Maldonado siempre se ha caracterizado -y se ha ganado su fama- por ser un departamento que atrae no solo a turistas, sino también ainversores de todo el mundo, más que nada, argentinos.
Tras pasar allí sus vacaciones, los inversores aprovechan para observar y analizar oportunidades inmobiliarias, sobre todo, en zonas como José Ignacio, Punta Ballena y La Juanita, para así adquirir tierras o lotes para “dejarlos quietos” y esperar a que se revaloricen con el tiempo. ¿Cuál es la definición de esta práctica? Land Banking.
El País dialogó con operadores del sector para constatar la realidad de este mercado y con inversores que realizan este tipo de movimientos en Uruguay, para dar a conocer el proceso de compra, tras analizar diversas oportunidades en el sector.
Mauricio La Buonora, director y fundador de La Buonora & Asoc. Desarrollos, sostuvo que el Land Banking “siempre ha sido un refugio de capitales y al mismo tiempo de inversión”.
En este sentido, destacó que las mismas son inversiones de mediano y largo plazo en general, ya que no logran aumentar significativamente su precio en el corto plazo, por lo que define a esta práctica como una “estrategia empresarial o de inversión”.
Javier Sena, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Maldonado/Punta del Este, dijo que se están dando negocios de esta índole, dependiendo del valor de la tierra en el momento de su venta y de qué se puede hacer con ella posteriormente, ya que destacó que además de adquirir la tierra para su futura revalorización, “algunos buscan la oportunidad para conseguir inversores y realizar emprendimientos”.
“Además del buen precio, la persona busca construir propiedades horizontales o diversos inmuebles”, agregó. En este sentido, dijo que Uruguay cuenta con “garantías” para invertir. ¿Cuáles son? Según Sena, aquí “se respetan las normas, hay garantías económicas al ser un país estable y socialmente también lo es”.
“Uruguay es el país más europeo que hay en América Latina, por lo que los inversores buscan este refugio, porque dentro de un tiempo puede ser lugar de respaldo de dinero, invirtiendo en tierras o apartamentos. Muchos miran a Uruguay como un país de paz e inversión”, destacó.
Por su parte, Santiago Rubio, director de Santiago Rubio Real Estate, afirmó que el Land Banking, a su entender, cuenta con una demanda “permanente y muy constante”, sobre todo, en la zona de José Ignacio, donde “la curva de crecimiento no para”.
“Es un fenómeno que se practica hace varios años, sobre todo, en este mercado donde la valorización es tan brusca y violenta”, agregó.
Manifestó que esta práctica la realizan los argentinos, principalmente, ya que responden hasta por el 75% de las inversiones en la zona. De todas formas, aseguró que tras la pandemia también notan el crecimiento de público estadounidense y europeo, ya que buscan “tierra más aislada, un poco más de privacidad y espacios verdes”.
En esta línea, La Buonora agregó que, además de los ya mencionados, “hay inversores de distintas zonas del mundo que invierten y te sorprenden”, como los asiáticos y árabes. Además, no dejó pasar a los uruguayos, ya que destacó que “tienen una gran importancia o un gran porcentaje de lo que son inversiones en Land Banking”.
Respecto a los precios, Rubio sostuvo que, al menos en José Ignacio, el valor del metro cuadrado (m2) está por encima de los US$ 1.500 como base, mientras que en los lotes de los barrios privados, el precio del m2 llega a US$ 300.
Sena, en tanto, afirmó que durante los últimos siete años, en Maldonado se han construído cinco millones de m2 de inmuebles, con una inversión aproximada de US$ 10.000 millones. “¿Qué lugar del país tiene esto? Solamente Maldonado, ya que cuenta con un plus al recibir muchos inversores, los cuales dejan una inversión en la zona, para dentro de unos años moverla o mantener el capital”, agregó.
