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Ante resultados de “mejor calidad”, el Banco Central admite que aún hay espacio para bajar la tasa de interés

El Banco Central del Uruguay redujo en 50 puntos básicos la tasa de referencia de interés. El ente dice estar “cómodo” con el nivel al que se ha llegado, aunque aún hay espacio para bajarla más.

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Banco Central del Uruguay. Foto: Estefanía Leal.
Sede del BCU: el organismo advierte que hay que ser cuidadosos con la lectura de la "brecha cambiaria".
Estefania Leal/Archivo El Pais

Agentes económicos esperaban una baja en la tasa de interés del Banco Central (BCU), pero probablemente no de 50 puntos básicos, sino algo menos.

Según ha explicado el ente estatal, se decidió un recorte de 9% a 8,5% en dicha tasa, al notar que la política monetaria está dando resultados “de mejor calidad” -afirman-, en especial ante una inflación de 3,8%, es decir dentro del rango meta y en forma mantenida durante diez meses.

El BCU da cuenta de que la curva de rendimiento de las letras se mueve de la misma forma que las tasas de interés, al igual que lo hacen las tasas bancarias, por lo que el comportamiento del mercado es acorde a las medidas del Central y continuará en esa línea.

¿Cabe espacio para bajar más la tasa de interés de referencia, hoy en un “nivel neutro”? Según el BCU, probablemente la mantendrá en ese nivel (dependiendo de otras variables) y aún hay espacio para bajarla más. Pero, básicamente, la inflación está dentro de los parámetros que el BCU había previsto. Y el tipo de cambio también se ha comportado con el signo que esperaba el ente, en función de la tasa de interés.

El BCU podrá hacer ajustes en la tasa de interés en función de los datos que se vaya o no teniendo (siempre dentro del 8%), pero confía en que la inflación seguirá cayendo, lo que hace prever que no habrá mayores modificaciones en la Tasa de Política Monetaria (TPM).

El BCU advierte que las expectativas de los agentes económicos sobre la inflación siguen siendo rígidas, pero son las más bajas que el país registra en su historia, y vienen cayendo, según encuestas.

Las expectativas de los empresarios (hoy en 7%) están algo por encima que la de los analistas (6,6%), y la tendencia muestra que se van alineando a la baja, recalca el BCU.

Es importante que las expectativas de los agentes converjan, ya que el indicador incide en los precios de los productos y servicios, así como en las negociaciones salariales.

En reuniones que el BCU ha mantenido con empresarios y periodistas en los últimos días, en las que ofreció un balance de gestión, el ente destacó que en el futuro inmediato no avisora mayores riesgos del entorno (como lo fue, por ejemplo, la pandemia), e intentó darle tranquilidad a los agentes de que tomará medidas en caso surgir presiones al alza a la inflación, por encima del 4,8% (que es la proyección que marca para el cierre de este año).

Además, advierte mayor ingresos de capital extranjero al país en estos días, sobre todo con la confirmación de la inversión en hidrógeno verde y luego de la nota de calificación mejorada del grado inversor.

Uruguay logró la puntuación crediticia más alta en su historia, según calificadoras de riesgo, entre ellas Moody’s, que elevó la nota del país a Baa1, con perspectiva estable.

En parte, es por ello que Uruguay paga hoy, por su deuda en dólares, una tasa más baja que, por ejemplo, Chile (país que también está muy bien calificado y con inflación en este momento similar a Uruguay). Pero el costo en moneda local de Uruguay es 300 puntos básicos más que Chile.

En otras palabras, son 300 puntos básicos que pagan los uruguayos. La diferencia se debe a que, mientras las expectativas de inflación de los empresarios chilenos están en 3%, las de los uruguayos están en 7%. En esa línea, según el BCU, que las expectativas de los agentes económicos y las del BCU no converjan más, le cuesta dinero a los uruguayos.

Según el BCU, los indicadores están yendo a donde se ha trazado como meta
Según el BCU, los indicadores están yendo a donde se ha trazado como meta
Foto: El País

Polémica

En tanto el Central afirma estar “cómodo” con el nivel actual de la tasa de interés (porque los indicadores están yendo a donde se ha trazado como objetivo), opositores al gobierno afirman que habría que tomar medidas para que el dólar no esté “planchado”.

