Los distintos sectores están revisando sus números casi al cierre de este año, ante un Producto Interno Bruto (PIB) que cayó en el segundo trimestre (según el área de la actividad, por el dólar planchado durante gran parte de 2023, el diferencial cambiario con Argentina, el impacto de la sequía, UPM II, entre otros factores), en tanto para 2024 se espera mayor dinamismo y recuperación.
El Banco Central (BCU) y analistas proyectan que la economía crecerá menos de 1% en 2023 y en el orden del 3% para 2024. En ese marco, El País conversó con representantes de los sectores de construcción, exportaciones, tecnologías de la información, zonas francas, turismo, comercio automotor y centros comerciales para conocer sus balances al momento y qué esperan.
Construcción
La industria de la construcción vivió un punto de inflexión en 2022 con la finalización de las obras de UPM II, pero en 2023 la actividad quedó bastante estable con vivienda promovida (que es muy intensa en mano de obra), vialidad y las obras del ferrocarril central. “El impacto de la terminación de UPM II se amortiguó con la vivienda promovida y otras obras, así que hubo una meseta este año en cuanto al número de trabajadores, que es estable, unos 56.000”, dijo a El País Alejandro Ruibal, presidente de la Cámara de la Construcción.
No obstante, la contracción ocurrió a nivel de inversiones, del orden del 6,6% en el segundo trimestre de este año en relación al mismo período de 2022, según el BCU.
Para 2024, Ruibal espera que la buena actividad de vivienda y vialidad continúen, con expectativas de incidencia positiva de los proyectos de agua de Berazategui y de saneamiento, que espera se activen y compensen la frenada de la próxima finalización del ferrocarril central. Según la Rendición de Cuentas, existe un buen tramo todavía para ejecutar para 2024. En cuanto a la vivienda privada, “viene a buen ritmo y que así seguirá el próximo año”, dijo Ruibal.
Exportaciones
Las exportaciones de bienes tuvieron 12 meses consecutivos de caída y en el pasado octubre volvieron a crecer. Pese al alza, Facundo Márquez, presidente de la Unión de Exportadores (UEU), proyecta que 2023 cerrará con una caída del 15 % en relación a 2022. La baja se dio por el impacto de la sequía en la producción de la soja y la carne, en términos de volumen y precios internacionales. Esto resulta en que la pérdida de ingresos por exportación, fundamentalmente de soja y carne, en lo que va del año asciende a US$ 2.000 millones, en comparación con el mismo lapso de 2022, según afirmó Márquez. “Para 2024 tenemos mejores perspectivas, porque habrá mejor cosecha y UPM II estará funcionando a capacidad plena. La recuperación será en exportaciones de bienes; la de servicios estará más estable, con mejoras pero no como en los niveles de los últimos años”, agregó.
Sobre el precio del dólar, Márquez consideró que el BCU todavía tiene espacio para seguir bajando la tasa de interés de referencia, lo que beneficiaría al sector, “siempre que se mantenga controlada la inflación”, acotó.
Consultado Carlos Acle, presidente de la Cámara Uruguay de Tecnologías de la Información (CUTI), confirmó que hubo una desaceleración de la exportación de servicios de desarrollo de software a Estados Unidos (el gran mercado para el sector) durante gran parte de 2023, debido a la situación de las empresas en ese país, pero que en los últimos meses se ha recuperado en alguna medida.
En ese sentido, el mercado local uruguayo y la exportación de servicios a otros países sirvieron para amortiguar el impacto del fin del boom de las exportaciones de servicios de software a EE.UU.. “Tuvimos un primer semestre entre bueno y muy bueno por la demanda del mercado local y latinoamericano, y esperamos que en 2024 el mercado de EE.UU. levante”, dijo Acle.
Las empresas socias de CUTI han puesto más la mira en mercados como Colombia, Paraguay, México y Chile y esperan también que la demanda a nivel local siga traccionando, con la inteligencia artificial como principal palanca.
Según Uruguay XXI, las exportaciones de servicios de software fueron por US$ 1.200 millones en 2022, un récord producto del auge de la digitalización en las empresas, con EE.UU., Canadá y Reino Unido a la cabeza como destinos. La baja en ese renglón hizo que el mercado local cobrara protagonismo últimamente.
Zonas Francas
Enrique Buero, presidente de la Cámara de Zonas Francas, dijo a El País que han surgido nuevos proyectos de inversiones en infraestructura (sin dar detalles) y que el nivel de actividad ha sido muy bueno, por encima del resto de la economía.
“Culminada la construcción de UPM II se comenzará a ver su impacto permanente en la contribución al PIB, generación de empleo, exportaciones y todo lo que genera la cadena de valor de este tipo de proyectos, con el derrame al resto de la economía”, afirmó Buero.
A su entender, UPM II (que opera en zona franca) representa la “descentralización” de la actividad del país, y empleo sobre todo en la zona centro, que es necesario. Buero reclamó actualización de cuestiones regulatorias en lo que refiere al Ministerio de Salud Pública y agilización procesos administrativos, para favorecer al sector. “En 2024 también habrá desafíos en materia de fiscalidad internacional, que requerirán actuar con mucha prudencia para proteger la captación de inversión extranjera”, alertó.
Automotor
La Cámara de Comercio Automotor (ACAU) estima un crecimiento de 5% de las ventas de vehículos 0 kilómetro en 2023 en relación a 2022, fundamentalmente por el comportamiento del dólar (“planchado” en gran parte del año) que ha favorecido al sector y el índice del confianza del consumidor que subió a “moderado optimismo”, lo que lleva a gastar más.
En 2022, se vendieron 55.000 vehículos en el país y ACAU calcula que se llegará a 57.000 en 2023. “No me animo a hacer proyecciones para 2024 porque el dólar es difícil de prever, pero si no hay grandes cambios, habrá mejoras”, dijo Ignacio Paz, gerente de ACAU.
Sobre los vehículos eléctricos, vienen duplicando sus ventas año a año. En lo que va de 2023, se vendieron 1.250 unidades de este tipo.
Turismo y frontera
Fernando Tapia, vicepresidente de la Cámara Uruguaya de Turismo (Camtur), afirmó a El País que el año cierra con un aumento de turistas en comparación con 2022, pero que el gasto promedio de estos ha caído 8% en relación a 2019. Según datos del Ministerio de Turismo, unos 2 millones de turistas llegaron al país en el primer semestre del año y produjeron ingresos por más de US$ 1.000 millones, lo que confirma la recuperación del sector.
Para 2024, Tapia confía en que Argentina irá corrigiendo su economía (gane quien gane las elecciones), lo que impactaría positivamente en Uruguay. “El sector necesita medidas que ayuden a la micro, pequeña y mediana empresa”, dijo Tapia hacia 2024.
Por su parte, Vera Facchin, presidenta de la Confederación Empresarial (CEDU) que reúne a 25 centros comerciales del interior, reclamó por la crisis que se vive por el diferencial cambiario con Argentina, que impacta sobre todo en Salto y Paysandú con una caída del 22% de las ventas en 2023. “Las empresas están duramente afectadas y no vemos mejoras para 2024”, afirmó a El País, advirtiendo que este fenómeno se está extendiendo en el país.
Asimismo, el sector espera que se revea el tema de las instalaciones de los comercios de grandes superficies (cadenas de supermercados), que se está dando en el interior y que podría perjudicar a los pequeños comerciantes de la zona.