Una ráfaga de disparos que salieron de un auto, 29 vainas y seis tiros en el pecho de un adolescente que caminaba por una calle de Sayago de noche. Podría haber sido una escena cruel de un homicidio que ya se ha visto, en diferentes barrios, muchas veces. Pero el homicidio de Sebastián Barbieri Franco, que ocurrió exactamente un año atrás, tomó una relevancia pública inusitada cuando la militante nacionalista Romina Celeste Papasso afirmó que el joven iba a denunciar al exsenador Gustavo Penadés, que para ese entonces no acumulaba tantas denuncias por explotación sexual de menores.
Esta investigación, que para la opinión pública comenzó vertiginosamente a raíz del tweet de Papasso -que publicó en la mañana siguiente al crimen- aún no se resolvió. Aún no se determinó cuál fue el motivo ni hubo hasta el momento ningún imputado por el caso.
Inicialmente, según reconstruyó El País, se descartó que el móvil estuviera relacionado al caso Penadés, aunque mientras siga abierta la investigación esto puede cambiar. La principal hipótesis, aunque tampoco fue confirmada, refiere a que el móvil podría ser por cuestiones territoriales vinculados al negocio de las drogas.
Tampoco se sabe si el objetivo del ataque era la víctima, o si lo que sucedió es que lo confundieron con otra persona o intentaban atacar a los amigos con los que él iba caminando.
La investigación, que está a cargo de la Fiscalía de Homicidios de 2° Turno que encabeza Mirta Morales, comenzó siendo ejecutada por la Jefatura de Policía de la Zona Operacional III. Al inicio, se tomaron declaraciones -entre ellas las de Papasso- y se diligenciaron otras evidencias.
Meses después, y sin darse avances importantes, el caso pasó a la órbita de la nueva Brigada de Homicidios, quien revisó la causa y siguió la investigación. Esta brigada comenzó a funcionar en setiembre del año pasado. Al momento, el expediente sigue abierto y a estudio.
Caso Penadés
La víctima y el exsenador blanco eran “amigos” y “algunas de las víctimas declarantes” señalaban que Sebastián Barbieri Franco, de 17 años, “había salido muchas veces con el senador Penadés”, según dijo la fiscal Alicia Ghione en diferentes escritos que presentó ante la Justicia previo a mayo de 2023.
En un pasaje de otro documento, señaló que había testigos que decían que la víctima “tenía relación y mucha información sobre Penadés” y que quienes lo sabían no quisieron participar de la investigación.
Pese a eso, manejaba la posibilidad de que el móvil del crimen pudiera “ser un tema de drogas” y que “por esa razón adolescentes conocidos del mismo y también vinculados al exsenador se asustaran y no quisieran acercarse a prestar testimonio”.
Celeste Papasso declaró que se reunió con él el fin de semana previo a su asesinato para ver la posibilidad de que declarara y lo mataron el lunes siguiente.
La familia de Barbieri Franco afirmó que el adolescente no conocía al exsenador. Lo hicieron tanto en Fiscalía como en una entrevista que dieron a El Observador. “No pensó en que atrás había una familia, no pensó en eso. Lo largó como que, no sé..., quien mata a un perro. Es para hacer política ella y vincular a este hombre (Penadés) con menores”, dijo en esa oportunidad su madre.
La mención al homicidio vinculado al caso Penadés
El nombre de Sebastián Barbieri Franco se cuela cada tanto en el debate que se da durante diversas audiencias vinculadas al caso Penadés. Aunque no hay información certera sobre muchos aspectos de lo que rodeó al homicidio, de la carpeta del caso surge -como señaló Ghione en el pedido de desafuero- que hay algunos testimonios que aseveran que él podría haber sido víctima sexual del exsenador. Más allá de que haya sido así o no, es mencionado como un elemento que puede atemorizar a las víctimas que sí denunciaron. No hace falta que sea cierto para que ellos sientan temor de que fue así. Estas menciones han generado indignación por parte de los abogados defensores, que insisten en que no hay pruebas fehacientes de todo eso.