Redacción El País
La decisión de pasar a convivir, es probablemente una de las más trascendentales que puede tomar una pareja. En San Valentín, el día de los enamorados, analizamos cuánto se puede llegar a ahorrar en alquiler, al año según el barrio, al tomar esa decisión.

Según los datos del Anuario Estadístico del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2022 había 487.098 hogares en Montevideo. La cantidad promedio de personas por hogar era de 2,7.

Vivir en pareja conlleva beneficios económicos tangibles (más allá de dividir el pago del alquiler), como el compartir los gastos del hogar, las facturas, etcétera. Este modelo de vida colaborativo permite optimizar recursos y reducir la carga financiera individual. Además, la planificación conjunta de metas financieras a largo plazo, se vuelve más alcanzable cuando ambos miembros comparten responsabilidades en la materia.

De todas maneras, es una decisión que debe ser analizada en todos sus aspectos y no solamente el de la conveniencia económica.

En este San Valentín, El País analizó cuánto puede ser el ahorro anual del alquiler en monto, según el barrio de Montevideo, en caso de mudarse con la pareja. Esto se realizó en base a la información de Inmuebles Data para el año 2023, tomando para comparar el precio promedio de alquiler de un apartamento de un dormitorio en cada barrio y asumiendo que el arrendamiento es pagado en partes iguales por cada integrante de la pareja.

Para calcular el ahorro, no se tuvieron en cuentan otras posibles reducciones de erogaciones como ser en gastos comunes, tarifa de Internet u optimización de compras de alimentos, etcétera.

El barrio donde el ahorro anual en monto es mayor, resultó ser (obviamente) el que tiene el precio de alquiler más alto: la zona de Puerto Buceo. Allí un alquiler promedio de un apartamento de un dormitorio cuesta $ 47.914 al mes, por lo que el ahorro en un año (por irse a convivir con la pareja versus alquilar el apartamento en forma individual) alcanza a $ 287.481.

Lo siguen las zonas de Club de Golf, Carrasco y Punta Carretas, todas con ahorros superiores a los $ 200.000 al año al dividir el alquiler entre dos en vez de asumirlo uno solo.

Completan los 10 primeros lugares (de mayor a menor ahorro): Punta Gorda, Villa Biarritz, Malvín, Pocitos Nuevo, Carrasco Norte y Pocitos. En todos esos casos, el ahorro es significativo y va de $ 196.333 a $ 167.774 en un año.

¿Qué sucede del otro lado de la lista? Esto es, aquellos barrios con alquileres más baratos, y por tanto con el menor monto de ahorro anual al compartir la vivienda (y el pago del arrendamiento) con una pareja.

Punta Rieles fue el barrio con el menor ahorro anual al decidir vivir (y dividir el gasto del alquiler) en pareja: $ 61.207 al año.

Luego vienen Paso de la Arena, Piedras Blancas y Las Acacias con ahorros menores a los $ 70.000 anuales.

En torno a los $ 70.000 al año de ahorro en el alquiler por compartirlo con la pareja están Jardines del Hipódromo y Nuevo París.

Completan los 10 barrios de menor monto ahorro anual en el arrendamiento (de menor a mayor): Manga, Cerro, Ituzaingó y Colón. En esos casos, el ahorro va de $ 71.077 a $ 76.235 al año.

Además de los 10 de mayor ahorro anual, hay otros 26 barrios donde irse a vivir con la pareja a un apartamento de un dormitorio en vez de hacerlo en forma individual, genera un ahorro anual en el alquiler de más de $ 100.000.

Allí están, entre otros, Barrio Sur ($ 161.737 de ahorro anual en el alquiler al dividirlo entre dos), Ciudad Vieja ($ 147.013), Parque Rodó y Buceo (en el entorno de $ 145.000 ambos), Parque Batlle ($ 142.424), Centro ($ 139.895), Cordón ($ 135.503), La Blanqueada ($ 130.205), Aguada ($ 123.724), Jacinto Vera ($ 116.196), Brazo Oriental y La Comercial (ambos en el entorno de $ 108.000), Goes ($ 107.322) y Unión ($ 103.185).

Sin entrar en cuestiones (y decisiones) personales, cuando se decide convivir con la pareja y hacerlo mediante el alquiler de la vivienda hay otros beneficios financieros.

Al unirse en la elección de una vivienda para alquilar, la pareja puede experimentar cómo es la convivencia sin la rigidez (y el desembolso inicial de dinero) que implica la compra de un inmueble.

Alquilar en pareja también brinda la oportunidad de planificar el futuro con mayor flexibilidad y así las parejas pueden evaluar su situación financiera y personal a corto y largo plazo.

Además, aporta movilidad, ya que el alquiler permite a las parejas adaptarse más fácilmente a nuevos entornos (familiares, laborales) sin las restricciones asociadas a la propiedad.

Otra ventaja económica del alquiler en pareja radica en la menor responsabilidad financiera y logística en términos de reparaciones y mantenimiento. A diferencia de los propietarios, los inquilinos no están obligados a cubrir los costos de reparación estructural o mejoras significativas en la propiedad.