NEGOCIOS?
La franquicia creada por Rohan Marley, hijo del legendario ídolo musical, desembarcará en el mercado local a traés de las tiendas de cercanía Kinko, entre otros puntos de venta
Bob Marley soñaba con volver al campo en su Jamaica natal y trabajar la tierra. La idea quedó trunca -el «rey del reggae» falleció a los 36 años- pero uno de sus hijos, Rohan, retomó hace unos 10 años el plan de su famoso padre y creó un imperio del café: Marley Coffee.
La empresa, que tiene tres bases de operaciones (Jamaica, Etiopía e Indonesia), está presente en EE.UU., Europa y en 2012 desembarcó en América Latina, con Chile como primer destino. En los próximos días Uruguay se sumará a la lista de mercados (Argentina, Brasil, Perú, Paraguay, Colombia están en los planes inmediatos), con la instalación de las primeras máquinas de café Marley. Así lo anticiparon los responsables de la franquicia en Uruguay, Leandro Pérez y Joaquín Shaw.
La red se instalará en distintos puntos de venta, como las tiendas de la cadena de cercanía Kinko, y posiblemente la terminal Tres Cruces, además de locales en zonas que aseguran un alto tránsito de personas, como Ciudad Vieja y el Centro.
El acuerdo con Kinko replicará el esquema con que Marley Coffee funciona en Chile, donde si bien está por abrir su primera tienda se basa fundamentalmente en la venta de sus productos en la cadena Oxxo.
Los precios irán entre los 60 y 100 pesos, según el tamaño del vaso elegido por el consumidor
En Uruguay, las máquinas son propiedad de la operación local de Marley Coffee, por lo que los equipos se entregarán a consignación a cambio de un consumo mínimo por mes, explicaron los socios. Técnicos chilenos se encargarán de la instalación de la primera tanda, comentaron.
De hecho, las máquinas así como los insumos vienen importados desde Chile, donde trabaja la representación de la marca para la región. Hasta allí viajaron Shaw y Pérez hace un tiempo; conocieron la marca y al propio Rohan Marley durante la feria de agrolimentación Food and Service.
«Cenamos con él, es una persona increíble, muy accesible y humana», destacó Pérez. Esa filosofía de Marley, en parte heredada de su padre, se plasma en la visión que tiene del negocio. El proceso de producción persigue la sustentabilidad a cada paso; los vasos son compostables y hasta el mobiliario de sus cafeterías sigue criterios «verdes», comentaron.
Más que café
Las expendedoras, fabricadas en Italia, son desarrolladas especialmente para la marca. «No podemos usar otro grano de café», graficó Pérez. Marley Coffee además trabaja con proveedores franceses (para los productos lácteos) y suecos (para conseguir chocolate y vainilla).
Luego de comprar el vaso se selecciona la bebida en la pantalla touch de la máquina; las opciones abarcan desde café tradicional, chai latte, cappuccino y mocca. La marca maneja solo tres rangos de precio: el vaso grande (de 414 centilitros, cL) costará unos $ 100; el mediano (350 cL) saldrá $ 70 y el pequeño (250 cL) rondará los $ 60. Esta última opción solo aplica para el consumo de café (corto o largo).
La venta de café para llevar es solo el inicio, dicen los emprendedores. Según Shaw, «el proyecto tiene varias ramas para atacar», como la venta de café molido (también en Kinko), y más adelante la de bebidas refrigerantes de la marca, y la de merchandising con la iconografía de Marley Coffee. Abrir una tienda propia en Uruguay es una opción, pero no en el futuro inmediato, cerraron.