Un crecimiento de la economía uruguaya de 3,2% en 2024 (rebote del impacto de la sequía, vuelta a la actividad de la refinería de Ancap, crecimiento fuerte de la celulosa, entre otros factores) proyecta el BBVA Research (el equipo de análisis del banco español con presencia en Uruguay) según su presentación de este mediodía. A su vez, prevé una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de 2,7% en 2025.

Las alertas amarillas están en que, si bien la regla fiscal se ha cumplido por cuarto año consecutivo a 2023, tal como lo indica el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el BBVA pone foco en que el ajuste fiscal (realizado al inicio del gobierno) se ha ido deteriorando desde el pasado enero a abril. La proyección del déficit global es de -3,6% del PIB para este año.

Se ha dado una desaceleración de la actividad que significa menos ingresos para el fisco y hubo un aumento más allá del límite permitido por la regla fiscal en los primeros meses del año. “Puede ser que esto se acomode, pero es difícil de lograrlo por ser un año electoral”, dijo Adriana Haring, representante del BBVA Research.

“Acá hay luces amarillas (en el cumplimiento de la regla fiscal para este año). Aunque se espera que la recaudación fiscal aumente, hay que seguir el indicador, no es para alarmarse”, agregó.

El impulso de la actividad está dado por la reversión del efecto de la sequía que impulsa el crecimiento de los sectores más castigados en 2023, como el agro y la energía, al tiempo que impulsará las exportaciones de los mismos. Además, se prevé que la industria manufacturera recobre el dinamismo por la reapertura de la refinería de Ancap tras el parate, junto con el sector de la celulosa y alimentos, que van a liderar el crecimiento industrial, según el estudio.

El BBVA también proyecta que las exportaciones aumenten 15% a fin de año.

En materia laboral, la tasa de desocupación seguirá mejorando en el país, con incidencia de la disminución de la inflación y el consumo que se mantiene dinámico, afirman.

Asimismo prevén un repunte del consumo privado para la segunda parte de este año, en la medida en que los salarios reales continúen recuperándose y no se deteriore más el mercado laboral, según señaló Juan Manuel Manias, representante del BBVA Research.

En el primer trimestre, el PIB creció 0,6% interanual y 0,9% desestacionalizado.

Los economistas del BBVA destacaron que la inflación se encausa dentro del rango meta (de entre 3% y 6%) y que, aunque las expectativas se mantienen rígidas en el techo, están “torciendo” a la baja.

Proyectan que la inflación llegará a 5,5% en diciembre, por la recuperación del peso uruguayo y los valores de los bienes transables, para llegar a 5% en 2025.

En lo que va del año, se ha desacelerado la inflación. “Estamos convencidos de la política monetaria del BCU. El BCU está muy comprometido”, afirmó Manias.

Proyectan que la tasa de interés seguirá contractiva y que terminará en 8,25% a fin de año.

El BBVA prevé que el dólar en Uruguay esté a $ 40 al cierre de este año y suba a $ 42,20 o $ 42,30 en 2025.

El área de investigación del banco entiende que todo desarrollo nacional es más sustentable con una inflación baja, por lo que entienden que este es un “buen momento” para realizar las reformas estructurales que deberían hacerse en Uruguay (como ajustar regulaciones en lo laboral, terminar los temas pendientes de la reforma previsional), además de microreformas, como las normativas para agilizar trámites.

“Las elecciones en Uruguay no nos importan porque, más allá de los resultados, no esperamos cambios en la política económica. Siempre terminan decantando por el medio”, concluyó Manias.