Canales de financiamiento
Según Pablo Montaldo, la normativa uruguaya “es perfecta”, pero necesita menos complejidad. Esta y los costos de emisión, hacen que sea inaccesible el mercado de valores para estas empresas.
¿Qué ejemplos está tomando el gobierno para crear canales de financiamiento alternativos a los créditos bancarios, para las pequeñas y medianas empresas (pymes)? ¿Cómo podrían acceder las pymes al mercado de valores? ¿Se necesitan nuevos mecanismos o basta con lo que actualmente ofrece el mercado?
Tras el relanzamiento de la Comisión de Promoción del Mercado de Valores (CPMV), su nuevo presidente, Alberto Estrada, ha destacado como objetivo la creación de canales complementarios a la banca, que permitan el rápido acceso al financiamiento para las pymes.
“El éxito de esta comisión va a estar marcado si llegamos con una alternativa de financiamiento al mundo pyme, complementaria a la que hoy ya tienen”, afirmaba Estrada semanas atrás en un evento virtual.
En esa línea, la presidenta de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), Carmen Sánchez, dijo a El País que al conformarse la comisión fueron contactados para tener un vínculo con la ANDE.
“Nuestra agencia había trabajado previamente en una consultoría con CAF, banco de Desarrollo de América Latina, estudiando distintos mecanismos para el financiamiento de pymes. Pusimos a disposición de la comisión este estudio, que se había realizado entre el 2019 y 2020, con algunas conclusiones y caminos que podían ser”, explicó Sánchez.
Del mismo modo, señaló que están buscando “mecanismos fáciles, ya que está claro que con la oferta con la que hoy cuentan las pequeñas y medianas empresas, no llegan al mercado de valores. Hay que buscar instrumentos para vehiculizar ese financiamiento”.
En ese sentido, afirmó que, si bien las tasas de interés están “bastante bajas”, también “es cierto que esto no se sostiene a lo largo del tiempo, entonces siguen siendo buenos otros instrumentos”.
En cuanto a los impedimentos que presenta el acceso al mercado de valores para las pymes, Sánchez sostuvo que principalmente están ligados con los requerimientos, ya que para colocar deuda en la bolsa necesitan condiciones como balances auditados “que las pequeñas empresas no los tienen”.
“Más allá de los costos que también implica, hay temas de requisitos a la hora de cotizar en el mercado, que no los pueden cumplir. Hay muchas empresas que no tienen contabilidad suficiente, no todas las empresas tienen un balance, por su tamaño. Pensamos que con los instrumentos que hay hoy no es factible que una pequeña empresa se financie a través del mercado de valores”, afirmó la presidenta de ANDE.
Dentro de las conclusiones de la consultoría con CAF, se destacaron los instrumentos de factoring y las sociedades de garantía recíproca, para el acceso de las pymes al mercado de valores. Sin embargo, estos mecanismos implicarían “alguna reforma legal”, por lo que su implementación no sería “en el cortísimo plazo”.
El expresidente de la Bolsa de Valores de Montevideo y actual director de Summa Factoring, Pablo Montaldo, dijo a El País que “el factoring es un sistema de financiamiento mediante el cual las empresas ceden cuentas a cobrar. Vos tenés cuentas a cobrar por ventas que se hicieron a distintos clientes, estos te van a pagar a un plazo diferido a 30, 60 o 90 días, vos precisás el dinero antes, les cedes a la empresa de factoring esos créditos y la empresa te adelanta el dinero”.
Dentro de las modalidades de factoring, se encuentran diferencias en los requerimientos que estas tienen, como el descuento de cheques y el descuento de facturas, por ejemplo.
Según Montaldo, el descuento de cheques tiene la particularidad que es una transferencia “muy sencilla, porque es un título de valor, en cambio la factura no”.
En este sentido, destacó que la operativa para el descuento de facturas es más compleja, debido a que estas deben cederse a través de un contrato y se deben hacer controles para determinar si la factura no fue previamente cedida o que la persona no esté embargada.
Del mismo modo, la factura debe ser de venta de mercadería y no de servicios, explicó Montaldo, “porque en Uruguay, hay una diferencia, la factura de mercaderías, una vez que el que recibe la mercadería prestó su conformidad y la firmó, esa factura puede ser considerada, para un juicio ejecutivo, abreviado, en caso de requerirlo. La factura de servicios no. Si tenés que reclamar una factura de servicios es un juicio ordinario”.
De este modo, el descuento de títulos de valor tienen dos “ventajas” sobre el descuento de facturas, ya que los cheques diferidos, por ejemplo, pueden ser transferidos a través del endoso y este es independiente de lo que originó el crédito.
Por otra parte, el segundo mecanismo son las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR), las cuales son entidades financieras que conceden avales que respaldan la posición financiera de la pyme, ante bancos, clientes, proveedores, entre otros.
A través de este aval, la pequeña o mediana empresa puede acceder a créditos y, a su vez, quien presta este crédito tiene menor riesgo ya que, en caso de ser fallida la operación, quien responde es la SGR.
En cuanto a los beneficios de estos mecanismos utilizados en otros mercados, Sánchez señaló que, “por ejemplo, en Chile que se trabaja el factoring o en Argentina que tienen las SGR, en realidad no es la pyme a nivel individual la que va al mercado de valores, sino que se constituye una sociedad o se descuentan facturas, donde no necesitás ir directamente a emitir en bolsa. Solicitan menores requisitos”.
