Desde hoy, los bancos ABN-AMRO y Santander quedarán integrados en uno solo, el Santander, tras el proceso de compra y fusión del segundo sobre el primero que tuvo un costo total de US$ 235 millones.
El nuevo banco aspira a aumentar su rentabilidad sobre patrimonio (ROE) a 25% en cinco años y reducir la relación costo ingreso en 10 puntos porcentuales, dijo a El País el director y sub-gerente del Santander, Francisco Bello.
"La idea es mantener la cuota del mercado (de los dos bancos sumados). Sabemos que en una fusión, estadísticamente se pierde entre 10% y 15% de los negocios, así que es un desafío importante", afirmó.
El plan de negocios que el Santander presentó a la Superintendencia de Instituciones de Intermediación Financiera del Banco Central, prevé "durante cinco años acompañar el crecimiento del sistema financiero", señaló Bello.
El ejecutivo comentó que el ROE del Santander se ubica actualmente entre 20% y 21% y el del ABN es de 17%. "La idea es llevarlo a 25%" en el nuevo banco, aseguró. Este es un indicador al que la casa matriz le da más importancia que a las ganancias efectivas en dinero, ya que al ser Uruguay un mercado pequeño el monto de estas últimas es relativamente poco significativo.
Otro de los objetivos planteados en el plan de negocios es reducir la relación costo/ingreso del 55%, 56% en que está hoy a 45%, adelantó Bello.
La filial uruguaya del Santander negocia con la casa matriz española "castigar" el resultado del ejercicio 2008 del banco al colocar en la cuenta de la institución todos los costos de la fusión y previsionar los que se tendrán el año próximo derivados de la misma.
Eso se hace para que las pérdidas se reflejen este año "y la cuenta del año que viene sea pura de gestión", comentó el director del banco. De esa manera, ya en 2009 se podrían "reflejar ganancias", agregó.
El nuevo banco permitirá una "complementación de negocios, explorar mejor las bases de clientes con productos cruzados (los que antes eran de ABN y Santander) y mejorar la negociación con proveedores", entre otros aspectos, explicó el ejecutivo.
PROCESO. El sábado, los gerentes de uno y otro banco no tuvieron descanso ya que debían ajustar los últimos detalles para que hoy todas las sucursales del ABN luzcan la grifa del Santander y los empleados tengan claras las nuevas características.
El propio Bello recorrió algunas sucursales el sábado donde se estaba llevando a cabo el "descubrimiento" de la cartelería de Santander en lo que antes eran locales del ABN.
Al 29 de diciembre se llegó tras un largo proceso que comenzó el 9 de mayo con la resolución del directorio del ABN-AMRO Bank en Amsterdam de aprobar la transferencia del patrimonio de su sucursal uruguaya.
A fin de mayo, se empezó a trabajar con "una oficina de gerenciamiento del proyecto de integración en el hotel Radisson", recuerda el director del Santander. Se contó con el apoyo de consultoras como Accenture y CPA/Ferrere en el proceso. Se armaron diez equipos de trabajo por áreas temáticas. La idea era "armarlo como una integración (de los dos bancos) y no como una absorción (de un banco al otro)", comentó.
El 24 de julio, una asamblea extraordinaria de accionistas del Santander en Montevideo aprobó la adquisición de todos los activos y pasivos de la sucursal uruguaya del ABN. Después vino la presentación del plan de negocios ante el BCU, el visto bueno de éste y la aprobación por parte del Ejecutivo para la transmisión del patrimonio del ABN al Santander el pasado 22 de diciembre.