Estos entienden que se ha bajado la inflación a costa de determinados sectores, que se han tenido que hacer cargo del atraso cambiario; un atraso cambiario que, según el BCU, no es el más grande de la historia como se dice, ni los movimientos del tipo de cambio real son los peores de todos los tiempos, como también sostiene la oposición.

A entender del BCU, la libre flotación de la moneda es la mejor forma que tiene el país para contrarrestar shocks externos, tal como hace gran parte de los países, entre ellos Nueva Zelanda (que no interviene el mercado de cambios desde 2016, con buenos resultados en su economía). A diferencia, países con control de cambio, o intervención del mercado de cambios, presentan subas y bajas del precio del dólar con picos altisonantes, contrastando con Uruguay donde no se constatan movimientos bruscos, observa el BCU.

Según el organismo, no se debe perder de vista que el tipo de cambio depende de otros factores más allá de la tasa de interés, en especial de la productividad, la relación de precios, el gasto público y el gasto privado.

El directorio del BCU sale al paso a determinados sectores empresariales y a la oposición que critican por el atraso cambiario, insistiendo en que hay que ser “cuidadosos” con la lectura de la brecha cambiaria, porque es un elemento más, no el único, y que muchas veces se va corrigiendo en la dinámica de la economía. Es decir, el BCU entiende que la brecha señala un sentido de dirección, pero que no hay que actuar automáticamente ante ésta.

Según proyecta, con una tasa de inflación más baja en Uruguay, el tipo de cambio real podrá recuperarse.

Además

Reclamo por beneficios para extranjeros y no para locales

El “atraso cambiario” que sufre el país, según afirma la oposición, se debe a diversos factores, siendo el más importante -opinan en ciertos sectores- el que el BCU no intervenga directamente en el precio del dólar, en la medida que defiende la libre flotación de la moneda y prefiere, por ende, que sea el propio mercado, en su relación oferta-demanda, el que vaya marcando los movimientos del precio de la moneda.

La oposición también afirma que la baja de la inflación (luego de una historia con el indicador en el entorno del 8% se pasó al 3,8% de hoy), se logró por parte del gobierno “matando” a determinados sectores o empresas, lo que el BCU niega que sea así. Por el contrario, sostiene que una inflación baja “es lo mejor que le puede pasar al país”, según han manifestado sus representantes en distintas oportunidades.

Otro aspecto que se señala desde el otro lado de la mesa, es que el gobierno ha definido una serie de condiciones favorables o beneficios fiscales y de todo tipo a las inversiones extranjeras para atraerlas, así como a las empresas en las zonas francas, pero no tanto a las locales, lo que incide en la desigualdad de la dinámica económica del país.

En cuanto específicamente al precio del dólar bajo (se ubica en el orden de $ 38), sostienen que los exportadores están entre los sectores más desfavorecidos por la baja de la divisa estadounidense y solicitan que se revea el tema, dado que es uno de los que representa mayor empleabilidad. En tal sentido, han planteado que se baje el gasto del Estado y no planchar el dólar en el combate contra la inflación.

Cabe agregar que la tasa de interés está en su nivel más bajo desde abril de 2022. El BCU pasó así de una política monetaria contractiva (busca quitar presiones al alza de los precios) a prácticamente “neutra” o levemente expansiva (ya que la tasa de interés neutra para el BCU es de 2,4 %). Esto debido a una baja sostenida de la inflación y de las expectativas de los agentes.

Azucena Arbeleche
Azucena Arbeleche, ministra de Economia y Finanzas.
Foto: Archivo El País
GESTIÓN DEL BCU

Ministerio de Economía en defensa del Central

El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) destacó la gestión del BCU, en el Foro Económico de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE), del pasado 10 de abril.

Azucena Arbeleche, titular de la cartera, defendió la política monetaria que lleva a cabo el BCU, con el objetivo es bajar la inflación, el sistema cambiario basado en la libre flotación de la moneda y la desdolarización de la economía. “El dólar es un elemento más de la competitividad, no es el único factor” dijo a los exportadores.

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