Mejorar los márgenes (por el atraso cambiario), cumplir la regla fiscal en el año electoral, mantener interacción con todos los partidos políticos y atender el cambio de gobierno en Argentina son algunos de los desafíos del sector industrial que enumeró el presidente de la Cámara de Industrias (CIU) Fernando Pache en su discurso en el “Día de la industria”, celebrado anoche en su sede.

El evento contó con la presencia del presidente de la República, Luis Lacalle Pou; la vicepresidenta Beatriz Argimón; la ministra de Economía Azucena Arbeleche; el ministro de Ganadería Fernando Mattos; el ministro de Ambiente Robert Bouvier; el ministro de Trabajo Pablo Mieres; el presidente del Banco Central Diego Labat.

También estuvieron presentes los intendentes (y precandidatos frenteamplistas a la Presidencia) Carolina Cosse (Montevideo) y Yamandú Orsi (Canelones), entre otras autoridades.

El Producto Interno Bruto industrial representa US$ 7.400 millones y 163.000 puestos de trabajo. Aun siendo un sector pujante, enfrenta problemas como la sequía (hoy superada) y la caída del consumo interno que alcanzó entre 30% y 40% este año, y continúa, dijo Pache.

El presidente de la CIU realizó un balance sobre los temas trabajados en la gremial, anunció que algunos de sus representantes acompañarán a la delegación gubernamental a China de este mes, y señaló que “no hay acuerdo más importante que ser competitivos”.

Destacó la importancia de abrir nuevos mercados, así como mantener los que Uruguay ya tiene, y consideró que “hay que ser cuidadosos de Argentina y Brasil”, dado que están entre los destinos principales de la región.

En tal sentido, Brasil ocupa el segundo lugar (luego de China) como destino de las exportaciones de Uruguay, alcanzando unos US$ 1.800 millones. Y Argentina, el quinto lugar, con unos US$ 600 millones.

Pache dedicó bastante tiempo al tema del diferencial cambiario con Argentina. Explicó que la caída significativa de las ventas en el mercado interno se debe al “cruce indiscriminado de productos” desde el país vecino y que “no podemos dejar que esto siga ocurriendo”, dijo.

Mencionó las medidas que se han tomado y la política de cero kilo, pero enfatizó que hay que hacer más cosas.

Este plan -otro eje del discurso del presidente de la CIU- está centrado en “depósito, devolución y reembolso” (de envases), una iniciativa ambiental de la institución con sus asociados, que -reconoció- avanza lento, pero firme.

Pache compartió que el Ministerio de Ambiente y el de Industria (cuando todavía estaba Omar Paganini al frente) plantearon su disconformidad sobre la velocidad del “Plan Vale”, pero que actualmente hay más de 2.700 empresas involucradas en el mismo.

“Hay que ir despacio en este tema, porque estamos apurados”, dijo parafraseando a Napoleón (“Vísteme despacio, que tengo prisa” le dijo a su ayudante previo a una reunión importante).

También anunció que la CIU tiene acuerdos firmados con Canelones y Río Negro, y que continuarán trabajando fuertemente en materia ambiental.

Agregó que al sitio de disposición final de residuos industriales llegan menos de 1.000 toneladas, cuando su capacidad es de 2.000 toneladas.

En ese plano, Pache destacó la aprobación de la ley que levanta las observaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) orientadas a la modificación del sistema de negociación colectiva, pero dijo que restan las observaciones vinculadas a la negociación bipartita.

Entre otros balances y anuncios, Pache habló del Observatorio de Certificación Digital que adelanta la CIU, sus programas de innovación, capacitación y estudios económicos.

Sebastián Pérez, asesor económico de la CIU, repasó cifras del sector, destacando que las ventas industriales ascienden a US$ 17.000 millones (sin refinería), de las cuales más del 40% van al mercado interno.

Señaló que el sector industrial es el primer aportante de divisas del país, seguido por servicios y, en tercer lugar, bienes primarios. Pérez afirmó que se han desarrollado nuevos modelos de negocios en el país, más allá de los recursos naturales y alimentos, que representan US$ 13.300 millones.

En el salón del Club de los Industriales había expectativa por el discurso de Elisa Facio, flamante ministra de Industria, Energía y Minería (sucedió a Paganini que fue a Relaciones Exteriores), dado que muchos empresarios no la habían escuchado públicamente. Facio habló de la importancia del sector, de las nuevas tecnologías, del “mercado verde del sector alimentación” y cómo había más conciencia en el mercado sobre la importancia de adquirir vehículos eléctricos, en un marco con instrumentos que facilitan la transición energética.

Destacó la política de querer abrir nuevos mercados, el pedido de Uruguay al Mercosur para que sea más flexible (y permita acuerdos comerciales a sus socios), e hizo un llamado a no tener miedo a mirar otros mercados.

“Soñamos y trabajamos para un país que sea más intrépido”, y para esto se requieren sectores unificados, señaló. Dirigiéndose a los empresarios, les dijo: “En el ministerio encontrarán a un aliado para ese objetivo”.