Redacción El País
Uno de los esquemas de fraudes que más preocupa a los expertos en la actualidad es el de las estafas piramidales donde los organizadores prometen dinero fácil a través de una alta rentabilidad del negocio. Uno de los casos más recientes en Uruguay fue el del fondo ganadero Conexión Ganadera en el que más de 4.000 inversores se vieron afectados en al menos US$ 250 millones. El docente de la Universidad Surcolombiana, Carlos Salamanca, citó este caso como ejemplo en la región y lamentó que el sector ganadero esté expuesto a este tipo de fraudes.
Otro de los ejemplos citados por Salamanca durante la charla Global Money Week organizada por la Universidad de Montevideo (UM) estuvo vinculado a un fenómeno digital en auge: las criptomonedas. En especial, el caso del criptoactivo argentino $LIBRA lanzado en la red social X del presidente Javier Milei que ayudó a atraer a más de 40.000 inversores con pérdidas de más de US$ 4.000 millones.
Sin embargo, $LIBRA no fue la primera estafa con criptomonedas en Argentina ya que el caso Generación Zoe prometía altas rentabilidades a través de inversiones en cripto y coaching financiero, cuyo líder, Leonardo Cositorto, fue condenado a 12 años de cárcel en febrero de este año . Se estima que alcanzó al menos US$ 120 millones y se expandió a otros países.
Uno de los primeros casos que sacudió a la región fue CLAE (Centro Latinoamericano de Asesoramiento Empresarial) en Perú, fundado en 1978 y que entre 1989 y 1993 captó mas de US$ 200 millones anuales con promesas de 100% de rentabilidad.

Los casos con mayores pérdidas se produjeron en Ecuador y Brasil. Este último fue a partir de la empresa Minerworld, que ofrecía altas rentabilidades anuales a través de la inversión en criptomonedas que terminaron con más de 5.000 personas afectadas por US$ 360 millones. Por su parte, el caso Notario Cabrera en Ecuador fue uno de los más grandes de su historia. Tras el fallecimiento del líder José Cabrera Román en 2005, se descubrió el manejo de unos US$ 800 millones que afectó a más de 30.000 inversionistas.
En Colombia, el grupo DMG operó entre 2003 y 2008 y ofrecía importantes rentabilidades a corto plazo a través de la comercialización de distintos productos y servicios. La estafa logró captar unos US$ 1.000 millones en un negocio que prometía una renta fija de entre 50% y 300% en dos meses. El otro caso colombiano fue el de la empresa DRFE (Dinero Rápido, Fácil y Efectivo) que afectó a más de 100.000 personas por US$ 181.000 millones a través de unas 94.000 operaciones de recaudo.
Medidas implementadas
Si bien existe una falta de regulación específica sobre nuevas formas de inversión, tras varios de estos casos que se repetían en la región, los países fortalecieron sus marcos regulatorios e impulsaron mayores herramientas de educación financiera para evitar estos fraudes. Salamanca mencionó el caso de Perú donde la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP emitió anuncios ante posibles esquemas fraudulentos.

El especialista lamentó que sigan ocurriendo este tipo de estafas y sostuvo que las víctimas suelen pertenecer a distintas clases socioeconómicas, donde prevalece la clase media baja. Salamanca explicó que los inversionistas buscan mejorar su situación de forma rápida, aunque sin conocimientos financieros previos. En ese sentido, señaló que en muchos casos la divulgación de la información llegó tarde a la región o no fue suficiente para contrarrestar estas situaciones.
Salamanca resaltó la importancia de la educación financiera para prevenir estos casos y agregó que la falta de reacción de las autoridades regionales hizo que estos esquemas se expandieran aún más y con mayor velocidad.
Características y precauciones
Según explicó el especialista, la rentabilidad es el principal elemento que capta la atención con el fin de recibir dinero fácil, pero no es el único factor a tener en cuenta a la hora de invertir en un nuevo proyecto, sino que en cambio, explicó que puede resultar en una inversión con altos riesgos, pocas garantías e importantes incertidumbres. Para evitar estos casos, resaltó la importancia de encontrar un equilibrio entre el riesgo y la rentabilidad del negocio.
Por otra parte, explicó el funcionamiento de este tipo de estafas que comenzaron a partir del esquema Ponzi basado en la falta de inversión real, falsas promesas de altos y constantes rendimientos y la necesidad de nuevos participantes. Salamanca señaló que las inversiones de muy alto riesgo ofrecen ganancias mayores a las tradicionales y garantizan estabilidad incluso durante época de crisis. Estas rentabilidades pueden alcanzar entre el 12% mensual hasta 200% en dos meses.
Además de los riesgos, el rendimiento y la incertidumbre entre los elementos necesarios para invertir de forma segura, Salamanca resaltó la oportunidad, donde el retorno de inversión debe coincidir con la necesidad de las personas. Mientras que también destacó la importancia de contar con instrumentos de inversión que ofrezcan protección como seguros o respaldo estatal.