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Los mercados se enfrentan a una crisis sin precedente y los precios se hunden, pero la historia muestra que en estos momentos surgen las mejores posibilidades para colocar capital
En 2015 Bill Gates advertía que la siguiente gran amenaza para la humanidad no sería una guerra sino una pandemia. Un lustro después su advertencia se cumple dándole un golpe histórico a las bolsas del mundo.
El índice S&P500 tuvo la caída más abrupta de la historia desplomándose 30% en poco menos de un mes, y como si esto fuera poco, de forma paralela comenzó una guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia que hasta el momento ha llevado el precio del barril de petróleo hasta los US$ 20, lo que representa una caída de 62% en tan solo seis semanas.
Los mercados se enfrentan a una crisis sin precedente y los precios se hunden, pero la historia nos muestra que es en estos momentos cuando las mejores oportunidades de inversión aparecen.
El análisis de la situación
A pesar de la situación de pánico, los mejores momentos para invertir siempre han sido aquellos donde nadie quiere hacerlo, momentos en que los inversores venden (y no compran) por temor. Ese comportamiento provoca la caída en las cotizaciones permitiendo comprar a precios bajos aprovechando la oportunidad.
El mejor momento para comprar acciones norteamericanas en los últimos años fue a principios de 2009, algunos meses después de que estallara la crisis hipotecaria en Estados Unidos. Durante ese año el índice S&P500 creció 74% comenzando la racha alcista más larga de su historia que tuvo su máximo el 18 de febrero hasta que la llegada del COVID-19 comenzó a impactar en los mercados.
Previo a la crisis hipotecaria los mercados se enfrentaron a lo que se denominó “la crisis de las 'puntocom'” en 2001 y 2002, donde las compañías también perdieron un 50% de su valor. Durante las primeras semanas de 2003 los precios tocaron fondo y culminaron el año con un aumento promedio de 68%.
Lógicamente, detectar el momento justo en que el mercado comenzará a subir no es sencillo, pero al hacer un análisis profundo hemos notado varias similitudes con la crisis de 2008 y 1987 (año en que aconteció el mayor batacazo sufrido en la historia de Wall Street, que se denominó Lunes Negro) comparando las sesiones con caídas superiores al 5% para el S&P500 y las jornadas que se suceden, cuando el índice de volatilidad logra superar los 75 puntos.
"A pesar de la situación de pánico, los mejores momentos para invertir siempre han sido aquellos donde nadie quiere hacerlo"
Nos lleva a la conclusión de que, en caso de seguir similar comportamiento, el índice S&P500 podría caer hasta los 2.000 puntos. Y si la situación persiste o se agrava las pérdidas podrían extenderse aún más, con una zona de piso en los 1.600 puntos.
Las expectativas
Es claro que la caída en los precios puede generar buenas oportunidades de compra, pero lo que buscan los inversores es saber en qué momento dejarán de caer y comenzarán a subir los precios. Será imposible predecir qué pueda suceder con la pandemia durante las próximas semanas, pero podremos buscar identificar cuando la expectativa general del mercado comience a cambiar.
El mercado reacciona por expectativa, esto quiere decir que, a medida que los inversores ven que se agrava la situación y las perspectivas son desalentadoras, deciden vender sus acciones provocando la caída de precios generalizada, que no responde a un descenso en los rendimientos de la compañía sino en el pánico que genera la situación y la perspectiva a futuro.
Este mismo mecanismo funciona posteriormente al alza, en el momento en que comiencen a surgir noticias alentadoras los inversores volverán a comprar haciendo subir fuertemente los precios.
Si suponemos que el virus es contenido dentro de los próximos dos o tres meses, las consecuencias negativas a corto plazo serán suficientes para llevar a algunas economías hacia la recesión, pero el mercado ya lo tendrá descontado con este shock de corto plazo y comenzarán a estabilizarse los mercados, lo que conducirá a una recuperación desde ese entonces.
No obstante, las perspectivas económicas dependerán de la propagación del coronavirus, su velocidad y el impacto final que tenga sobre la economía mundial. En el caso de la renta fija es probable que el futuro a mediano plazo sea negativo.
La crisis supondrá un intenso accionar por parte de los bancos centrales que se ven obligados a bajar aún más los tipos de interés con el fin de mejorar las perspectivas económicas de consumo, a pesar que algunos de ellos actúan como refugio en estos momentos.
Oportunidades en acciones
Hasta el momento, los sectores más afectados son los de bienes de lujo, turismo y transporte, así como los sectores cíclicos o de importación de productos chinos, mientras que los menos perjudicados son los sectores más defensivos como la salud y aquellos rubros que no estén tan expuestos al comercio y las perspectivas de crecimiento mundial.
El sector de turismo ha sido uno de los más afectados en esta primera etapa de la pandemia, liderado por las aerolíneas que ya calculan pérdidas billonarias. Se estima que, de prolongarse el virus, la mayoría de las compañías aéreas puedan quedarse sin caja para finales de mayo. Por este motivo, el gobierno norteamericano aprobó días atrás la ley de rescate económico en la que provee US$ 25.000 millones para subsidios y otros 25.000 millones más en préstamos o garantías de créditos para las aerolíneas.
Ante esta expectativa los precios han caído más que el promedio de las otras compañías que cotizan en bolsa, pero generando la oportunidad de fuertes subas para cuando la situación se haya controlado.
El transporte aéreo es vital para los países por lo que se anticipa que las principales compañías recibirán la asistencia de los gobiernos que sea necesaria para garantizar la conectividad a futuro.
Además, el desplome abrupto en el precio de los combustibles bajará notablemente los costos para las aerolíneas aumentando sus beneficios y neutralizando el descenso en la demanda. En este caso, entendemos que esta crisis es histórica pero coyuntural, por lo que los precios de las acciones comenzarán a subir cuando lo peor haya pasado.
Para informarse con más detalle del análisis de Regum y ver cómo ha afectado a las diferentes industrias, uno puede ingresar aquí para leer el informe completo.
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