiva. Para Uruguay es vital esto”.
Director del Instituto de Negocios Internacionales de la Universidad Católica del Uruguay"No se cumplen con un número muy importante de compromisos y se le exige a Uruguay cumplir con las negociaciones comunes. Es por eso que el argumento uruguayo de la bilateralidad es muy claro. Argentina no está en condiciones de exigir que se cumpla ninguna norma o tratado cuando no hace más que violarlo".
Del mismo modo, señaló que la apertura a otros mercados se debe realizar por “supervivencia”, ya que en caso de no hacerlo se terminaría “disociada del mundo como Venezuela”.
A su vez, Sardans criticó el proteccionismo llevado a cabo por Argentina, por lo señaló como necesario el desarrollar la industria en que el país es competitivo y “darle rienda suelta”.
“Podés proteger a alguna durante cierto tiempo, pero si lo hacés después no estás creando empresarios, estás creando empresaurios”, agregó.
En tanto, concluyó que “el proteccionismo crea empresaurios, tipos ineficientes tipos caros. ¿Quién termina perjudicándose con tipos ineficientes? El consumidor”. [Con información de GDA/La Nación]
CEO de la gerenciadora de patrimonios FDI"Lo que debieran hacer los países del Mercosur es echar a Argentina del bloque. Argentina es un estorbo, es un lastre en el Mercosur. Está impidiendo el crecimiento de la región, impide la integración de Chile. Está impidiendo que Uruguay crezca. Uruguay necesita abrirse al mundo, necesita eliminar las barreras arancelarias para equilibrar el poder adquisitivo".
Larga lista de violaciones al Tratado de Asunción
“La verdad es que Argentina incumple el Tratado de Asunción en este punto hace mucho tiempo, no solo por las prácticas vinculadas al tipo de cambio blue, lo que naturalmente tiene implicancias en los niveles de competitividad de la región, sino también viola el Tratado cuando aplica restricciones al pago con tarjetas de crédito en el exterior, como cuando aplica restricciones al acceso a los dólares”, sostuvo Bartesaghi.
Asimismo, dado que el Mercosur opera en consenso, agregó que Argentina podría no aceptar la propuesta o que hiciera caso omiso.
“Digamos que existiría la posibilidad de que en algún momento se reclame en la justicia regional activando el Sistema de Solución de Controversias por estas acciones, pero eso es muy poco probable que ocurra”, concluyó.