Los tres pasos a seguir para cancelar nuestras deudas

En este Finanzas de Bolsillo veremos cómo volver a la estabilidad financiera.

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Manejo de la deuda

Por Lucas Elmallián
El estrés y la ansiedad que pueden generar las deudas, tanto por las facturas pendientes y los intereses que aumentan al demorarnos en los pagos, pueden hacernos sentir en un callejón sin salida.

Por este motivo, en esta edición de Finanzas de Bolsillo veremos los pasos que debemos seguir para terminar con nuestras deudas y recuperar nuestra estabilidad financiera.

Ya sea por una tarjeta de crédito que no pagamos, un préstamo hipotecario o un préstamo personal, las deudas y los intereses por morosidad continúan creciendo, llevándonos a perder nuestra independencia financiera.

Conocer los pilares de la independencia financiera es crucial para poder tenerla. Según explicó la directora de Shellman Wealth, Stephanie Shellman, para poder lograrla se requiere en primer lugar definir “para qué”uno la busca, es decir tener un objetivo.

Si uno se endeuda, no hay posibilidad de tener independencia financiera, porque se le debe a otro, llevando a que nuestros posibles ahorros sean para la institución que nos dio el préstamo.

Asimismo, señaló que si no se cuenta con la ambición de un “futuro mejor, psicológicamente es imposible salir”.

Definir en qué situación se está hoy, es otro pilar crucial para contar con esta independencia. Para esto, se deben definir los ingresos y gastos que uno tiene, porque la diferencia entre uno y el otro es lo que va a permitir pagar la deuda que uno contrajo.

Por último, destacó como tercer pilar la estrategia para poder “llegar de un lado al otro”. Si se tiene una deuda sola, que es “chica”, la solución podría verse más claramente, sin embargo en caso que una deuda sea “muy grande” o que se tenga un “torbellino” de deudas, puede requerir de la ayuda de un asesor.

Por esto, señaló que en Uruguay hay asesores a los que recurrir. “No están solos”, afirmó.

Para planificar cómo cancelar nuestras deudas y así recuperar nuestra estabilidad financiera, veremos los tres pasos a seguir.

El primer paso, según explicó la directora ejecutiva de la Asociación de Bancos Privados del Uruguay (ABPU), Bárbara Mainzer, es fundamental organizarse para poder afrontar las obligaciones a las que uno se comprometió.

Por esto, una herramienta muy útil es armar un presupuesto en función de la periodicidad con la que percibimos nuestros ingresos y que, en el mismo, afrontar los pagos de la deuda sea una prioridad.

Lo primero que debemos apartar es el dinero que para vivir, como aquel destinado a los alimentos, luz, agua, transporte, entre otros, y aquel para afrontar las deudas.

En esta línea, la economista y formadora financiera de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Alessandra Crosignani, explicó que es importante que tomemos una “selfie” de nuestras deudas, “sin filtros”, y que esta sea documentada en una planilla en donde podamos detallar a quién se le debe, cuánto es el monto de la deuda, qué tasa de interés efectiva se le está pagando y cuál es el plazo de cada una.

Muchas veces podemos evitar conocer la realidad de nuestra situación, puede ser por temor a lo que nos encontremos o para evadir el estrés que genera pensar un plan para mejorarla, pero no hacerlo llevará a que no salgamos de ella. Así que manos a la obra.

Una vez cumplido con el punto anterior, el segundo paso radica en seleccionar una estrategia para saldar nuestras deudas y armar un plan de pagos, el cual se determina junto al presupuesto que hicimos antes.

Según explicó Crosignani, para nuestro plan de pagos tenemos dos métodos que podemos implementar: el de la Avalancha y el de la Bola de Nieve.

El método de la Avalancha, consiste en pagar primero aquella deuda que tiene el interés más alto. “Desde el punto de vista matemático financiero, es lógico”, señaló.

En este sentido, Mainzer señaló como importante priorizar las deudas con mayor tasa de interés, ya que es las más “caras”.

Manejar la ansiedad y no caer en deudas

En el afán de querer terminar con nuestras deudas, la ansiedad nos puede jugar una mala pasada y llevarnos a tomar decisiones equivocadas, que luego nos podrían genera nuevas deudas. En este sentido, Mainzer señaló que un porcentaje muy importante de uruguayos contraen deuda para pagar una deuda anterior. “Es una situación que hay que intentar evitar. Si uno tiene un ingreso extra, un ingreso inesperado, usarlo para cancelar la deuda. Intentar no contraer nueva deuda para gastos adicionales. Y, a la hora de elegir en que gastar, antes de gastar en deseos, apartar el dinero necesario para pagar la cuota”, afirmó.

