Donald Trump o Kamala Harris, ¿cómo puede impactar quién gane en EE.UU. a la economía uruguaya?

Las elecciones de Estados Unidos se presentan muy reñidas a juzgar por las encuestas, pero ¿da lo mismo para Uruguay que gane el candidato republicano o la candidata demócrata?

Compartir esta noticia
Candidato republicano. Trump en un mitin en el estado de Michigan.
Candidato republicano. Trump en un mitin en el estado de Michigan.
Foto: ANNA MONEYMAKER/AFP.

Según las encuestas, las elecciones presidenciales de Estados Unidosse presentan entre las más reñidas de la historia, entre la vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris y el expresidente y líder republicano Donald Trump, y existe mucha atención sobre la incidencia que este desenlace podría tener para América Latina y Uruguay.

Al respecto hay posiciones con matices diferentes entre los analistas económicos consultados por El País. Hay quienes piensan que los demócratas tendrán una posición “más amigable” con América Latina y Uruguay, dado que los republicanos tienden a ser más proteccionistas en lo comercial (aunque la evidencia muestra que no necesariamente ha sido así), mientras que otros analistas apuntan que el panorama no cambiará mucho para esta región —y menos para Uruguay— independientemente del resultado electoral.

En lo que sí hay consenso es que Estados Unidos estará con su mirada puesta más en sus asuntos internos y en su rol en relación a otras partes del mundo, como Ucrania e Israel, por lo que América Latina otra vez no será una prioridad, salvo en algunos asuntos de frontera y migratorios con México.

A principios de este año, cuando la pulseada era entre el actual presidente estadounidense Joseph Biden y Trump, se visualizaba que el candidato republicano podría buscar reeditar una guerra comercial con China, lo que debilitaría el comercio mundial, tendría impacto en una merma en los volúmenes comercializados. Esto perjudicaría en especial a esta región y a Uruguay, sobre todo si el líder republicano profundiza su posición proteccionista general.

De hecho, esto se ve venir; Trump ha manifestado hace pocos días que, si es reelegido esta semana, no temerá utilizar un arancel universal de hasta el 20% sobre todos los productos importados del extranjeros.

El debate del martes será el único entre Trump y Harris antes de las elecciones.
El debate del martes será el único entre Trump y Harris antes de las elecciones.
Foto: AFP

“Quitando amor y religión, arancel es la palabra más hermosa que existe”, afirmó Trump en un mitin en Carolina del Norte durante su campaña. También ha anunciado que podría imponer un arancel del 60% a los productos chinos y de hasta el 200% a los automóviles producidos en México.

De esta manera, el expresidente buscará apuntalar el crecimiento de las empresas estadounidenses, generar empleo y engrosar los ingresos fiscales, según fundamentó.

“Sin embargo, Harris no está muy lejos de Trump, en lo económico y comercial”, señaló a El País Hernán Bonilla, presidente del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), quien observó que en esos asuntos los candidatos no se diferencian tanto como parece, salvo en la retórica de uno y otra.

“Cuando Biden asumió el poder, los demócratas no revirtieron ninguna de las políticas proteccionistas de Trump. Si Trump regresa a la Presidencia, es posible que profundice el proteccionismo, que sea menos proclive a participar en organizaciones internacionales, o que se acerque más al escenario de una guerra comercial, pero Harris no está muy lejos de eso. Incluso Harris está a favor de los controles de precios”, agregó Bonilla.

Al respecto, el economista José Antonio Licandro planteó a El País, que la fijación de precios que eventualmente pueda impulsar Harris, de llegar a la presidencia, “no será tan férrea como se suele implementar en los casos latinoamericanos, como ocurrió en Argentina”, dado que seguramente sería una medida puntual y sin atacar a los empresarios.

Harris y Trump se reencuentran con un cordial apretón de manos en homenaje a víctimas 11-S.
Harris y Trump se reencuentran con un cordial apretón de manos en homenaje a víctimas 11-S.
Foto: AFP

“El control de precios del que habla Harris es solo porque la gente sintió la suba de precios en el bolsillo, pero dista mucho del tipo de controles que se ha tomado en esta región, como en Argentina o Venezuela; esa medida tiene patas cortas y es nada efectiva”, comentó Licandro.

Según los economistas consultados, si bien existe mayor riesgo internacional con las “decisiones extremas” que pueda llegar a tomar Trump (como la guerra comercial y tecnológica con China) —lo que perjudicaría a todo el mundo—, también es probable que el líder republicano se modere un poco una vez en la Presidencia, de ser el caso.

“En términos políticos y discursivos, Harris es más diplomática que Trump, pero hay que ver los hechos. Los demócratas también apoyan la guerra comercial con China. Además, a Uruguay no le fue posible avanzar en un Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE.UU., ni con los demócratas ni con los republicanos”, recordó Bonilla. “En relación al impacto en Uruguay, no soy optimista en ninguno de los dos casos, ni si gana Trump ni si resulta electa Harris”, lapidó.

