MARÍTIMAS

Crece a pasos agigantados el proyecto de creación de una hidrovía en la Laguna Merín. Esa obra permitirá sacar exportaciones de Brasil y de Argentina equivalentes a más de cinco millones de toneladas por año. La obra tendrá un costo de casi US$ 7 millones y tendrá 260 kilómetros de extensión.

El miércoles 13, los gobiernos de Uruguay y Brasil recibieron en la embajada uruguaya de Brasilia (capital norteña) los estudios de viabilidad económica del proyecto de dicha hidrovía elaborados por la empresa DTA Ingeniería.

“Un nuevo paso para la concesión de la Hidrovía de la Laguna Merín, en Río Grande del Sur. Los estudios del proyecto ya fueron entregados al gobierno brasileño. El ministro de Infraestructura (Marcelo Sampaio) recibió el material de manos del embajador de Uruguay, Guillermo Valles, este miércoles”, señala un tuit emitido por dicha Secretaría de Estado de Brasil.

En el evento realizado en la embajada uruguaya también se encontraba el subsecretario del Ministerio de Transporte de Uruguay , Juan José Olaizola.

Denominado como “Hidrovía Brasil-Uruguay”, la iniciativa es la primera de transporte marítima calificada en el “Programa de Sociedades de Inversiones”. Es decir, un consorcio privado se encargará de los trabajos y cobrará un peaje por un plazo de 25 años con opción a otros cinco.

La futura obra garantizará el tráfico seguro de embarcaciones y el trasiego de cargas por la región sur del territorio norteño. Y viabilizará el acceso de embarcaciones uruguayas al puerto de Río Grande (Río Grande del Sur) por medio de un canal que unirá la Laguna Merin y la Laguna de los Patos.

Los trabajos de dragados y señalizaciones se realizarán por el canal San Gonzalo que conecta ambas lagunas.

“Brasil y Uruguay tienen una gran historia. Son más que países hermanos. Compartimos más de mil kilómetros de frontera y mantenemos un expresivo comercio bilateral del orden de los US$ 3 mil millones anuales”, dijo el ministro brasileño Sampaio.

Y agregó: “Nos unen lazos históricos, económicos y culturales. Lo que queremos es que esta vía fluvial funcione y la región fronteriza, especialmente en el sureste de Río Grande del Sur y el noreste de Uruguay, prospere”.