En el mundo de las finanzas personales, a menudo nos preguntamos cómo construir riqueza de manera efectiva. En ese sentido, es clave aumentar nuestra tasa de ahorro y no obsesionarse con inversiones sin un sustento que prometa no exponer ese capital al fracaso, por lo que uno debe asesorarse correctamente antes de iniciarse en este mundo.
En ese marco, primero debemos poder diferenciar entre “flujo financiero” y el “capital” dentro de nuestras finanzas personales.
El flujo financiero se refiere a los ingresos mensuales que percibimos, los cuales pueden provenir de diversas fuentes. A menudo, buscamos aumentar este flujo para mejorar nuestra calidad de vida. Sin embargo, es esencial entender que un flujo de ingresos elevado por sí solo no garantiza una gestión financiera saludable. La clave radica en trabajar en el aumento del excedente mensual obtenido a partir de este flujo. Dicho excedente es lo que queda después de cubrir los gastos mensuales, tanto fijos como variables, y puede ser destinado al ahorro e inversión.
El capital en tus finanzas personales representa el dinero que has acumulado con el tiempo, tu patrimonio disponible para invertir o utilizar cuando lo necesites. Podés considerarlo como una especie de “reserva” financiera acumulada a lo largo del tiempo. Este capital es el resultado de destinar una parte de tu flujo de ingresos al ahorro en lugar de gastarlo completamente. Podés visualizarlo como tú “colchón financiero” o el conjunto de tus activos acumulados.
También es importante destacar que el tamaño de tu capital, ya sea pequeño, mediano o grande en términos de valor, no altera la importancia de enfocar tu estrategia financiera en el constante aumento de tu tasa de ahorro en lugar de buscar una inversión que resuelva todo de inmediato. La clave reside en la construcción gradual y sostenible de tu patrimonio a lo largo del tiempo, en lugar de la búsqueda de soluciones financieras rápidas.
En ese sentido, controlar tus gastos y aumentar tu tasa de ahorro puede tener un impacto significativo en tu futuro financiero, y este control es algo que en lo que podés influir directamente, mientras que tu impacto en la suerte de tus inversiones será mucho más limitado y estará más a merced de las volatilidades del mercado.
Ahora, ¿qué oportunidades y riesgos presenta cada uno si no tenemos un horizonte claro en lo que refiere a ahorro e inversión? ¿Ambas prácticas pueden beneficiarse de la otra?
Gastón Beker, asesor financiero en Gletir Corredor de Bolsa, no considera que haya desventajas o contras si queremos enfocarnos en hacer crecer más nuestros ahorros, ya que el mismo sirve para evitar contratiempos futuros, para una eventual adquisición y además nos permite planificar nuestras metas financieras de manera más ordenada y eficiente. En ese marco, sostuvo que “la ecuación perfecta” entre ambos mundos se centraría en “proponernos poder ahorrar cada vez más -siempre y cuando nuestra capacidad lo permita- e invertirlo para rentabilizar ese ahorro”.
Asimismo, indicó que esta práctica puede ser más efectiva que invertir en sí, ya que la inversión está aparejada a distintos niveles de riesgo: a mayor riesgo hay mayor rentabilidad. “A veces queriendo buscar una mayor cuota de rentabilidad terminamos asumiendo un mayor riesgo, lo que a futuro puede traducirse en pérdidas”, explicó.
Otras alternativas para cuidar los ahorros
La tecnología presenta opciones si quiero cuidar mis ahorros y no tirarlos por la borda. Una forma efectiva de lograrlo es crear una planilla de Excel con el detalle de nuestros ingresos y gastos. Además, allí también se pueden agregar, si se desea, los estados de cuenta del banco de manera mensual, por lo que uno puede calcular los gastos que realizó cada mes para así intentar disminuirlos para el próximo y así ahorrar un poco más. Otra manera de no caer en malas conductas financieras y perder dinero es utilizar apps para la organización de finanzas. Permiten visualizar tendencias, facilitan la carga de datos y brindan información sobre el comportamiento financiero personal para así poder mejorarlo.
También es bueno contar con alternativas para generar más dinero de manera mensual y, en consecuencia, generar más ahorros. En ese sentido, Romero manifestó a El País que ahorrar es importante, pero que si no se invierte dicho colchón financiero, el mismo “se va a desinflar rápidamente”.