Licandro compartió esa visión: “La política de Harris será una continuidad de la de Biden, ninguno de ellos ni tampoco Trump estuvo a favor con el libre comercio”.

Licandro también observó que Biden no retrocedió sobre los pasos dados por Trump en relación al comercio con China, cuando asumió el poder. “Es probable que Trump, de ser electo, avance un poco más hacia una guerra comercial con China, pero en realidad el mundo ya está complicado en lo comercial gane quien gane. Por eso Uruguay debería insistir con el Acuerdo Transpacífico y abrirse al mundo lo más que pueda”, propuso.

Ciertamente, la guerra en Ucrania y en Medio Oriente han significado un aumento en los costos del transporte de mercancías a nivel internacional y eso va más allá de los asuntos internos de EE.UU.

“Nosotros tenemos que hacer, no esperar que otros hagan”, insistió Licandro al referirse a la importancia de que Uruguay abra mercados, independientemente de la posición de EE.UU. en esta materia, e incluso más allá de quien resulte presidente en ese país y en Uruguay. “Los TLC son importantes, pero al no concretarse, hay que tratar de buscar las mejores condiciones para cada producto”, agregó Licandro.

Ambos economistas consideran que las diferencias más grandes entre demócratas y republicanos se centran sobre todo en sus agendas de derechos y respeto a las instituciones, pero no en lo comercial, ni en su relación con Uruguay.

En esa línea, cabe recordar que el momento en que Uruguay estuvo más cerca de firmar un TLC con EE.UU. no fue con los demócratas, como muchos podrían pensar, sino en tiempos de la presidencia de George W. Bush (2001-2009).

Presión en la Fed

Otro aspecto a tener en cuenta es que Trump podría buscar reeditar impulsos fiscales, programas de inversión en infraestructura u otras acciones que ejerzan presión sobre la Reserva Federal (Fed), las tasas de interés y el dólar. Escenarios que suelen ser especialmente contraproducentes para los países emergentes como Uruguay.

Al respecto, Bonilla reconoció que es muy preocupante el antecedente de Trump en relación al ataque al Capitolio (de sus simpatizantes en 2021, cuando todavía era presidente) y su falta de respeto a las instituciones, pero agregó: “Las instituciones estadounidenses, como la Fed, son fuertes y logran contener las situaciones de presión. Están diseñadas para soportar a los gobiernos”.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta un crecimiento mundial mediocre para este año y el próximo, con dificultades para revertir los altos niveles de deuda pública y mantener las tasas de interés bajas por los riesgos de fragmentación geoeconómicos y problemas financieros mundiales derivados de impactos de las dos guerras.

En ese contexto, Licandro consideró que la Fed continuará con su política de intentar bajar las tasas de interés y que esto dependerá de la inflación y los datos de empleo/ desempleo en EE.UU., es decir, más allá de la presión que haga —o no— quien gane las elecciones presidenciales en el país del norte.

El comercio con Estados Unidos, la APEP y otras prioridades

Estados Unidos es uno de los principales mercados de exportación de Uruguay, principalmente de servicios de software, celulosa y carne bovina. Mientras Uruguay, importa una canasta diversificada de manufacturas del país del norte.

Independientemente de quien gane la presidencia en EE.UU., todo indica que esto continuará sin mayores cambios, siguiendo la historia comercial bilateral de estos países.

Ignacio Bartesaghi, director del Instituto de Negocios Internacionales en Universidad Católica del Uruguay, en diálogo con El País, recordó que los demócratas tienen a favor de América Latina y Uruguay, el estar impulsando la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP), cuyo objetivo es reducir las brechas de financiamiento y la desigualdad económica en esta región, así como fomentar la integración económica y buenos empleos.

“Es más probable que el impulso de la APEP continúe con Harris en la Presidencia, y no tanto con Trump”, proyectó Bartesaghi.

Asimismo, durante la presidencia de Biden se establecieron algunos acuerdos en materia tecnológica con Uruguay el año pasado, de nuevos intercambios y con miras a que EE.UU. apoye a que este país se convierta en un hub tecnológico regional. Sin embargo, Bartesaghi plantea que de ahora en más EE.UU. estará más volcado a sus asuntos internos ante la crisis democrática que está viviendo, lo que le quitará claridad en temas internacionales vinculados a América Latina.

Agregó que “tambén será muy difícil para Uruguay captar la atención de EE.UU. en este contexto geopolítico con los asuntos vinculados a China, Israel, Irán y Ucrania como prioridades, tanto para una administración Harris o con una de Trump”, advirtió el analista.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar