Por Luis González/Partido Independiente
Cuando analizamos el sistema tributario uruguayo, y teniendo en cuenta que la enorme mayorÍa de las unidades productivas son micro, pequeñas y medianas empresas, surge casi espontáneamente, como una primera sensación, que ni las empresas ni las personas, están en condiciones de soportar una mayor presión fiscal.

Una definición de presión fiscal, es la que dice que es “la cantidad de recursos medidos en porcentajes del Producto Interno Bruto (PIB) que un país obtiene por impuestos, contribuciones a la seguridad social y otros ingresos, para financiar el gasto público”

Una reciente publicación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que analiza la presión fiscal equivalente en América Latina y el Caribe, muestra que Brasil, presenta la mayor presión fiscal equivalente, por encima del 35% del PIB, Argentina tiene un 35% y tercer lugar está nuestro paÍs, apenas por debajo del 35% del PIB.

Todos los demás países de América Latina y el Caribe, medidos en este estudio del BID, muestran presiones fiscales por debajo o muy por debajo de estos guarismos antes mencionados.

Este dato no es menor, a la hora de pensar y diseñar la forma que tributan las empresas y las personas en nuestro país, y como incide tal tributación en el crecimiento personal y/o empresarial y por ende, en el crecimiento del país.

Es importante entonces dejar en claro, que nuestro partido, el Partido Independiente, hará todos los esfuerzos necesarios, dentro de la coalición de gobierno, para evitar, que la continuación y mejora de las políticas, sobre todo en el ámbito social, educativo y laboral, que se han iniciado en el presente periodo de gobierno y serán redondeadas en el próximo gobierno de coalición a partir de marzo de 2025, no sean financiadas con aumento de impuestos. En cambio, sí buscando soluciones y aportando ideas viables y posibles de disminuir el peso del gasto del Estado, de manera de rebajar esa carga tributaria, que es también una de las causas del escaso crecimiento histórico de la actividad económica y productiva del país.

Foto: Fernando Flores

El sistema tributario uruguayo en general está basado en impuestos indirectos y directos, siendo los impuestos indirectos los de mayor recaudación en dicho sistema.

La recaudación del IVA representa cerca del 50% de la recaudación total del fisco.

Por su parte los impuestos de gravan rentas o ingresos de las empresas, como el Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE) representan aproximadamente el 14% de la recaudación, mientras que los impuestos que gravan ingresos de las personas en actividad o jubiladas, en sus dos versiones, el Impuesto a las Rentas de las Personas Físicas (IRPF) y el Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social (IASS), representan un 18% de total recaudado por la autoridad fiscal.

Es decir un 32% de la recaudación total del Fisco en nuestro país, es fruto del trabajo, ya sea combinado con el capital, como en el caso de las empresas, o trabajo y jubilación en el caso de las personas.

De acuerdo a la dimensión de las empresas y medido por el importe de sus ingresos fundamentalmente, las empresas, si no tienen obligación legal de llevar contabilidad, pueden acogerse al régimen ficto de liquidación del impuesto a la renta.

Consecuentemente con lo propuesto por el Partido Independiente durante la campaña electoral de 2019, y planteado también en agosto de 2020 al presidente de la República, Luis Lacalle Pou (y plasmado en la ley del Presupuesto), se modificó mediante decreto del Poder Ejecutivo, la forma de liquidación ficta que aplican las Micro y Pequeñas Empresas a partir del 1° de enero de 2023.

El nuevo régimen, mucho más beneficioso para estas empresas, establece que se aplican a las ventas, servicios y demás rentas brutas, el porcentaje correspondiente a cada tramo. Pasa a ser progresivo por franjas y por tanto aplicando el porcentaje correspondiente a cada tramo, en forma similar al IRPF (ver cuadro).

Régimen pymes y propuesta PI

Para el próximo gobierno, nuestro partido, propone incorporar nuevos tramos de ingresos (ver cuadro) para acentuar la progresividad del impuesto y mejorar la perspectiva de consolidación de las Micro y Pequeñas Empresas.

Asimismo planteamos establecer que el costo fijo de la tarifa comercial de OSE aplicada a micro y pequeñas empresas, sea igual al costo fijo de la tarifa residencial. Actualmente opera como un impuesto encubierto.