Por ello, las inversiones nos permiten no perder poder de compra y que los ahorros nos generen una renta adicional. Aunque, si nunca lo hicimos, se recomienda asesorarse con un asesor de inversiones para saber qué tipo de inversión nos conviene más. A su vez, se puede optar por comenzar un emprendimiento propio para sentar bases e invertir lo recaudado por ese nuevo medio laboral en un futuro cercano o por qué no guardarlo.
Por su parte, Martín Molinari, gerente de Productos de Itaú, afirmó que una manera efectiva de hacer crecer nuestros ahorros es a través de la inversión, ya sea en activos financieros o reales.
“Si la inversión que decidimos fue acertada, al finalizar la misma vamos a tener más dinero del que hubiéramos tenido si solo lo dejábamos en la cuenta. Esto significa postergar un beneficio actual por uno mayor o mejor en el futuro, y es parte de la decisión de tener inmediatez en el acceso a los fondos o deber esperar para realizar los mismos. Por eso mismo, antes de invertir es fundamental comprender y estar dispuesto a asumir determinados riesgos financieros. Estos riesgos varían según el tipo de inversión y deben evaluarse y gestionarse con mucho cuidado”, explicó.
Asimismo, dijo que generar el hábito del ahorro es una práctica recomendable siempre, ya que permite hacer frente a imprevistos o necesidades que puedan surgir en el futuro y para los cuales dichos fondos pueden ser el refugio para utilizar. Destacó que invertirlos de manera apropiada (para poder hacer crecer el dinero que dispondremos en el futuro) es desde el punto de vista financiero la manera más eficiente de aplicarlos.
En ese sentido, los expertos fueron consultados por los instrumentos más destacados y seguros a la hora de realizar una inversión en Uruguay, con el objetivo de comprometer lo menos posible el capital en el futuro.
Molinari indicó que los más conocidos y utilizados son las colocaciones a corto plazo y bajo riesgo como los depósitos a plazo fijo y las Letras de Regulación Monetaria emitidas por el Banco Central.
“Se trata en ambos casos de instrumentos accesibles para contratar y de más sencillo entendimiento, y suelen ser las opciones iniciales para quien desea invertir por primera vez. A partir de allí existe una gama más amplia de alternativas, dependiendo del perfil de inversión y diversificación de cartera que se decida tener. Nuevamente, contar con la información y asesoramiento adecuado para encontrar la opción más ajustada a nuestras necesidades es la recomendación para quienes quieran seguir ampliando sus opciones”, explicó.
En tanto, Beker destacó las Letras de Regulación Monetaria, pero agregó a la lista otro instrumento: el Fondo Centenario Gestión de Liquidez. El mismo invierte prácticamente en Letras de Regulación Monetaria, pero a diferencia del instrumento propio, tiene barreras de entrada más accesibles (mínimo inicial de $ 20.000) y mejor liquidez, según el asesor financiero de Gletir Corredor de Bolsa.
“Este mecanismo compite con el dinero-ocio que podemos tener en nuestras casas o cuentas de banco que actualmente no generan rentabilidad, sino que al estar parados, pierden valor por concepto de inflación”, manifestó. (En base a La Nación /GDA)
Algunos de los instrumentos financieros "más rentables"
Marcela Romero, coordinadora del programa de planificación financiera en Beca Advisors, explicó que independientemente del contexto presente, cuando un inversor planifica sus inversiones tiene que buscar una estrategia flexible, que se adapte a sus necesidades y con un horizonte temporal de mediano plazo. Sostuvo que en la actualidad las tasas de interés están muy elevadas (el dinero tiene un valor alto comparado con los últimos 10 años) por lo que los instrumentos de renta fija son los más demandados. Sin embargo, recomendó seguir de cerca los mercados porque son muy dinámicos. Por su parte, Martín Molinari gerente de Productos de Itaú dijo que el rendimiento de los productos de inversión están siempre asociados al riesgo al que se exponen (tanto en plazo como tipo de instrumento en sí). Por ello, los rendimientos pueden variar de acuerdo a si se trata de alternativas con tasas fijas más conservadoras (como puede ser el caso de depósitos a plazo fijo o Letras de Regulación Monetaria), hasta instrumentos de renta variable como acciones, fondos mutuos y ETF. “Asesorarse en rendimientos pasados históricos y previsión futura es lo que sugerimos para quien se inicia como inversor, con especial atención a si se trata de alternativas de renta fija o renta variable”, manifestó.