Publicidad

¿Dónde invertir en 2024?: los mejores instrumentos financieros para hacer crecer tus ahorros

Cautela, diversificar e ir por empresas de calidad, no tanto las de crecimiento.

Compartir esta noticia
“Bono verde”: el gobierno realizó la primera emisión de bonos soberanos asociados a indicadores ambientales.
El gobierno realizó la primera emisión de bonos soberanos asociados a indicadores ambientales.
Foto: Archivo El País

Conviene saber cuáles serán las proyecciones económicas para el próximo año para identificar qué conviene hacer con nuestro dinero, o por lo menos visualizar alternativas para manejarse mejor. El 2024, además, tiene la particularidad de ser un año electoral, lo que también incide en el entorno financiero.

Sobre esto último, los analistas consultados por El País afirman que las elecciones constituyen un factor que agrega una cuota de incertidumbre, por lo que recomiendan cautela a la hora de invertir, al menos en los tres primeros meses del año, hasta ver cómo se desarrolla el escenario.

También proyectan que el tipo de cambio puede llegar a subir, pero no creen que la variación sea significativa. Obsérvese que ya en estos últimos tiempos, el tipo de cambio estuvo bastante quieto, entre $ 38 y $ 39,5, aproximadamente.

Algo que pesará son las tasas de interés. Según dijo en diálogo con El País, Alan Babic, asesor financiero de Balanz Uruguay, el 2022 y parte del 2023 se caracterizaron por tasas de interés altas, pero la tasa a diez años comenzó a bajar en estos últimos meses. "Bajó de casi 5 % a 3,88 %", dijo Babic.

"La tasa que maneja el Banco Central aún no la bajaron, aunque se especula que la pueden llegar a bajar tres veces a lo largo de 2024. Por eso los bonos comenzaron a subir, por la especulación de que eso suceda", agregó.

“Cuando la tasa baja, los bonos suben de precio, porque tienen una relación inversamente proporcional”, agregó. En esa línea, señaló que el 2023 fue “el año de las notas del Tesoro, de invertir de manera segura y de ganar un 5% anual sin asumir riesgos”.

De cara al año que viene “seguimos recomendando invertir en renta fija (investment grade, sobre todo de Estados Unidos), pero aumentando un poco más la duración con respecto a 2023 (a 2027 o 2028) para fijar tasas”, recomendó.

Está visto que la tasa a 10 años empezó a caer (ya bajó casi 1,3%), es por ello que, desde Balanz, piensan que el 2024 será un buen momento para fijar tasas a un horizonte temporal un poco más largo.

Por su parte, Marcela Romero, coordinadora de planificación financiera de BECA Advisors, dijo a El País: “El 2024 va a ser un año de mucha volatilidad, en especial en el primer trimestre, en gran parte porque la política de la Reserva Federal de Estados Unidos tuvo dos pausas en las reuniones pasadas y se prevé que los niveles de inflación deseados o esperados han sido alcanzados, pero esto no lo vamos a poder comprobar hasta las mediciones entre enero y marzo. Así que de acá a marzo la recomendación sería mucha cautela”.

Con esa advertencia, Romero recomienda que, de entrar en algún tipo de inversiones, tratar de buscar acciones de empresas con buena generación de liquidez en sus negocios genuinos, es decir, capaces de generar liquidez. “Hay que buscar empresas que, en el caso de las acciones, sus valuaciones están bajas, que no sean caras y que tengan expectativas de crecer”. Para elegir las acciones, conviene también ver si las empresas ya han pasado por varias crisis (covid-19 o períodos de inflaciones altas) y que hayan podido resistirlas, con un bajo nivel de endeudamiento.

Diversificar.

La recomendación de los asesores de inversiones es tratar de diversificar. Es decir, mantener una renta fija, que es una inversión segura, y otra parte en renta variable.

“Este año, estamos cerrando con las bolsas casi que en máximos históricos, pero son pocas las compañías que ponderan más en los índices (Apple, Microsoft, Google, todas las “big tech”), que son las que empujan el mercado hacia arriba”, dijo Babic. “Pero hay un montón de compañías que aún están represadas, por ejemplo las que integran el Russell 2000 (índice bursátil estadounidense de pequeña capitalización), donde existe también alguna posibilidad de crecimiento en la renta variable”, advirtió.

Siguiendo el caso de Google, por citar un ejemplo, Romero consideró que se trata de una empresa que va a crecer mucho porque están invirtiendo fuerte en inteligencia artificial, por lo que elegirla podría ser buena opción a largo plazo.

“El punto es, ¿qué va a pasar con Google en los próximos seis meses?, ¿va a seguir manteniendo estos niveles o a caer para después volver a subir?”, se preguntó Romero, reforzando la idea de la importancia de invertir a largo plazo en este tipo de casos.

