Ancap y el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) informaron ayer sobre el acuerdo de implementación con HIF Global,para el proyecto de hidrógeno verde que producirá e-fuels, mientras siguen las asperezas por la decisión del gobierno uruguayo de no participar en ese proyecto.
Se trata de un acuerdo a través de Alcoholes del Uruguay (ALUR) y HIF para llevar a cabo el proyecto de e-combustibles en Paysandú, tras la polémica que generó una cláusula del mismo y que desencadenó la renuncia del presidente de la estatal, Alejandro Stipanicic.
Se proyecta como la mayor inversión en la historia del Uruguay, superando a la de la segunda planta de celulosa de UPM.
Stipanicic renunció a la presidencia de Ancap, por discrepancias con el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), ante la negativa de éste a dejar una cláusula en el acuerdo que daba la posibilidad al Estado uruguayo en participar en hasta un 30% del proyecto HIF en Uruguay.
“Llevamos muchas horas negociando el mejor contrato y en el Directorio (de Ancap) tomamos decisiones de no comprar acciones de la empresa privada (HIF). Sí desarrollamos el proyecto de cooperación para dinamizar la economía”, afirmó el vicepresidente de Ancap, Diego Durand.
“La nueva administración va a seguir trabajando en este camino que iniciamos en 2022”, agregó. Según cálculos de Ancap, el proyecto HIF va a generar 1.500 puestos de trabajo al momento de la construcción y, en la parte operativa, generará entre 300 y 400 empleos. “Será una obra más grande que la de UPM”, destacó Durand. “ALUR va a vender 150.000 toneladas de CO2, que se captura y, a través de un proceso que hará HIF, vamos a generar combustibles renovables”, afirmó al referirse al metanol y otros combustibles sintéticos de exportación que se producirán en Uruguay.
Disputas en pie
La titular del MIEM, Elisa Facio, dijo, por su parte, que “el rol del Estado será promover y controlar”, para que lleguen inversiones a Uruguay. “Y hasta ahí llega para nosotros la responsabilidad del Estado en estos proyectos”, reafirmó.
Consultada en la rueda de prensa, sobre si la no participación de Ancap podría ser un mensaje negativo para los inversores en este tipo de negocio, Facio fue categórica: “No, no lo es. Tuvimos conversaciones con las personas que lideran el proyecto HIF y les preguntamos si para ellos era un inconveniente que el Estado uruguayo manifestara su decisión de desistir de la participación y nos dijeron que no era un problema, en lo más mínimo”.
Facio señaló que el proyecto HIF lleva una inversión de US$ 6.000 millones y que, si Uruguay participara no con el 30% (que es el máximo posible), sino por ejemplo con un 10%, serían US$ 600 millones, que equivalen al 1% del Producto Interno Bruto (PIB).
“Ese 1% del PIB es lo que desde hace muchísimos años la Universidad de la República (UdelaR) está reclamando como presupuesto. Lamentablemente —lo digo porque yo soy exalumna de la UdelaR y quiero mucho a esa casa de estudios— nunca ningún gobierno ha podido darle ese porcentaje del presupuesto, para investigación y desarrollo de nuestros investigadores”, afirmó.
“Si yo tuviera la oportunidad de elegir, no pondría US$ 600 millones en este proyecto (HIF) —en el que creo y estoy segura de que va a dar muchas cosas buenas al país—, pero no es una prioridad para el Estado uruguayo. Sería más saludable ponerlo en otras cosas, por ejemplo, en el presupuesto de investigación”, insistió.
Sobre las diferencias que esto generó con la ministra de Industria designada, Fernanda Cardona (actual directora de UTE en representación del Frente Amplio), Facio señaló: “No he tenido contacto con la ministra entrante. Entiendo (que las diferencias que tuvieron) fueron una circunstancia puntual, pero me alegro que ella esté a favor de este proyecto. De alguna manera, en los años que estuvo en el directorio de UTE ha votado en contra de muchas cosas que ayudaban a la viabilidad de este proyecto, pero en definitiva si ahora está a favor, es una buena noticia”.
