Uruguay tiene mucha capacidad de energía y, de hecho, suele vender sus excedentes de electricidad a Argentina y Brasil, países desde los cuales también la importa cuando es necesario.
En 2022, la producción de fuentes renovables de Uruguay llegó al 90% y la exportación de energía representó unos US$ 222 millones, con Argentina como principal cliente, según declaró la presidenta de UTE, Silvia Emaldi, a principios de este año. En esa oportunidad, anunció que el ente tenía planes para mejorar las redes de energía eléctrica y extender sus servicios. Sin embargo, tal como UTE proyectó, la ausencia de precipitaciones durante los primeros meses de 2023, provocó una disminución del volumen de exportaciones de electricidad.
En ese sentido, este año no fue bueno en cuanto a la generación de excedentes de electricidad por la sequía (el déficit hídrico golpeó fuertemente la generación hidroeléctrica de UTE), aunque en las últimas semanas el indicador se ha venido recuperando.
Otro impacto que marcó a este año es que la exportación de electricidad se vio interrumpida hacia Argentina por varios meses. A principios de septiembre, se retomó esa venta de energía eléctrica a Argentina, que requería complementar el abastecimiento de sus sistemas.
Generalmente, estos contratos con los vecinos son por tiempos determinados, y se negocian uno a uno. Si bien el impasse con Argentina no pasó a mayores, fue una oportunidad puntual perdida por falta de acuerdo entre las partes.
La ministra de Industria, Energía y Minería, Elisa Facio dijo en entrevista con El País que “la verdad es que Argentina quería que prácticamente le regaláramos la energía. Pero cuando nosotros necesitamos energía, tiene un precio, se paga. O sea, sí hubo un poco de ruido este año con ese tema”.
Con Brasil sí Uruguay selló un acuerdo de exportación de electricidad este año, y también le compró a ese país durante la sequía. En ese frente, todo fluyó mejor.
“Por el 2021 aproximadamente, Argentina importó energía de Brasil y esta pasaba por la red de Uruguay. En estos temas hay que ponerse de acuerdo”, dijo Facio.
Lo cierto es que, según la ministra, el no venderle electricidad a Argentina un tiempo no movió la aguja a Uruguay, pero sí existe una oportunidad de negocio en ello, que se podría potenciar, eventualmente, con el nuevo gobierno en Argentina de Javier Milei.
Así lo ve Facio, quien considera que Uruguay podría beneficiarse con las políticas de apertura que se podrían generar.
Por su parte, el director Nacional de Energía, Fitzgerald Cantero, dijo a El País que “todas las semanas” se ofrecen bloques de energía -ya sea desde Uruguay, Brasil o Argentina- a los países de la región.
En base al precio que establece cada país por ese suministro de energía, los demás eligen -en función de sus necesidades y previsiones- si es rentable o no comprar los bloques.
En ese marco, afirmó que las negociaciones y ventas entre Uruguay y Argentina no se han visto interrumpidas en estos últimos días, pero sí que desde el país vecino han hecho “consultas y planteamientos” para intentar que el vertimiento de energía que se les vende les sea “más barato”.
En esa línea, explicó que al contar con un sistema de energía integrado, desde Uruguay no se puede identificar cuál es la fuente más barata para despachar como exportación, por lo que se despachan todos los vertimientos de energía en conjunto. “Estuvimos hablando de eso con ellos (Argentina) pero no existieron inconvenientes. Lo han entendido, incluso nosotros les hemos comprado energía a precios que nos han sido rentables, pero que son más altos que de costumbre. Es una relación que funciona muy bien”, agregó.
Cantero destacó el compromiso entre los tres países por apoyarse ante la necesidad de energía, ya que en el 2021 Uruguay abasteció a Brasil ante una “gran sequía en el sur”, generando a nivel local números de exportación “récord”, sumado a que Argentina también necesitó del apoyo local durante el 2022.
Retomar
En la primera semana del pasado setiembre, Uruguay colocó en Argentina 42,34 GWh, según reportes oficiales, y esos intercambios se dieron durante todos los días de la semana, día y noche.
En el acumulado de 2023 (hasta la primera semana de setiembre), las ventas de electricidad hacia Argentina sumaron 197 GWh, esto es muy por debajo de años anteriores.
Brasil es clave para abastecer a Uruguay
En el mes de julio, la presidenta de UTE, Silvia Emaldi, dijo a El País que las sequías recurrentes de los últimos años han llevado a que Uruguay dependa de la importación desde Brasil y de las centrales térmicas para generar energía. De hecho, la presidenta de UTE indicó que en los primeros meses del año Uruguay ha pagado alrededor de US$ 260 millones por combustible para sus centrales térmicas y energía importada, sumado a que el consumo de energía eléctrica ha aumentado en un 7% respecto al año anterior.
En ese marco, Cantero dijo que el sistema entre Uruguay y Brasil “siempre ha sido resiliente”, por lo que se apostó mucho a la asistencia y cooperación brindadas por dicho país durante las importantes sequías que se generaron en suelo local.
De hecho, Cantero le afirmó a El País que la semana pasada Uruguay le compró excedentes de energía a Brasil, por lo que la relación entre ambos “está bien y lo seguirá estando”.
En el sistema eléctrico uruguayo se incrementó especialmente la generación térmica a gasoil para consumo local en los primeros cuatro meses de 2023. Esto generó las fuertes importaciones de energía eléctrica -ya mencionadas- desde Brasil, que continuaron hasta el mes de junio inclusive. Esas compras permitieron satisfacer la demanda interna y mantener controlados los precios.
La complementariedad y buena relación comercial entre Uruguay y Brasil en esta materia ha sido importante para ambas partes. Basta recordar que, durante gran parte de 2021, la situación crítica de sequía que vivió Brasil implicó una oportunidad económica para Uruguay, dado que el país le exportó grandes volúmenes de energía eléctrica. En esa ocasión, el dinero que ingresó a Uruguay alcanzó para pagar todo el costo de generar energía para abastecer la demanda local, la exportación y quedó un remanente en la caja de UTE.