EXPECTATIVA
El Ejecutivo trabaja en proyectos que afectan a todos los sectores, en línea con sus objetivos verdes.
La pandemia global de covid-19 ha traído cambios profundos en las formas de hacer negocios, en la modalidad de trabajo y en los patrones de financiamiento de empresas y gobiernos”, dijo Herman Kamil, director de la Unidad de Gestión de Deuda (UGD) del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), en un evento sobre sustentabilidad, en donde señaló los proyectos en los que el Poder Ejecutivo trabaja y las oportunidades que el desarrollo sostenible le abren a Uruguay.
En el Foro de Inversiones Sustentables 2022, evento realizado por Capital Oriental y Arboreal, Kamil señaló que el país se encuentra en quinto lugar, dentro de la selección de países emergentes que realiza el JP Morgan, para su indicador de impacto ambiental, social y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés). “Este es un ranking que los inversores toman cada vez más en cuenta al momento de demandar nuestros bonos soberanos”, sostuvo.
A su vez, destacó que este desempeño uruguayo se explica debido a que el país está “a la vanguardia en políticas ambientales”, ya que “hizo una gran transformación en su matriz energética, especialmente hacia las fuentes eólicas”.
En tanto, el otro factor de este posicionamiento, es debido a “los desarrollos que se están dando en la ganadería, sustancialmente la huella de carbono por unidad de intensidad del Producto Interno Bruto (PIB)”, dejando al país como “un ejemplo de responsabilidad ambiental”.
“Uruguay también se destaca por su robustez institucional. Es un bastión de estabilidad social, política e institucional, en una región y un mundo que está muy volátil. Uruguay tiene una de las democracias más fuertes del mundo. Las transiciones de poder son ordenadas, no afectan la estabilidad económica, ni la independencia judicial, ni el respeto a los contratos. En el país se puede invertir a largo plazo, se puede planificar”, agregó.
En tanto, Kamil destacó que el gobierno trabaja en dos iniciativas relacionadas a las finanzas sostenibles y cómo estas se articulan el sector privado.
“Primero, desde el MEF, se ha establecido una prioridad de alinear la estrategia de financiamiento de gobierno con la consecución de objetivos climáticos que el país ya se ha comprometido. O sea, vamos a conectar directamente nuestra estrategia de financiamiento con los objetivos de cuidado del ambiente que Uruguay ya tiene comprometidos ante la comunidad internacional”, afirmó.
En este sentido, dijo que están diseñando un bono soberano que incorpore “explícitamente los objetivos que el país tiene de reducción de las emisiones de gas de efecto invernadero de toda la economía”, conforme a las metas establecidas en el Acuerdo de París.
Asimismo, destacó que la propuesta establece que la tasa de interés del bono estará “indexada a la consecución o no de esos objetivos”.
La emisión de un bono sostenible “de estas características, es un proyecto multidisciplinario y multisectorial”, por lo que se está trabajando en conjunto con el MEF, el Ministerio de Ambiente, el Ministerio de Industria y el Ministerio de Ganadería, expresó. Mientras que también cuentan con el asesoramiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
“Al concretar un bono de esta naturaleza, podríamos acceder a una demanda incremental de inversores muy enfocados en desarrollo sostenible, pero los beneficios podrían ir más allá del financiamiento al gobierno”, afirmó Kamil.
Es que habrían beneficios al “darle más visibilidad y preponderancia a la ambición climática de Uruguay y eso podría repercutir en beneficios reputacionales del país en otras áreas del concierto internacional”, agregó. Puso como ejemplo las negociaciones de tratados multilaterales de comercio, el posicionamiento de Uruguay en distintos foros, la recepción de inversión extranjera directa, entre otros.
Previamente en su presentación, Kamil había dicho que las inversiones alineadas con el desarrollo sostenible ya no son “un nicho” sino que ahora son “mainstream” (tendencia).
En este sentido, había destacado que los bonos temáticos (bonos con el objetivo de abordar el cambio climático o soluciones de índole ambiental o social) crecieron un 80% en 2021 sobre el 2020. En estos dominan los bonos verdes y, los bonos sociales (para desarrollo de infraestructura, saneamiento, entre otros) vieron un crecimiento a raíz de la necesidad de financiamiento por la pandemia.
Por su parte, Kamil señaló que la segunda “gran iniciativa” que desarrolla el gobierno, es la creación de “la mesa público-privada de finanzas sostenibles”, junto al Banco Central (BCU).
“En diciembre de 2021 creamos un espacio voluntario de diálogo, convocado por el MEF y BCU, pero con entidades del sistema financiero firmantes, donde justamente lo que buscamos es explorar formas de que se incorporen en las decisiones del sector financiero, los criterios ambientales, sociales y de sostenibilidad”, afirmó.
“Para conseguir las transformaciones necesarias de desarrollo sostenible se va a necesitar la participación decidida del sistema financiero, que apoye y que financie modelos de negocios, instrumentos financieros innovadores que sean viables, pero que tengan un claro y medible impacto ambiental y social. Es decir, que las ideas sostenibles se transformen en inversiones financiables y escalables”, concluyó.
Proyectos que se encuentran en Uruguay
Dentro de las instancias del evento, se encontraron diferentes presentaciones de empresas sustentables que se desarrollan en el país, las cuales pertenecen a sectores como la construcción, calefacción y saneamiento.
En este sentido, se encontró una de las empresas organizadoras del evento, Arboreal, la cual desarrolla materiales para la construcción “amigables y sostenibles con el medio ambiente”, a través de la madera laminada cruzada (CLT, por su sigla en inglés).
Del mismo modo, en el panel liderado por el fundador de Capital Oriental y ex director de Uruguay XXI, Jaime Miller, presentó la empresa de paneles autoportantes en base a rastrojo de trigo, Our Ecolution.
Asimismo, en el panel participaron las empresas Río Azul, la cual desarrolla humedales artificiales, y la empresa Alternativas Sustentables, la cual provee calefacción a edificios a través de bombas de calor.
Para finalizar el evento, participó el fundador de Climit, Agustín Inthamoussu, quien se refirió a los bonos de carbono y la oportunidad de Uruguay con respecto a estos.
Los bonos de carbono, son herramientas para compensar la “huella de carbono” que deja una empresa, en la que financia proyectos de impacto ambiental positivo. En este sentido, Inthamoussu explicó que el cumplimiento de las “metas autoimpuestas” por Uruguay, podrían generar un “excedente” de crédito de carbono, el cual luego podría ser vendido.