Argentina saldrá del cepo cambiario, ¿cómo impactará a Uruguay, al turismo y a las exportaciones?

La medida del Gobierno de Milei se tomaría este año. Lo está evaluando el ministerio de Economía del vecino país y es una fuerte recomendación del FMI. Esto tiene su lado bueno y riesgos para Uruguay.

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Reunion de Atreju
Javier Milei, presidente de Argentina
FILIPPO MONTEFORTE

El Fondo Monetario Internacional (FMI)instó al gobierno de Javier Milei a eliminar el cepo cambiario con miras a mejorar los activos del Banco Centralpara mantener las reservas en dólares y establecer políticas, fundamentalmente, para combatir la pobreza, que actualmente está en el orden del 50% de la población argentina, según datos oficiales del país vecino.

¿Podrán hacer esto realmente; cuándo sería y cómo impactará en la economía de Uruguay?

Según el FMI, los amplios controles cambiarios y la apreciación del tipo de cambio real en Argentina, como resultado de la preservación de un tipo de cambio de paridad lenta, podrían dificultar la acumulación continua de reservas.

El País contactó a economistas por este tema, quienes afirmaron que es probable que Argentina vaya por ese camino y que se concrete este año y que, si bien el levantamiento del cepo sería positivo, hay riesgos de que haya más inflación en Argentina, lo que repercutiría negativamente a nivel de las exportaciones locales hacía ese mercado y al turismo proveniente de allí.

De todas maneras, es claro que tener una economía que se recupera del otro lado del charco, favorecerá, tarde o temprano, a Uruguay.

El FMI reconoció la recuperación fiscal en Argentina en los últimos tiempos, lograda mediante “profundos recortes al gasto discrecional —incluida la inversión pública y los salarios—, así como medidas de ingresos temporales o puntuales que causaban distorsiones o amnistía fiscal”, señaló la entidad multilateral en un informe.

Sin embargo, el organismo internacional observó que, a medida que haya mayor estabilidad macroeconómica, las políticas del gobierno de Milei deberían abordar más el costo de las tarifas y los servicios, el sistema jubilatorio, los salarios, el sistema tributario y las relaciones fiscales con las provincias, que son grandes temas pendientes.

De hecho, el gobierno de Milei ha tenido como objetivo levantar el cepo, la unificación cambiaria, la eliminación del Banco Central y la dolarización de su economía, según anunció en sus inicios.

Una nueva fase

En entrevista con El País, Nazareno Sánchez, economista de CPA Ferrere, afirmó que “Argentina cerró el 2024 con un programa de estabilización que ha comenzado a mostrar resultados positivos en términos de precios y confianza de los mercados, como lo demuestra la significativa caída del riesgo país y la reducción de la inflación a lo largo del año”.

Sin embargo, opinó que la recuperación del país vecino sigue siendo “frágil” y “dependerá de la segunda fase del programa”, la cual enfrenta dos grandes desafíos: uno es, precisamente, el levantamiento del cepo cambiario y, el otro, el cumplimiento de los pagos de la deuda, especialmente aquellos con vencimiento cercano.

Según Sánchez, a pesar del ajuste fiscal realizado por el gobierno de Milei y del superávit primario sostenido desde enero de 2024, Argentina necesitará nuevos fondos para fortalecer las reservas internacionales y reprogramar los vencimientos de la deuda.

“Es crucial que el Banco Central disponga de estos activos para amortiguar la volatilidad y las vulnerabilidades que puedan surgir tras la eliminación del cepo”, destacó el economista.

Pesos Argentinos y Dolares
Pesos Argentinos y Dolares Americanos
Nicolas Pereyra/Archivo El Pais

A su entender, en este contexto, será fundamental mantener las expectativas del mercado ancladas para asegurar la continuidad y el éxito del plan de estabilización.

El gobierno argentino calculó que el país necesitaría financiamiento de hasta US$ 12.000 millones para salir del control cambiario este año, previsiblemente en forma gradual.

Por su parte, Marcelo Sibille, gerente Senior de Asesoramiento económico y financiero en KPMG, explicó su punto de vista sobre la evolución de la política argentina a El País: “El fuerte encarecimiento en dólares registrado en 2024 llevó al tipo de cambio real en Argentina a niveles mínimos comparables a los de fines de 2001, previo a la salida de la convertibilidad. Este hecho, sumado a la existencia de un crawiling peg (ajuste gradual que da cierta previsibilidad a los agentes y empresas sobre el tipo cambio) con control de cambios, si bien fue clave para bajar la inflación, también supone la existencia de un atraso cambiario que daña la competitividad”.

Sibille nota que el FMI tampoco ve con buenos ojos la merma de las reservas —necesarias para el repago de la deuda con la propia institución— en defensa del régimen cambiario.

“La eliminación del cepo permitiendo un equilibrio en base al libre juego de la oferta y la demanda, daría lugar a una corrección en los precios relativos y liberaría la tensión sobre las reservas. En cualquier caso, cierto nivel de ajuste cambiario parece inevitable (en caso contrario el cepo no tendría razón de ser), con el daño que conlleva en el corto plazo para las familias”, afirmó.

“Cuanto más menguadas sean las reservas, mayor es el riesgo de que el ajuste sea de magnitud. Por tal motivo, veo difícil que el gobierno acceda a abandonar definitivamente el cepo antes de las elecciones de medio término en octubre de 2025”, agregó.

Es decir, según ambos analistas, el levantamiento del cepo se daría este año, más probablemente hacia el final del mismo.

