La dualidad de Ancap: ganancias en rubros en competencia, pérdidas en negocios monopólicos

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Tanque de combustible en predio de Ancap. Foto: Archivo El País

PRIMER SEMESTRE

Las autoridades de la petrolera estatal presentaron los estados contables de la empresa que reflejaron que el grupo tuvo una ganancia de US$ 39 millones durante los primeros seis meses del año.

En el primer semestre del año, Ancap registró una pérdida de US$ 20 millones en el mercado monopólico de los combustibles (gasolinas y supergás) pero esa baja fue revertida con los negocios del ente en otros mercados, así como también por el efecto de la cobertura de tipo de cambio y el resultado de las otras sociedades que pertenecen al grupo.

Las autoridades de la petrolera estatal presentaron ayer los estados contables de la empresa que reflejaron que el grupo tuvo una ganancia de US$ 39 millones durante los primeros seis meses del año. El hecho excepcional que logró revertir la baja registrada en el mercado de combustibles fue la exportación de energía eléctrica a Brasil por US$ 24 millones, una operativa que no se da con frecuencia.

La pérdida en el mercado de combustibles estuvo explicada por cuatro factores: porque Ancap vendió productos con un costo de producción anterior a la suba internacional del petróleo Brent (que comenzó a acentuarse en marzo-abril), por la variación del tipo de cambio, por ingresos que estuvieron por debajo de los precios de importación, así como por el comienzo de la zafra de venta de supergás, dado que como es una actividad subsidiada de forma implícita por otros ingresos de Ancap, mayores ventas implican mayores pérdidas.

Al desglosar el estado de resultados de Ancap se reflejó que el resultado operativo totalizó los US$ 35,5 millones. Esa cifra está compuesta por un lado, por la caída de US$ 20 millones en el negocio de los combustibles y la pérdida en términos de resultados financieros de US$ 18,5 millones (de los cuales US$ 13 millones son por diferencia de tipo de cambio y US$ 5 millones por intereses); y por otro lado, por las ganancias de US$ 14,5 millones por ventas a otros mercados (exportaciones, bunker, lubricantes, entre otros), US$ 24 millones por exportación de energía eléctrica a Brasil, US$ 17 millones por el seguro de cobertura en el tipo de cambio y US$ 5 millones por concepto de Impuesto a las Rentas de las Actividades Económicas (IRAE, dado que en 2020 Ancap había pagado más por lo que recibió el descuento este año).

Eso implicó que el resultado propio de Ancap fuera de US$ 22 millones en el primer semestre, lo que sumado a los US$ 17 millones generados por las sociedades vinculadas determinó un resultado neto contable positivo de US$ 39 millones.

Al comparar los resultados acumulados en el primer semestre de este año con igual período del año anterior, los ingresos netos de Ancap crecieron 12,3%, explicado por mayores volúmenes de venta -debido a la recuperación de la demanda tras el impacto del COVID-19- y por la exportación de energía eléctrica. Específicamente la venta de naftas en el mercado interno creció 6,5% y la de gasoil 8,5% en ese período.

Asimismo, hubo un aumento del 9,6% en el costo de las ventas que también se vio impulsado favorablemente por la cobertura de tipo de cambio que Ancap implementó con el Banco Central (BCU).

En tanto, los gastos de administración y ventas bajaron un 4,8% a precios constantes (es decir, ajustado por inflación), explicado fundamentalmente por una baja en la dotación del personal de Ancap y por el hecho de que los salarios -que representan el 40% de esos gastos- ajustaron por debajo de la inflación.

Las autoridades remarcaron la significativa baja en los costos financieros, que pasaron de ser US$ 60 millones el año pasado por el impacto de la devaluación registrada a principios de 2020 (el dólar pasó de $ 37 a $ 42) a US$ 18 millones en lo que va de este año con un dólar “planchado”.

En relación a los resultados de las empresas vinculadas a Ancap, Ducsa (que compite en la cadena de distribución junto con Disa y Axion) registró ganancias por US$ 13,2 millones, lo que significó una contribución del 76% en los US$ 17 millones totales generados en el semestre por las subsidiarias.

Nuevo régimen.

Durante el primer semestre, los ingresos de Ancap estuvieron por debajo de los Precios por Paridad de Importación (PPI), el nuevo esquema de fijación de tarifas pautada por la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea), que calcula cuánto saldría cada combustible si en Uruguay existiera la libre importación y si Ancap estuviera en mercado de competencia.

Según indicaron las autoridades, la política de precios del Poder Ejecutivo del primer semestre -que decidió no aplicar el PPI hasta junio para no generar aumentos de tarifas durante la crisis económica y sanitaria- evitó que la sociedad uruguaya pagara US$ 117 millones más por la canasta vendida (principalmente naftas y gasoil).

Camión de transporte de combustible de Ancap. Foto: Estefanía Leal
Camión de transporte de combustible de Ancap. Foto: Estefanía Leal

Es decir que la no adecuación del precio de venta a la evolución del mercado internacional significó para Ancap una pérdida de ingresos de US$ 117 millones.

Por otra parte, las autoridades señalaron que la brecha creciente que existe entre el precio del supergás respecto a la PPI implica un aumento en el subsidio implícito de supergás (aportado por los demás ingresos de Ancap). Esa brecha lleva acumulada una pérdida de US$ 44 millones en el primer semestre.

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