Cabe recordar que Cardona dijo estar en desacuerdo con el Poder Ejecutivo y que no tener la opción de participar en el proyecto HIF es “una oportunidad perdida” para el país. En esa línea, propuso estudiar el tema más a fondo, pero que, llegado el caso, será difícil negociar de nuevo lo que ya se había logrado.
Cardona también señaló que el acuerdo entre HIF y UTE que está negociando el MIEM no es conveniente para UTE, ante lo cual Facio señaló que aún no se ha firmado.
Fase actual
El proyecto de HIF está en la fase de ingeniería de detalle y en espera de autorizaciones sobre el uso del suelo.
Sobre el nivel de agua que requería HIF, la ministra dijo que “solo llevará el 4% del agua que se utiliza en riego, en el país, no es un problema”,
Facio afirmó anunció finalmente que el MIEM firmó acuerdos con la Intendencia de Tacuarembó y que el 6 de febrero lo hará con la de Paysandú, para generar espacios donde los ciudadanos puedan presentar sus inquietudes sobre estos nuevos proyectos.
Bases para la planta en Paysandú
El acuerdo final de implementación firmado entre Alcoholes del Uruguay (ALUR), empresa del Grupo Ancap, y HIF Global, sienta las bases de una colaboración estratégica entre las partes para el proyecto de e-fuels en Paysandú.
El acuerdo le permitirá a ALUR valorizar el efluente, reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y proveer CO2 biogénico como insumo clave para la producción de combustibles sostenibles, en la planta de combustibles sintéticos de HIF Global.
El acuerdo también establece cómo será el contrato de abastecimiento de CO2 biogénico que se produzca y su precio de venta a la planta de HIF Global.
Cabe destacar que HIF Global prevé, en la planta de combustibles sintéticos a ubicar en Paysandú, una inversión estimada en US$ 6.000 millones, que producirá 700.000 toneladas anuales de combustibles renovables. Se estima que el proyecto requerirá 900.000 toneladas de CO2 reciclado por año, de las cuales unas 150.000 toneladas provendrán de ALUR.
La firma del acuerdo le permite ahora a la multinacional de origen chileno avanzar en la búsqueda de financiamiento para este planta en Uruguay.
El proyecto de HIF se encuentra en una fase de espera de la resolución final sobre el uso de suelo del terreno donde se emplazará y su posterior Viabilidad Ambiental de Localización (VAL).
Asimismo, se avanza en la elaboración del Estudio de Impacto Ambiental (ESIA) y en la ingeniería de detalle de la planta, su infraestructura de servicios y accesos.
El objetivo del Estado uruguayo es posicionar al país como referente en soluciones energéticas innovadoras para el mundo. El gobierno actual apoya ese objetivo pero no está dispuesto a que el Estado tenga que correr el riesgo de invertir. Durand destacó la firma como “un día histórico para Ancap”, dado que el acuerdo posiciona al organismo, a nivel mundial, con este proyecto de generación de energías renovables. “Somos mirados desde el exterior desde la admiración por estos proyecto verdes”, afirmó el vicepresidente de Ancap.
Próximos pasos de la hoja de ruta
El acuerdo de implementación firmado es uno de los pasos claves para que HIF Global avance en la búsqueda de financiamiento del proyecto.
Durand afirmó que los próximos pasos de la Hoja de Ruta son publicar el contrato firmado, incluyendo el acuerdo de suministro que da paso a las subsiguientes etapas, en la que los inversionistas jugarán un papel clave.
La ministra Facio destacó que, como el hidrógeno verde constituye una industria nueva, corresponde legislar o generar normativa al respecto. De hecho, ya se ha generado normativa desde la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea) y desde el MIEM. “Tenemos un decreto de combustible renovable pronto para la firma”, anunció Facio.