“La tendencia de estas empresas es que en el mediano-largo plazo, es decir, cinco a 10 años, van a subir. Pero no todos los clientes pueden esperar tanto. Si alguien va a necesitar el efectivo dentro de un año o dos, capaz que justo son los años en que estas empresas van a tener este ajuste a la baja”, agregó.

Su recomendación es que para 2024 hay que diversificar “más que nunca”, buscar empresas de calidad, que sean más de valor y no tanto de crecimiento (startups), especialmente en estos primeros meses del año.

“Hay que diversificar en empresas, en tiempos y en monedas”, dijo Romero.

Ambos analistas coinciden en la conveniencia de la opción del corto plazo, pero empezar también a apostar más a los vencimientos más largos; seguir en renta fija y en bonos corporativos de Estados Unidos, siempre teniendo una parte en renta variable de manera diversificada, tal como mencionamos.

La opción del "bono verde" del gobierno uruguayo

Sobre el “bono verde” que lanzó el gobierno, que no solo las empresas sino los particulares pueden comprar, es una opción a sopesar. Aquí lo importante es tener en cuenta que el país debe cumplir con determinadas métricas a nivel de energías renovables para que el bono pague “lo que dice el prospecto que va a pagar”, advirtió Babic. “Generalmente me centro en bonos fuera de Uruguay, pero quien compra un bono en Uruguay está exonerado del Impuesto a la Renta de las Personas Física (IRPF), porque está comprando un bono al gobierno uruguayo”. Teniendo en cuenta que las tasas van a bajar, el analista de Balanz señaló: “Me metería quizás en algún bono de largo plazo de Uruguay, con vencimiento a 2045, al haber chance de que el bono siga subiendo de precio”.

Marcela Romero precisó: “Quiero dejar bien claro que el bono ´verde´ no es una acción, sino deuda emitida por el gobierno que se compromete a un pago de cupones en determinadas fechas. Las tasas de interés de esos cupones están linkeadas a los logros medioambientales del país”. Actualmente, muchos inversores en el mundo, sobre todo jóvenes y mujeres, buscan poner su dinero a trabajar en segmentos que favorezcan el medioambiente y las comunidades, o donde las directivas de las empresas apuesten a la diversidad, al buen clima laboral, a las carreras de las empresas, señaló. El “bono verde” de Uruguay es el primero en tipo emitido en América Latina.

Pesos uruguayos.

En pesos uruguayos, hay dos inversiones “estrellas”: las letras de regulación monetaria (LRM), que es un instrumento de deuda que emite el Banco Central a períodos cortos (30 días, 90 días, 180 días, un año), que es para personas que hoy tienen el efectivo pero no saben si lo van a precisar, por lo que optan por este instrumento a corto plazo y seguro. Y la otra inversión estrella es aquella para ahorros a mayor plazo (cinco, 10 o 15 años). “Me gusta la unidad indexada (UI), porque cada vez que paga el cupón, se ajusta el valor de la UI por el valor de la inflación”, dijo Babic. O sea, a corto plazo, Babic recomienda las letras; y a más largo plazo, la UI.

“En los primeros días del año, aconsejo invertir en LRM e ir viendo cómo se mueve el tipo de cambio; en base a eso ver si conviene pasarse a dólares o seguir en pesos”, afirmó.

Romero señaló que las tasas de interés en pesos eran más atractivas que la tasa en dólares hace un año, y recomendó conformar un mix, acorde al perfil de cada caso.

¿Cuánto me conviene destinar a renta fija y cuánto a renta variable?

Tradicionalmente, se menciona la “recomendación del 60-40” (60 % renta variable y 40 % renta fija), pero esto dependerá del perfil del inversor. Babic ejemplificó: “Cuando se es joven, se pueden asumir más riesgos, por lo que se suele tener una participación mayor en renta variable, pero a medida que se va teniendo más edad y una familia, hay que ir disminuyendo el riesgo para poder afrontar las obligaciones”. Esto significa que todo depende de cada inversor, su perfil, necesidades, objetivos, su horizonte temporal de inversión, si gana en dólares o en pesos, en qué etapa o situación de vida está, entre otros factores. No obstante, existen parámetros generales a considerar (como el precio de las tasas de interés, los plazos de los bonos, las opciones del mercado y demás) que sirven de referencia para luego analizar cada caso en particular. La parte en pesos es con la cual vamos a vivir, a pagar el alquiler, la sociedad médica, los colegios de los niños, los gastos cotidianos, etcétera. Y con la parte en dólares, generalmente conviene que tenga una parte conservadora (es decir, que sirva como respaldo fijo), y otra parte variable, donde se pueda apostar ahí a incrementar el capital. En ese marco, conviene conformar un portafolio diversificado, para distribuir y disminuir el riesgo.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad