PARADA
El reclamo sindical tiene que ver con que el actual directorio eliminó la elaboración propia de alimentos en los comedores de la empresa y tercerizó el servicio, hecho que es rechazado por Fancap.
En la segunda quincena de septiembre, Ancapparará la refinería de La Teja para realizar tareas de mantenimiento en el sistema de antorchas, tarea que le llevará dos semanas de trabajo. Sin embargo, las autoridades del directorio están alertas -según indicaron este viernes en un taller con la prensa- por el anuncio de posibles medidas sindicales por parte de la Federación Ancap (Fancap), las que en caso de concretarse, llevarían a que el paro se extienda por más de dos semanas y por tanto, a que el impacto económico sea más importante.
El reclamo sindical tiene que ver con que el actual directorio eliminó la elaboración propia de alimentos en los comedores de la empresa y tercerizó el servicio, hecho que es rechazado por Fancap. En este sentido, desde el consejo del sector de mantenimiento y logística de Ancap emitieron un comunicado -que fue luego ratificado por Fancap- en el que resolvieron “utilizar el próximo paro de unidades como elemento de presión”.
“Eso quiere decir que va a haber medidas y tenemos que prever la eventualidad de que no podamos hacer el paro en dos semanas, como razonablemente está previsto hacerlo”, indicó el presidente de la empresa, Alejandro Stipanicic.
Para enfrentar una para-da técnica de la refinería por dos semanas, Ancap maximizará sus inventarios. Es decir, producirá al máximo para acumular produc-tos y tenerlos disponibles cuando la operativa esté frenada.
Sin embargo, si el paro se extendiera por más de dos semanas, la empresa precisaría importar productos. Esa fue la decisión que se tomó luego de evaluar la amenaza sindical. Las autoridades resolvieron la importación de 6.000 metros cúbicos (m3) de supergás y 10.000 m3 de combustibles, ante un escenario hipotético de que el paro se extendiera por 10 días más. Esa compra significó un gasto de US$ 13,3 millones por encima de lo previsto en el plan inicial.
La amenaza sindical se suma a dos riesgos a los que se enfrenta Ancap por parar -necesariamente- la refinería. Por un lado, la estatal quedará más expuesta a una caída de los precios internos, dado que tendrá más inventarios producidos a costos más caros. Y por otro lado, perderá el margen de refinación (actualmente significa US$ 1 millón por día para Ancap) por no procesar crudo.