INFORME
Las mejoras de conectividad y el acceso a internet explican porqué América Latina se ha convertido en una región dominante para la expansión de este tipo de empresas.
Este contenido es exclusivo para nuestros suscriptores.
El banco estadounidense, JP Morgan (uno de los más grandes del mundo) afirmó que Uruguay es uno de los siete países líderes de América Latina en términos de inversiones de empresas de tecnología financiera (fintech).
Junto con Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, Uruguay se posicionó como un “terreno fértil” para el desarrollo de las empresas fintech. De acuerdo a un informe elaborado por JP Morgan, del grupo de siete países, cuatro acapararon el 99% de la financiación fintech de toda la región en 2020, entre ellos Uruguay con una participación del 7%, además de Brasil (66%), México (19%) y Colombia (6%). Esto no tiene en cuenta la salida a bolsa de dLocal, que se dio el 3 de junio de este año.
Las mejoras de conectividad y el acceso a internet son los dos factores fundamentales que explican porqué América Latina se ha convertido en una región dominante para la expansión de este tipo de empresas.
Según la institución, “la mayoría de las fintech latinoamericanas han recibido capital de riesgo” y afirmó que “la inversión fintech en la región ha aumentado más de 10 veces desde 2017”.
El informe de JP Morgan ahondó en los motivos que llevaron a que América Latina se posicione como líder en el “impresionante auge” y desarrollo de las empresas de tecnología financiera.
Entre ellos mencionó el significativo aumento del acceso a la telefonía móvil en la población latinoamericana que pasó de menos del 10% de la población que tenía acceso en el año 2000 al 68% en 2019.
También destacó el desarrollo de la infraestructura digital, la “creciente tasa” de adopción del comercio electrónico, así como la “baja penetración” de las cuentas bancarias dado que “solo la mitad” de los latinoamericanos tiene una cuenta en un banco y por último, la “subutilización e insatisfacción” de las personas con los servicios financieros tradicionales.
En relación al tipo de fintech, el informe señaló que “la mayoría” de las compañías de este rubro en América Latina se clasifican en cuatro categorías: los servicios de pago que representan el 30% del total, los servicios financieros alternativos (30%), los servicios de gestión de empresas personales o de activos (20%) y servicios de comercio y mercado de capitales (10%).
“Muchas innovaciones han provenido de startups no bancarias que ofrecen servicios como billeteras digitales, tarjetas de crédito y tarjetas de prepago, y que han capitalizado hábilmente la alta demanda de servicios de dinero electrónico”, afirmó JP Morgan.
En ese sentido, de acuerdo al informe tanto los contratos inteligentes, como los pagos electrónicos y los préstamos en línea han significado una mejora significativa en términos de inclusión financiera en América Latina “y han proporcionado a los individuos y a las pequeñas y medianas empresas los recursos que necesitan para expandirse”.
A su vez eso ha provocado un aumento de la competitividad a nivel regional y un mayor impulso al crecimiento económico.
El documento de JP Morgan puso algunos ejemplos individuales de fintechs exitosas en la región y destacó “grandes inversiones” en la compañía colombiana Rappi; también resaltó a la firma argentina Prisma medios de pago; el banco digital brasileño Nubank, así como la empresa mexicana Konfío.
El informe también mencionó el caso de MercadoPago, al que calificó como “brazo financiero del gigante del comercio electrónico Mercado Libre”. Sobre esta compañía, el reporte indicó que la solución financiera de la firma se está expandiendo “rápidamente al resto de América Latina”, lo que amplía su alcance regional y su impacto.
“Los defensores de la inversión a gran escala en fintech en América Latina suelen subrayar cómo, al competir con los métodos tradicionales en la prestación de servicios financieros, la tecnología financiera reduce eficazmente el costo de unos servicios financieros muy necesarios y llega a millones de personas que no tienen acceso a la industria financiera formal, dijo el banco.
Asimismo, manifestó que quienes defienden la inversión en empresas de tecnología financiera “subrayan cómo la fintech puede impulsar el consumo privado y apoyar a innumerables sectores económicos fomentando el desarrollo, lo que puede ser fundamental para impulsar el crecimiento de la productividad general y atraer la inversión extranjera directa a la economía”. Esto implicaría “una contribución vital para una región con múltiples desafíos no resueltos”.
Comercio electrónico.
El informe de JP Morgan también puso el foco en el desarrollo y la expansión que ha tenido el comercio electrónico en América Latina. De acuerdo con el banco de inversión estadounidense, en 2020 las ventas por internet en el continente registraron un aumento del 37% y afirmó que en los últimos tres años, el volumen de negocio de las plataformas financieras digitales se multiplicó por 10.
Además, afirmaron que la pandemia del COVID-19 colocó a la región latinoamericana “a la cabeza mundial” en términos de crecimiento de comercio electrónico dado que mientras que a nivel global en 2020 se registró un crecimiento de 28% frente al año anterior, en América Latina esa cifra fue del 37%.
“América Latina se está convirtiendo en una de las regiones más móviles y conectadas, y donde el comercio electrónico y el sector fintech están sobresaliendo muy notablemente. Esto es una muy buena noticia: Se espera que esta nueva perspectiva digital traiga más desarrollo económico y la inclusión financiera de millones de ciudadanos”, sentenció JP Morgan.