Bandera de Conveniencia

Hemos recibido del Práctico Capitán Felipe Planelles Calpe, y agradecemos, un libro de su reciente edición, que bajo el título "Bandera de Conveniencia (Crónicas de un Marino Mercante)" narra en amenos capítulos su vida profesional de marino desde que egresó de la Escuela Naval de Montevideo en 1967 hasta principios de los 90, que ingresó como Práctico del Puerto de Montevideo. Fueron casi 25 años navegando en buques uruguayos y en barcos mercantes de diferentes banderas del mundo, en variadas condiciones y ocupando diferentes puestos, desde tercer oficial a capitán, con variadas experiencias en cada una.

Fue también capitán de los Aliscafos, del "Silvia Ana" y de otros. Como bien lo dice el Capitán Albornoz en la contratapa, la vida o mejor dicho las experiencias de un marino recorriendo los diversos escenarios marítimos y terrestres del mundo son siempre atractivos y sus vivencias deben darse a conocer, hasta por valor didáctico, orientador, que además ayuda a la reflexión, agregamos nosotros.

Salvando algunos conceptos políticos innecesarios, el libro es enriquecedor y descubridor de otros mundos culturales y sociedades diferentes. Pero sobre todo nos da la oportunidad de acercarnos un poco a la sacrificada vida de un marino -según los tiempos y los barcos- que no ha sido fácil a través de la historia.

Hoy, siglo XXI, lejos de aquellos terribles renunciamientos que se exigía a los marinos con barcos alimentados a carbón, con mejores salarios, barcos más seguros, mejores condiciones a bordo, para nosotros alejarse del hogar siempre es algo que debe doler mucho con la única alegría del reencuentro con los suyos cada tantos meses.

Algunos capítulos de este libro son apasionantes, casi de aventuras, y otros habrá que disfrutarlos leyéndolos dos veces. Nos gustó.

Y lo decimos porque el Capitán Planelles vivió junto a otros tripulantes uruguayos situaciones de inminente peligro al tener que enfrentar y repeler el ataque de "piratas" africanos en la costa de Africa Occidental y durante más de sesenta debieron vivir jornadas en vela esperando nuevos ataques, hechos que sucedieron mientras estaban fondeados esperando turno para entrar a un puerto de Nigeria para descargar. Experiencia que también pasaron otros uruguayos en otros barcos transportando cemento. Nos gustó el libro.

E.C.

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