América Latina vive una espiral inflacionaria hace meses, aunque no igual en cada país.

En marzo el Índice de Precios al Consumidor (IPC) interanual en Colombia se situó en el 13,34%, el más alto desde 1999. “Si bien la inflación continuó hacia arriba, cada vez estos aumentos son menores y cuando uno mira dentro de los diferentes ítems, ya se comienza a ver una desaceleración”, dijo el economista principal de Scotiabank Colpatria, Sergio Olarte.

En otros países sigue la incertidumbre, como en Argentina, que acumuló en los primeros tres meses del año una inflación minorista de 21,7%. Este panorama, agravado por el 104,3% interanual, tiene como principal consecuencia la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos.

La inflación en México bajó a un 6,85% anual en marzo, el nivel más bajo desde octubre de 2021. Sin embargo, en este país el IPC lleva casi 50 quincenas consecutivas por encima de la tasa meta del 3% del Banco de México, que no prevé este objetivo hasta finales de 2024.

La inflación en Chile registró 11,1% en 12 meses a marzo,. Expertos señalan a los retiros anticipados de los fondos de pensiones, las ayudas del gobierno para enfrentar la pandemia y la coyuntura internacional como las principales causas.

En Brasil continuó descendiendo la inflación y se situó en marzo en el 4,65% interanual. “Con la tasa de intereses en el nivel que está (13,75%) era algo esperado, si bien esa reducción está teniendo un costo un poco mayor” que se refleja en una paralización de la economía, dijo a EFE Sillas Cezar, profesor de Economía en la Fundación Armando Alvares Penteado (FAAP).

El descenso inflacionario en Uruguay desde fines de 2022 se frenó por el aumento de precios de algunos alimentos por la sequía. La inflación se sitúa ya en un 7,3% desde un 8,29% en 2022. “La inflación va a seguir descendiendo porque no se van a repetir los aumentos en el combustible, la carne y el trigo, causados por los efectos de la guerra”, dijo a EFE el economista Giuliano Cantisani. [EFE]

En base a EFE