Sin embargo, según Montaldo, la dificultad que encontraron para las SGR en su momento fue “que alguien quisiera respaldar con su garantía este tipo de negocios. Eso en primera instancia, el puntapié inicial lo tiene que dar el Estado. En su momento pensamos en la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND). Cómo negocio es buen negocio, pero hay que animarse y asumir el riesgo”.
¿En qué ayuda el mercado de valores?
“Como empresa también tenemos limitaciones de financiamiento. Para poder hacer más negocios, de los documentos que compro de alguna manera securitizarlos o armar un fideicomiso, meterlos en un paquete y conseguir financiamiento a través del mercado de valores. Hoy no lo estamos haciendo, nos financiamos a través de bancos locales, pero una posibilidad es, para darle más volumen al factoring, que el mercado de valores financie la compra de documentos”, afirmó Montaldo.
A su vez, destacó que hay mecanismos, como en la Bolsa de Buenos Aires, de paquetes de cheques diferidos que cotizaban en el mercado de valores, los cuales no requerían ser por grandes sumas, donde los interesados los compraban y el financiamiento llegaba a los dueños de los cheques.
Dos alternativas para poder agilizar el factoring
Además de los métodos de financiamiento para las pymes, como el crédito de proveedores o el crédito bancario, el factoring, según Montaldo, es el otro gran mecanismo pero que necesita de mayor agilidad para aumentar su atractivo.
Para esto, el expresidente de la Bolsa de Valores de Montevideo (BVM), destacó dos instrumentos que ayudarían a la disminución de su complejidad, como la duplicata y las transferencias electrónicas diferidas.
“En algunos países como Brasil, existen documentos que acá no, que se llama la duplicata. Es una copia de la factura transformada en un tipo de valor. Cada factura tiene asociada una duplicata. Es un título de valor que se transmite por endoso. En Brasil, que hay factoring, es una papa. Porque simplemente es descuento de duplicatas, endoso de duplicatas.”, afirmó Montaldo.
Por otro lado, debido a las facilidades que presentan los títulos de valor y la tendencia al desuso de los cheques, señaló que, cuando fue presidente de la Liga de Defensa Comercial, presentaron un proyecto para la creación de la transferencia electrónica diferida.
“Hacés una transferencia electrónica bancaria, pero que se pague dentro de ‘x’ días. Que esa transferencia se pueda endosar. Con las mismas propiedades que tiene un título valor, misma autonomía que un cheque diferido. Requería una ley. Quedó en la nada, es un tema complejo. Creo que está encajonado”, expresó Montaldo.
En esta línea, explicó que el Banco República desarrolló un producto “parecido” con algunas empresas grandes, “pero no está formalizado desde el punto de vista legal y no está generalizado su uso. Entonces, me parece que sería una cosa buena”.
En tanto, sostuvo que, “para que haya un mercado ágil de título de valores, para pequeños negocios, alguno de estos instrumentos se podría crear y facilitaría mucho el financiamiento a través el mercado de valores y, por supuesto, habría que ver las condiciones, la implementación, la normativa del Banco Central para emitir valores”.
“La normativa uruguaya es perfecta. Simplemente tiene que tener menos complejidad. La cesión de facturas no es una cosa ágil”, concluyó el expresidente de la BVM.
Canal alternativo para las startups
Además de los mecanismos de factoring o de las Sociedades de Garantías Recíprocas, para las empresas que “recién están comenzando”, startups, en lugar del mercado de valores como acceso al financiamiento, Carmen Sánchez entiende más pertinente al crowdfunding. El crowdfunding es una red colectiva online de financiamiento de proyectos, a través de aportes económicos que tienen como retribución el producto a un menor costo, porcentaje de participación en las ganancias del proyecto, entre otros.
En este sentido, según Sánchez, aunque aún no ha trascendido el uso de plataformas de crowdfunding, desde ANDE se han comunicado con el Banco Central para ver cómo se puede hacer uso de estas plataformas.
“Estamos pensando que para los emprendimientos y startups, son más adecuadas las plataformas de crowdfunding que el mercado de valores más tradicional. Estamos en un comienzo. Este año se va a hacer más difusión, en conjunto con el BCU, de cuales son los beneficios de las plataformas, para ver si conseguimos quién la arme. Porque una vez que la plataforma esté armada, es más fácil conseguir el inversor y también el proyecto para ser financiado”, afirmó.
En esta línea, la presidenta de ANDE explicó que la agencia no va a tener participación en el mercado de inversores, ya que esto corresponde al privado y no está dentro de su “cometido”, pero sí se plantean participar en la promoción del crowdfunding.
Para el desarrollo de esta plataforma, desde ANDE pretenden contactarse con empresas nacionales y extranjeras que se puedan ver interesadas, como también aquellas que ya tienen plataformas de crowdfunding en Latinoamérica, que puedan verse atraídas en traerlas a Uruguay.
De este modo, la promoción del acceso al mercado de valores se entendería para aquellas pymes que estén “establecidas”, mientras que las plataformas de crowdfunding estarían destinadas principalmente para aquellas que están empezando, como las startups que se presentan a los diferentes proyectos de ANDE.
Sin embargo, Sánchez no descarta que una pyme se financie a través del crowdfunding.