En esta línea, Crosignani señaló que es imprescindible “contar con un plan y visualizarlo, tenerlo por escrito, marcar los progresos y revisarlo de forma periódica para el objetivo que se ha propuesto: saldar deudas”.

Además, sostuvo que es importante también que se pueda analizar por qué es relevante salir de la situación de endeudamiento y que se escriba. De esta forma, al enfrentar el impulso de generar otra deuda, se pueda realizar una pausa y consultar estos documentos para saber si se quiere desviar del objetivo que “es relevante, que tiene fecha para cumplirse y ya cuenta con progresos”.

“¿Será momento de volver a cometer el mismo error?”, es la pregunta a hacerse, según Crosignani.

En tanto, destacó otro método utilizado, según Crosignani, es el de la Bola de Nieve, propuesto por el norteamericano Dave Ramsey, que consiste en organizar y pagar las deudas de menor a mayor.

“Se comienza pagando la primera deuda de menor monto -mientras se van pagando los mínimos de las demás- y cuando se pague la totalidad de esa primera deuda hay que sumar el monto fijo que se había destinado a esa primera, a la segunda. Como resultado se obtiene un monto mayor, el que se aplicará a la segunda deuda. Y así por delante”, agregó.

Este segundo método, explicó que tiene una ventaja psicológica importante frente al primero. “Al saldar la primera deuda ya se logró una victoria, aparece la recompensa y es posible lidiar de forma más optimista en este combate contra las deudas”, afirmó.

En tanto, cuando los ingresos no son suficientes para hacer frente a todas las deudas que fueron inventariadas, destacó que será necesario renegociar plazos y tasas.

Por último, el tercer paso es el encuentro financiero y fondo de reserva.

El encuentro financiero, según Crosignani, es con uno mismo. Este encuentro consta de hacer nuestro presupuesto, definir objetivos, listar deudas, ver nuestros gastos, definir ahorros, en función de mantener al día nuestra gestión financiera personal. Si bien se puede hacer con un asesor, no es imprescindible.

En este paso, es crucial que se vuelva un hábito “simple y agradable”, y de esa forma resolver el problema financiero que estamos atravesando.

Para el encuentro, puede sernos de ayuda buscar qué sistema nos funciona mejor para armar nuestro presupuesto o rastrear gastos, como por ejemplo, una aplicación móvil, una planilla de excel, un cuaderno, u otra herramienta. También es bueno encontrar qué momento es mejor para realizarlo, cada cuánto y dónde se hará, y contar con un disparador que nos lo recuerde.

Además, como primer objetivo financiero, una vez encaminada la salida de las deudas, es recomendable planificar un fondo de reserva, para no tentarnos por el endeudamiento en situaciones difíciles.

La importancia de maximizar el presupuesto y ajustar gastos

Al momento de determinar nuestro presupuesto y revisar nuestros gastos, es crucial establecer cuáles son prioritarios y cuáles pueden ser prescindibles, al menos hasta cancelar nuestras deudas.

En este sentido, Mainzer señaló que antes de gastar en “deseos”, como lo pueden ser comprar ropa o comer afuera, hay que apartar el dinero para hacer frente a la cuota del préstamo que tomamos.

Asimismo, Crosignani, destacó el maximizar el presupuesto, ajustar gastos y restringir temporalmente todo lo admisible para enfrentar el pago de las deudas. Al mismo tiempo, subrayó el buscar todas las formas posibles de generar ingresos extras. En tanto, es importante que podamos revisar todos los consumos fijos que tenemos y preguntarnos si se puede, por ejemplo, renunciar a alguna suscripción temporalmente, renegociar contratos, como también cuidarnos de no contraer ningún tipo de nuevo gasto fijo. De la misma forma eliminar los “gastos hormiga” -aquellos pequeños gastos que al sumarlos conforman un monto significativo-, cuidar mucho todo tipo de consumo que perjudique el objetivo de saldar las deudas. A su vez, eliminar la utilización de las tarjetas de crédito para los consumos variables y revisar los débitos automáticos de los gastos fijos.

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