De los pagos QR locales a los transfronterizos y a las finanzas abiertas

Uno de los temas candentes de las “Jornadas Anuales de Economía” fue dar a conocer una “hoja de ruta” que avanza hacia pagos en los comercios con códigos QR en forma masiva, también fuera de fronteras.

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Jornadas del BCU: la asunción de Ribeiro, quien sucederá a Labat, se realizará en el marco de este evento.
Jornadas del BCU: la asunción de Ribeiro, quien sucederá a Labat, se realizará en el marco de este evento.
Foto: Francisco Flores

La sorpresa de las “Jornadas Anuales de Economía del Banco Central” (BCU) surgió después del evento cuando el ente dio a conocer oficialmente, a través de un comunicado, la renuncia de su presidente, Diego Labat, quien será reemplazado en su cargo por el economista Washington Ribeiro, con larga trayectoria en el central.

Labat estuvo a cargo de la apertura del evento de ayer y, sin mencionar la renuncia, se centró en destacar los temas de la convocatoria en los que está trabajando el BCU, entre ellos el de finanzas abiertas (posibilidad de que los datos de los usuarios finales sean intercambiados en el ecosistema financiero) y el del sistema de pagos que también ha sido “una de las prioridades de este directorio”, según manifestó.

Efectivamente, el BCU está avanzando en una “hoja de ruta en el sistema de pagos” en la que, de ahora en más, se proyecta el pago con códigos QR en los comercios en forma masiva por parte de los uruguayos, quienes irán dejando atrás las tarjetas (de débito o crédito).

Lo interesante de esto es que el QR representa una nueva fase para el país, dado que es el piso que busca el BCU para, a partir de allí, pasar a “pagos transfronterizos” con este tipo de herramienta y a las “finanzas abiertas”, entre otras innovaciones. De hecho, el Central está evaluando que, más pronto que tarde, el código QR será sustituido por alguna otra tecnología y se prepara en ese sentido. Pero, por lo pronto, se está dando un paso a la vez.

Ya existe el pago con QR en el país, pero no como “pago rápido”. Para ser considerado tal, se debe cumplir un par de características: que el acreedor reciba el pago prácticamente en el acto -máximo a los diez segundos- y que el sistema esté disponible las 24 horas durante todo el año. Es por ello que en Uruguay el sistema de QR aún no es considerado “pago rápido”, en la medida en que el comerciante cobra recién varios días después de la operación del cliente.

Así lo explicó Eduardo Lereté, jefe de Desarrollo y Promoción de Mercado del Sistema de Pagos del BCU, no sin anunciar que “esto va a cambiar: el comerciante va a empezar a cobrar enseguida del pago”.

Según manifestó, el sistema de pago rápido es la base del crecimiento del sistema y así se está demostrando en todo el mundo; una tendencia que sigue Uruguay.

Cajero con código QR. Foto: Archivo El País
Cajero con código QR. Foto: Archivo El País

Pagos electrónicos

Los pagos electrónicos han ido en alza en forma acelerada en el país.

Actualmente, el 74% de los pagos totales en Uruguay son electrónicos, mayoritariamente de personas físicas. Las transferencias por parte de entidades del gobierno se han mantenido estables y las de las personas jurídicas (empresas) se incrementaron lentamente, según datos del BCU.

El índice de pagos electrónicos sobre los tradicionales (IPET) -que compara las transacciones realizadas con tarjetas, transferencias bancarias, pagos web, billeteras electrónicas, etcétera, por sobre otros como el retiro de efectivo en cajeros-, se disparó sobre todo en los últimos cuatro años.

A la fecha existen localmente 12 adquirentes, diez empresas administradoras de un total de 110.218 POS y 12 administradoras de servicios pos cobranza entre otros agentes. Y esta tendencia tecnológica y cultural se presenta imparable.

“Los consumidores exigen métodos de pago cada vez más rápidos, cómodos y seguros, lo que ha traído nuevos agentes participantes en el mercado y a que el BCU acompañe en la evolución del mercado”, afirmó Nina Giordano, analista económico del BCU.

Al decir de Lerena, “la tecnología busca que los sistemas de pagos sean sencillos, pero la cantidad de agentes hace más compleja la labor del BCU”, ente regulador atento a la evolución del ecosistema.

Una arista positiva esbozó Giordano: los agentes que están surgiendo, que representan mayor competencia, y los nuevos negocios que se están generando, posiblemente signifiquen cambios en los precios y bajas en los aranceles.

Billeteras electrónicas
Billetera electrónica.

Desafíos y Argentina

Los retos de los métodos de pago con QR son múltiples, empezando por contar con una “interoperabilidad” que funcione adecuadamente; esto es, estándares y protocolos para que los datos fluyan entre los distintos sistemas y plataformas.

