DECISIÓN
Consta de dos etapas: una "preparatoria que consiste en la convocatoria a expresiones de interés, acceso a información detallada y un posterior diálogo competitivo”, explicó el comunicado.
El directorio de Ancap aprobó ayer las bases para un llamado competitivo para concretar “una asociación industrial y comercial en el negocio de cementos y cal, para revertir la situación económica deficitaria desde hace 20 años y realizar las inversiones requeridas para restablecer la competitividad en el mercado nacional”, señaló el ente en un comunicado.
“El llamado se realizará en dos etapas. Por un lado, una etapa preparatoria que consiste en la convocatoria a expresiones de interés, acceso a información detallada y un posterior diálogo competitivo”, explicó el comunicado.
Una vez que esa convocatoria se publique en la web de la Agencia Reguladora de Compras Estatales y de Ancap, dará inicio a un plazo de 30 días hábiles a partir de la que se pone a disposición de los interesados toda la información de los negocios de cemento y cal.
“A continuación, se iniciará un período de reuniones con los interesados a fin de intercambiar consideraciones sobre la visión futura de los negocios y las posibles formas de asociación”, añadió el ente.
Luego, “en función de los elementos surgidos en la etapa anterior, Ancap elaborará las bases y condiciones del llamado público a asociación y definirá los términos de la convocatoria”, dijo el ente.
“Las etapas son independientes y no vinculantes y no es excluyente la participación en la etapa de Llamado a expresiones de interés y Diálogo Competitivo para poder participar de la licitación para la contratación”, añadió.
A fines de agosto, el presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic había dicho a El País que se espera cerrar el proceso de asociación con un privado antes de fin de año.
Stipanicic había dicho ante la Comisión de Industria del Senado en julio que la situación del negocio del pórtland es “insostenible” dado que “lleva 20 años consecutivos o más” de pérdidas, las que superan los US$ 200 millones.
El subsecretario de Industria, Energía y Minería, Walter Verri, afirmó ante la Comisión que “es claro que nos encontramos con plantas totalmente obsoletas que tienen un costo de funcionamiento elevadísimo y nos dejan fuera de competencia”.
La situación de las industrias implicaba que no fuera posible volver a hacerlas productivas sin una inversión que el Estado no está en condiciones de realizar. Por eso decidimos emprender este camino, para que sea el privado quien haga la inversión y consiga los mercados”, había dicho Verri.