Consultados sobre si el cambio de rumbo generado por el gobierno de Javier Milei hará que los inversores argentinos esperen o analicen otro tipo de ofertas, antes de seguir apostando por el Land Banking en Uruguay, La Buonora opinó que el presente argentino “no influye”. El Land Banking “va a mantener el mismo sentido y las mismas proporciones, incluso creo que hasta pueden aumentar un poco más”, añadió.
De todas formas, para seguir apoyando esta práctica, cree que en Uruguay se necesita “mucho más previsibilidad y reglas claras para al menos 15 o 20 años en adelante”, aunque afirmó que el país ya cuenta con beneficios como la “seguridad jurídica y económica”.
“Hay que seguir trabajando en un pacto político y social para mantener una base sólida, para crecer enormemente como país. Termina siendo bueno para todos (las inversiones en Land Banking), por el crecimiento económico, el desarrollo y oportunidades para la gente”, agregó.
Rubio, en tanto, también opinó que la tendencia del inversor argentino “se va a seguir manteniendo”, ya que el presente que atraviesa el mercado les hace pensar a inmobiliarios y desarrolladores que “esto no va a parar”.
“En verano siempre vivimos momentos de muchos movimientos. Es progresivo. La gente sigue invirtiendo en la zona, ya que busca calidad de vida, seguridad, buena gastronomía, mejores servicios y un sentido de pertenencia”, concluyó Rubio.
Desde adentro: ¿cómo viven el proceso los inversores?
El País también dialogó con dos inversores argentinos especializados en Land Banking, más precisamente, en zonas como La Juanita, José Ignacio y Pinar del Faro (desarrollo sobre terrenos que anteriormente pertenecían a la estancia “Pinar del Faro”, ubicada en el centro de José Ignacio).
José, quien prefirió no dar a conocer su apellido y cuenta con un terreno invertido bajo el concepto de Land Banking en La Juanita, sostuvo que dicha zona ha tenido “una escalada importante”, en donde se ve reflejada una rentabilidad en la que, si hoy quisiera vender su terreno, rondaría el 15% y hasta el 30%. “Con lo cual te darás una idea de que esto está funcionando muy bien”. remató.
En esa línea, sostuvo que el “boom” de esta zona de Maldonado “está tomando todo el derrame de José Ignacio, donde quedan muy pocos lotes”, en donde los precios están “a millones de dólares”.
En cambio, aseguró que “La Juanita es el lugar donde se puede ingresar con un ticket más bajo y en donde hoy hay una interesante oferta”.
Destacó además que es propicio invertir en suelo uruguayo, ya que aquí se cuenta con una serie de beneficios, de los cuales los argentinos o cualquier inversor goza, como lo es “la confianza y la estabilidad de la economía uruguaya”, lo que les da el ”motivo por el cual hay que llevar el dinero ahí”.
En tanto, Sebastián, otro inversor argentino que tampoco dio su apellido, destacó que cuenta con inversiones en José Ignacio, en donde tiene un terreno que “ahora vale el doble de lo que pagamos” en 2021. Además, tiene otros en Pinar del Faro (que también duplicó su precio) y en La Juanita.
En ese marco, este inversor argentino aseguró que le “llegaron a ofrecer US$ 1.250.000” por el lote de José Ignacio, el cual adquirió por US$ 700.000 aproximadamente. A pesar de la tentadora oferta, Sebastián prefirió no aceptarla y seguir apostando por su crecimiento.
¿En qué se llegan a convertir los terrenos?
Según La Buonora, se termina realizando la práctica de Land Banking con el fin de hacer “un desarrollo inmobiliario a la larga”, a pesar de que aún haya perfiles de inversores en donde “lo único que buscan es el resguardo de capital y el aumento de su patrimonio”. “Esto es un tema directamente proporcional al valor: cuanto más tiempo pasa, aumenta el valor inicial por la inflación y por el valor agregado que genera (la tierra), dependiendo de la zona y el desarrollo de la misma”, agregó el desarrollador.