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De la posibilidad de emitir las carreras en el futuro al éxito actual de la serie documental «Drive to Survive»
Los deportes en vivo no han sido hasta ahora parte de los contenidos con que Netflixconquista a las audiencias del mundo. Pero eso podría cambiar en breve. El CEO del gigante del streaming, Reed Hastings, deslizó la posibilidad de que la compañía evalúe comprar los derechos de transmisión de la Fórmula 1.
«Hace unos años se vendieron los derechos (comerciales) de la F1. En aquel momento no estábamos entre los postores, hoy lo pensaríamos», admitió Hastings en una nota con el periódico alemán Der Spiegel.
La condición de Netflix para ingresar en las transmisiones deportivas pasa por «tener control sobre la fuente». «No somos dueños de la Bundesliga, que puede hacer tratos con quien quiera. Pero este tipo de control sería un requisito previo para poder ofrecer a nuestros clientes un trato seguro», explicó el ejecutivo.
La relación de la F1 con la plataforma de streaming atraviesa un gran momento, a la luz del éxito de la serie documental Drive to Survive, en la que Netflix muestra el detrás de cámara —o de boxes, mejor dicho— en torno a los pilotos y los equipos de la competición.
«Netflix nos ha permitido mostrar el deporte bajo una luz completamente diferente, convirtiendo a los conductores y directores de equipo en celebridades de la noche a la mañana a una nueva audiencia», dijo a NBC Ian Holmes, director de derechos de medios y creación de contenido de la F1.
Netflix es celoso de divulgar sus cifras de audiencia, sin embargo, FlixPage, una plataforma especializada en recopilar datos de rating sobre contenido en streaming, indicó que Drive to Survive ocupó el primer lugar en series de televisión en todo el mundo poco después del lanzamiento de la tercera temporada en marzo. Esa tanda de capítulos captó a más espectadores que la primera temporada, algo inusual, según afirmó Holmes.
Netflix ya está trabajando en la cuarta y quinta temporada.
El éxito ha sido tal que Mercedes y Ferrari, las principales escuderías de la actualidad y que rechazaron participar del documental en la primera temporada, se sumaron para la segunda edición.
La serie fue pensada originalmente como un documental centrado en el equipo Red Bull, pero mutó a un programa sobre todo el circuito y sus protagonistas
En un comienzo, el programa no había sido concebido para abarcar a todo el ecosistema de la F1 sino que surgió como una serie centrada en el equipo Red Bull. Liberty Media, la empresa estadounidense propietaria de la F1 desde 2016, tuvo una mejor y más ambiciosa idea: ampliar el concepto a todo el deporte y sumar a Netflix como socio para desarrollar el proyecto.
En la tierra del Nascar
Drive to Survive es muy popular en EE.UU., donde ha ayudado a la F1 a masificar el interés en la competición en un país donde el público está cautivo de las carreras del Nascar.
ESPN, la cadena que posee los derechos de transmisión de la F1, informó que su promedio de espectadores en EE.UU. por carrera promedia 911.000 personas, un 50% más que en 2020 y 36% superior a 2019.
ESPN, que pertenece a Disney, el principal rival de Netflix, matiza el impacto del programa. No obstante, Bobby Epstein, el promotor del Gran Premio de EE.UU., destacó que Drive to Survive ayudó a elevar las ventas de boletos un 15% en 2019 respecto a 2018.
Ross Brawn, director deportivo de la F1, explicó que el acuerdo con Netflix no procura un rédito económico directo sino hacer de la serie un vehículo promocional para la competición.
El boom que vive la serie en EE.UU. le viene como anillo al dedo a la F1, que anunció la realización de un GP en Miami el año próximo y que se sumará al que ya se corre en Austin (Texas).