Hoy en día, por ejemplo, se puede pagar con tarjetas de distintos bancos por un mismo POS, pero también hay que lograrlo con los QR. En Argentina, esto ha sido un problema dado que, según destacó Lucía Quesada, economista de ese país (experta en sistemas de pago y profesora de la Universidad de San Andrés), “Mercado Pago -billetera perteneciente a Mercado Libre- es el dueño de la mayoría de los QR que circulan y no quiere perder lo que ha logrado”, afirmó.

Quesada hizo énfasis así en las barreras de entrada que suele haber para las empresas más pequeñas del sector, según las experiencias en la región.

“Hay riesgos de que este tipo de negocios quede captado por pocos operadores. En Argentina hay muchas denuncias entre Mercado Pago y Modo”, ejemplificó la economista.

Una de las más recientes demandas de Modo (la billetera digital de los bancos de Argentina) se dio hace unas semanas atrás cuando la empresa acusó ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia a Mercado Pago por maniobras anticompetitivas.

Lo cierto es que, según Quesada, Mercado Pago detenta el 80% del mercado argentino y se niega a la interoperabilidad de los códigos QR. Cabe agregar que en el vecino país hay 60 billeteras electrónicas, pero la gran mayoría de los argentinos dice usar Mercado Pago, según encuestas.

Lerete coincidió en que los reguladores deben estar atentos a los riesgos de concentración del mercado, para que el desarrollo sea competitivo, sin que los grandes bloqueen a las fintech u otros potenciales agentes pequeños. “La idea es permitir a todos el acceso a la infraestructura del sistema de pagos rápidos, sea de QR u otro”, dijo.

Asimismo, un desafío (de los pagos QR) es la inmediatez, “porque esta aumenta los riesgos de ciberdelitos y de lavado de activos”, reconoció Lerete.

En relación a ese punto, advirtió que cuanto más rigurosas sean las medidas de seguridad, muchas veces se hace más engorroso el uso de la herramienta. “Hay que buscar la mayor seguridad con la menor cantidad posible de clicks en el celular”, precisó.

Ante las fallas de interoperabilidad que vive Argentina y que acusó Quesada, Lereté salió al paso al observar: “Seguramente, ocurrió porque no habían reglas claras”, apuntando al rol del regulador.

Banco Central del Uruguay
Banco Central del Uruguay.
Foto: Estefania Leal

Próximos pasos

La hoja de ruta del BCU 2023-2025 indica varios ejes: fomentar la multiadquirencia (es decir, que los comercios tengan la posibilidad de aceptar pagos con todos los instrumentos -léase tarjetas y QR de distintos bancos-), mejorar la performance de las transferencias electrónicas (que sean más rápidas y seguras), modernizar el sistema de pago rápido en base a nuevas estructuras de pagos y promover innovaciones (sin perder de vista la seguridad).

En definitiva, se vive una nueva reconfiguración del sistema de pagos a escala mundial, en la que el motor, en el caso de Uruguay, es el sector privado con sus productos innovadores y con un BCU que actúa como regulador u ordenador del sistema, además de promotor.

Un tema de discusión que queda en el tintero es sobre los costos de las tasas de intercambio, que son muy altos, y que en algunos países se han regulado con distintos resultados.

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Regulaciones con foco en "funciones"

El marco regulatorio nacional en esta materia ha ido avanzando, sobre todo a partir de la Ley de sistemas de pagos (Ley 18.753, de 2009), la Ley de Inclusión Financiera (Ley 19.210, de 2014), la Multiadquirencia (Visa y Mastercard) de 2021 y las modificaciones normativas RNSP (Recopilación de Normas de Sistema de Pagos) por Pagos Rápidos de 2023, entre otras disposiciones.

Sin embargo, se debe seguir actualizando la normativa, dado que han surgido nuevas figuras en el sistema no previstas. No hay que olvidar que estos sistemas de pago surgen de una revolución tecnológica que también sacude otras disciplinas, incluyendo la legal.

Lerete afirmó que “la regulación actual se basa en figuras que estaban bien definidas, fueron pensadas en términos de entidades separadas, pero ahora hay que hacer foco en las funciones”.

A su entender la mira de los legisladores debe ser más transversal, sistemática y no pensando en instituciones.

“Es un cambio que hay que hacer. El mundo también está en eso. Hay muchas más figuras que antes”, reafirmó. En esa línea, Quesada consideró que las legislaciones vigentes en la mayoría de los países aplica a sistemas de pago de hace unos veinte años, pero hay que irlas adaptando. “Requiere que sean flexibles”, agregó. Y apuntó que se están dando muchas fusiones y adquisiciones entre las empresas, así como joint-ventures de este sector. “Es más fácil competir en estos mercados cuando se es más grande”, dijo

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