Impacto en Uruguay

Los economistas consultados coinciden en que, en caso de un eventual levantamiento del cepo, el peso argentino tendería a depreciarse, alcanzando un nivel similar o superior al del dólar blue.

Sánchez considera que la magnitud de esta depreciación dependerá principalmente de la brecha cambiaria existente al momento levantar el cepo y de la solidez de las expectativas del mercado.

“Dado que gran parte de la depreciación del peso argentino se trasladaría a precios, para Uruguay podría implicar un encarecimiento relativo adicional. Sin embargo, dado que durante el último año se ha producido una fuerte corrección de los precios relativos entre ambos países, no anticipamos un cambio drástico en el panorama económico con Argentina”, señaló.

BANCO CENTRAL DE LA REPUBLICA ARGENTINA
Banco Central de la República Argentina
Foto: Archivo El País

La medida del levantamiento del cepo es vista por Sánchez como otro paso del programa de estabilización y, por ende, positivo desde una perspectiva de mediano plazo. “Una eventual recuperación económica más acelerada en Argentina, con las consecuencias que esto tendría para el comercio, podría beneficiar a Uruguay en términos de intercambio comercial y dinamismo económico”, afirmó.

Por su parte, Sibille proyectó que si se eliminara el cepo, el tipo de cambio unificado resultante quedaría por encima del valor oficial.

“El dólar podría converger al tipo de cambio financiero (como ocurrió en 2015 cuando el gobierno de Mauricio Macri liberó el cepo), equivalente a un alza próxima al 15% que es la brecha actual. Sin embargo, el precio del dólar financiero (CCL/MEP) tampoco refleja fielmente el valor de equilibrio, pues el Banco Central ha intervenido por el lado de la oferta para contener la brecha cambiaria y así mitigar el dólar blend al cual deben liquidar divisas los exportadores (conformado por 80% oficial y 20% CCL/MEP)”, afirmó.

Cabe recordar que el dólar blend —o “Programa de Incremento Exportador”— fue una de las primeras medidas cambiarias de Milei. Y con la devaluación recién hecha, liquidar un 20% de las divisas en el “contado con liqui” (cambiar pesos argentinos por dólares en el exterior), les aseguraba a los exportadores un tipo de cambio más atractivo.

En ese marco, en un escenario de flotación, la depreciación efectiva sería incluso mayor a la brecha, lo cual –afirma Sibille- “significaría un revés en el tipo de cambio real bilateral de Uruguay que, aunque tal vez menos gravoso que en 2023, perjudicaría al turismo y al comercio de frontera”.

Para Facundo Márquez, vicepresidente de la Unión Exportadores (UEU), es difícil proyectar cuándo se levantará el cepo cambiario en Argentina.

“De ocurrir, hay riesgos para Uruguay, que tienen que ver con que se dispare el tipo de cambio y, por ende, la inflación en Argentina, con lo cual se volvería a perder lo que se ganó en cuanto a los precios relativos en los últimos doce meses”, dijo.

En el lapso que menciona Márquez, la recuperación del tipo de cambio real fue del orden del 67%, esto es, una mejora sustantiva de los niveles de precios relativos. “Uruguay quedó así mucho mejor competitivamente que los meses previos, lo que se ve sobre todo en el litoral”, agregó al destacar también que ahora hay argentinos que vienen a comprar algunos artículos de este lado de la frontera, además de una mejora en el turismo receptivo por esa razón.

“Con el levantamiento del cepo, hay riesgos de que ésto se pierda y que los productos de exportación uruguayos vuelvan a estar caros para Argentina, aunque partimos de la base de que, si levantan el cepo, será porque el gobierno de Milei tendrá mitigados los impactos, o tomará las medidas del caso. Somos optimistas en ese sentido”, acotó.

Hasta ahora el mercado financiero viene acompañando las medidas que el gobierno de Milei ha ido adoptando, lo que sería un factor a favor del aumento del flujo de comercio y el turismo en ambos países.

En otro orden, Márquez plantea que si Argentina llegara a concretar un tratado de libre comercio (TLC) con Estados Unidos, eso le podría abrir puertas a Uruguay, como precedente.

Finalmente, señaló que, si mejora la economía y sociedad del país vecino, Uruguay podría, eventualmente, tomar medidas similares en vistas de sus buenos resultados a nivel de desregulaciones y desburocratización.

Eliminación de 11 estructuras del Estado

El jefe del Gobierno de Buenos Aires, Jorge Macri, anunció el pasado miércoles un recorte en la estructura de la administración de la ciudad, lo que permitirá ahorrar más de $13.000 millones (unos US$ 13 millones), afirmó.

Macri declaró que de esta forma buscarán lograr un Estado más eficiente y reducir la planta política.

“Decidimos modificar 19 estructuras, de las cuales 11 se eliminan y cuatro se fusionan. Además, estamos impulsando la reducción de direcciones de cuatro organismos públicos. Esto implica un ahorro (…) que vamos a destinar a áreas prioritarias, como seguridad, salud y educación”, dijo Macri a la prensa local.

“Al suprimir o fusionar algunas de esas tareas, que van a ser absorbidas por algunas que ya existen, demuestran que eran innecesarias por la duplicidad“, remarcó. También dijo que van a eliminar fondos de fideicomisos que repitan tareas.

De acuerdo a sus cálculos, en el primer año de su gobierno eliminó 10% de los cargos políticos, redujo secretarías, achicó la flota de vehículos, bajó 20% la contratación de asesores y, en base a eso, generó un ahorro de $ 31.000 millones (US$ 29,8 millones), al que ahora se sumará el que derive de las medidas que comunicó el pasado miércoles.

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