La Unión Europea (UE) se muestra positiva sobre los avances en las negociaciones técnicas que está manteniendo con el Mercosur -según dijeron sus altos representantes ayer en rueda de prensa- y empuja definiciones antes de fin de año, aunque los obstáculos van cambiando de color.

En esta oportunidad, fuentes de la UE afirmaron a El País que en las dos últimas reuniones técnicas entre la UE y el Mercosur, todos los presentes se mostraron flexibles, pero Argentina no llevó una posición negociadora, dado que sus funcionarios explicaron que “llegaron sin instrucciones”.

Este stand by que de alguna manera impuso el presidente Alberto Fernández significa un retraso al conjunto, aunque -a diferencia de los 20 años anteriores de negociaciones entre los bloques- ahora los borradores van y vienen con mayor celeridad y, prácticamente todos los días, se dan conversaciones internas para “desbloquear”.

“Uno puede decir que las negociaciones técnicas están listas para el impulso político final”, dijo el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, en la rueda de prensa posterior a la reunión que celebraron ayer en Bruselas los representantes de los países de la Unión Europea.

Ese impulso político vendrá, seguramente, con un remate del presidente electo de Argentina, Javier Milei, que se espera se pronuncie sobre este tema en los días posteriores a su asunción al cargo el próximo 10 de diciembre.

Brasil, que en un momento postergó la firma por la cláusula medioambiental agregada que exige la UE y que fue sentida por su presidente Luiz Inacio Lula da Silva como una “soga al cuello”, está superando los escollos. Incluso Lula anunció que puede presentar su respuesta definitiva a las demandas del Mercosur en las negociaciones entre ambos bloques durante la COP28 en Dubái, que comienza el día 30.

Entonces, lo que falta es que Argentina, con su próximo gobierno, se suba al tren. Es claro que los negociadores de ambos bloques deben esperar por la posición de Milei, quien se ha manifestado en contra de la pertenencia de su país al Mercosur, no obstante le confió los temas de política exterior a Diana Mondino, quien está a favor del acuerdo con la UE.

Por lo pronto, una fuente de la UE dijo a El País: “No vemos en absoluto que el presidente electo Javier Milei vaya a ser un problema para la firma del acuerdo UE-Mercosur. No lo pensamos de esa manera para nada”.

Jorge Piedrahíta, economista argentino y CEO de Gear Capital Partners, dijo a El País desde Buenos Aires: “Aún no queda clara la posición de Milei sobre este tema, pero no dudo que la UE ha venido conversando con su equipo y que su canciller, la economista Diana Mondino, ejercerá un rol de educadora del presidente electo en política internacional”.

Los más optimistas esperan algún anuncio sobre el acuerdo UE-Mercosur el próximo 7 de diciembre en una cumbre al más alto nivel en Brasilia, antes de que el presidente Lula le pase la presidencia pro témpore del Mercosur a Paraguay. Esto, en gran parte, debido a que Lula querría pasar la posta del bloque mostrando logros explícitos de su gestión.

Otros señalan que podría llevar más tiempo, pero que igual perfila bien, considerando además las presiones para que el acuerdo concluya, por ejemplo por parte de las gremiales industriales del Mercosur, entre otras organizaciones y los países. Basta recordar que Santiago Peña, presidente de Paraguay, afirmó en septiembre pasado que si el acuerdo con la UE no se cierre este año, el Mercosur se retirará de las negociaciones. Y si de presiones hablamos, también Uruguay ha hecho lo propio.

“El acuerdo UE-Mercosur, de fondo, está definido. Solo queda la recta final del tire y afloje. Hay que concluirlo para que luego, el Mercosur pueda avanzar con acuerdos con Singapur, con Corea, hay una lista larga de países para firmar”, dijo a El País Ignacio Munyo, economista y director ejecutivo del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres).

Mondino está a favor de la flexibilización del Mercosur y de la firma de un acuerdo con la UE. Así lo manifestó a El País a mediados del pasado febrero, en Punta del Este.

En dicha ocasión, la futura canciller reconoció que -según sus palabras- el “Mercosur es una piedra en el zapato para Uruguay”, que ese bloque “se hizo en los 80” y que debía “abrirse al mundo”. Además opinó que Argentina cometió un “error estratégico gigante” cuando el gobierno de Fernández se echó para atrás en las negociaciones. “Si un mercado enorme, como el de la Unión Europea, te abre las puertas, te impone requisitos de transparencia, condiciones de seguridad e higiene, te mejora los estándares de producción y encima te compra, ¿por qué decir que no? Lo que pasa es que no necesariamente al gobierno argentino (de Fernández) le gustan los requisitos de transparencia, ni otros controles”, afirmó Mondino en esa fecha.

Aun con anuncios en los próximos días, el acuerdo deberá trabajar los “flecos” pendientes y ser ratificado por cada país de la UE. Al respecto, el Embajador de la UE en Uruguay, Paolo Berizzi, en diálogo con El País el pasado 7 de mayo, aclaró que la idea es implementar el acuerdo en forma interina, sin esperar que los países lo ratifiquen previamente. “El hecho de que los países puedan ver los beneficios del acuerdo, facilitará su ratificación”, afirmó.

“Nunca pusimos tanta atención en América Latina como en el 2023. En 2024 entraremos en un año electoral, porque hay elecciones en el Parlamento Europeo y se eligen nuevos presidentes de: la Comisión Europea, el Consejo Europeo, el Parlamento Europeo. Diría que el año 2024 será complicado para avanzar con el Mercosur”, dijo el embajador Paolo Berizzi.