Ancap tuvo ganancias en trimestre marcado por conflictividad y parada de la refinería: ¿qué dice el balance?

El resultado fue de "equilibrio " en el mercado monopólico en el que tuvo ingresos por US$ 4 millones.

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Ancap
El ente resignó ingresos por US$ 61 millones por vender por debajo del precio de refinería.
Foto: Archivo El Pais

Redacción El País
El tercer trimestre del año fue un período importante paraAncap porque, entre otras cosas, tuvo que enfrentar una licitación desierta en el negocio del pórtland y la cal -una asociación con privados que el directorio de la estatal consideraba clave-, planificar la parada de mantenimiento de la refinería de La Teja y enfrentar un fuerte conflicto con el sindicato.

En este contexto: ¿cuáles fueron sus resultados económicos en el tercer trimestre? ¿Qué tanta “espalda” financiera le quedó a Ancap para hacer frente a las decisiones del Poder Ejecutivo en materia de fijación de tarifas de combustibles? ¿Cómo impactará en la operativa la parada de mantenimiento de la refinería?

Las respuestas a estas preguntas fueron dadas ayer por el directorio de Ancap en un encuentro con la prensa, en el que se detallaron los resultados económicos acumulados al tercer trimestre del año.

En términos generales, el grupo Ancap tuvo una ganancia de US$ 132 millones entre julio y setiembre de este año, explicado por resultados operativos y financieros de US$ 108 millones y US$ 29 millones que fueron aportados por sus empresas subsidiarias (los US$ 5 millones de diferencia corresponden al pago del Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas).

Al desglosar los datos por mercado, se constató que en el mercado monopólico de combustibles, la estatal obtuvo ganancias por US$ 4 millones, una cifra que es considerada de “equilibrio” por las autoridades, dada una facturación superior a US$ 2.500 millones.

Asimismo, en lo que va del año, el ente resignó ingresos por US$ 61 millones por haber vendido sus combustibles por debajo de lo que indicaba el Precio de Paridad de Importación (PPI), marcado por la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea) en base a lo que ocurre con el precio del crudo a nivel internacional.

En el resultado no monopólico -en cuyos negocios Ancap compite con otras empresas-, la estatal obtuvo ganancias por US$ 45 millones y también obtuvo ingresos extraordinarios de US$ 31 millones por la venta de combustible a UTE.

En la unidad de negocios de lubricantes, Ancap ganó US$ 5 millones y otros US$ 3 millones en el del gas natural. En tanto, en pórtland, la estatal volvió a perder (en este caso US$ 18 millones en el tercer trimestre), debido al problema estructural que enfrenta desde hace años en esta área, el cual se vio agravado entre junio y setiembre, por la inactividad de sus plantas debido a los conflictos con el sindicato.

Las ganancias que aportaron sus empresas vinculadas en el tercer trimestre, fueron principalmente hechas por Ducsa (ganó US$ 28,1 millones) y por ALUR (con un resultado positivo de US$ 4,1 millones). De forma contraria, Cementos del Plata (la encargada de comercializar y distribuir de forma exclusiva lo producido por la unidad pórtland) perdió US$ 3,9 millones en el período.

Los US$ 700.000 restantes están explicados por las pérdidas de Ancsol, Petrouruguay, Conecta, Pamacor, CABA, Gasoducto Cruz del Sur y las ganancias de Gasur, Matriz y Gas Sayago.

“Espalda financiera”

Los meses en los que el Poder Ejecutivo fijó las tarifas de los combustibles por debajo de lo que indicaba la referencia mensual del PPI, el argumento al que recurrían era: “la espalda financiera” de Ancap.

Este concepto, usado para explicar por qué el gobierno no trasladó a los precios finales la totalidad de la suba o de la baja del crudo a nivel internacional, refiere en términos generales a la caja de la empresa, su capacidad de endeudamiento y los márgenes de refinación.

Hasta el mes de agosto inclusive, Ancap tuvo margen teórico de refinación (es decir, los ingresos que se generan por la diferencia entre el precio de mercado internacional de los productos puestos en Uruguay, menos el costo del crudo usado y el costo real de refinar en La Teja). Ese margen -que no fue capturado por Ancap- fue el que le permitió al Ejecutivo contener los precios a nivel local y apartarse de lo que estrictamente indicaba el PPI.

Sin embargo, ahora esa “espalda financiera” se acabó, porque de cara a la parada de mantenimiento, Ancap apagó la refinería de La Teja el pasado 4 de setiembre, con lo que dejó de refinar y empezó a importar los combustibles terminados.

En paralelo, las diferencias de precios de los productos (gasoil y naftas) a nivel mundial en comparación con los del petróleo Brent, comenzaron a disminuir respecto a los valores históricamente altos registrados en 2022.

Actualmente, esto significa una buena noticia para la estatal dado que cuando tiene su refinería apagada es cuando los márgenes de refinación a nivel mundial comenzaron a disminuir. No obstante, las autoridades de la estatal indicaron que se deberá monitorear lo que ocurra con los márgenes en los próximos meses mientras la refinería siga parada (hasta febrero-marzo del año que viene). En el plano internacional hay además interrogantes para el precio del petróleo vinculadas a la guerra entre Rusia y Ucrania y al conflicto entre Israel y Hamás.

Para hacer frente a la parada de mantenimiento y asegurar el suministro de combustibles hasta que la refinería vuelva a estar operativa, Ancap tenía previsto importar 600.000 metros cúbicos (m3). A esa cifra, ahora se le deberán adicionar otros 450.000 m3 de importaciones para hacer frente a los tres meses de demora en la parada de la refinería -respecto al plan inicial- ocasionados por los conflictos entre el ente y el sindicato.

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