CUENTAS NACIONALES
El Banco Central difundió los datos del Producto Interno Bruto (PIB) en el primer trimestre del año, que marcó el segundo período de retracción y por ende el ingreso en recesión.
En el primer trimestre del año la economía uruguaya entró en recesión, algo esperado por analistas y el gobierno, al caer el Producto Interno Bruto (PIB) 1,6% respecto al trimestre previo (medición desestacionalizada) y cuando ya venía de una contracción de 0,7% en el último trimestre de 2019 frente al inmediato anterior.
En la medición interanual (primer trimestre versus igual período de 2019) el PIB cayó 1,4%, cuando venía de crecer apenas 0,2% en el cuarto trimestre de 2019 frente a igual lapso de 2018, según el Informe Trimestral de Cuentas Nacionales que publicó ayer el Banco Central (BCU).
La recesión se profundizará en este segundo trimestre con el mayor impacto de las medidas para contener el coronavirus, que supusieron una caída drástica de actividad en varios sectores.
Esta es la tercera recesión de la economía uruguaya en los últimos cinco años. Las anteriores se dieron entre el segundo, tercer y último trimestre de 2018 (con caídas desestacionalizadas de 0,3%, 0,2% y 0,1% respectivamente) y en el primer y segundo trimestre de 2015.
Los analistas consultados por El País prevén que el PIB caiga en el año entre 2,5% y 5% (ver nota aparte), mientras que la proyección que manejó la ministra de Economía, Azucena Arbeleche en entrevista con El País hace un mes es de una caída de 3%. Ayer Arbeleche no quiso hacer declaraciones en conferencia de prensa cuando se la consultó por el dato de enero-marzo.
De todas maneras, el análisis del equipo económico coincide con el de analistas: el impacto de las medidas para contener la propagación del coronavirus llevará a una mayor caída del PIB tanto desestacionalizada como interanual en el segundo trimestre, dijeron a El País fuentes del gobierno.
Para el tercer trimestre, el equipo económico espera un crecimiento desestacionalizado aunque pueda haber otra caída interanual del PIB y ya en el último trimestre se vería consolidada la recuperación, dijeron los informantes. La construcción (con incentivos a obras de edificios y las obras previstas de infraestructura) puede ser el motor que traccione al resto, agregaron.
Analistas.
En el primer trimestre el efecto del coronavirus en la economía uruguaya (los primeros casos en Uruguay se conocieron el 13 de marzo, aunque a nivel global la situación ya era compleja) fue “muy parcial” y “poco significativo”, evaluaron los analistas.
“Las cifras confirman la recesión técnica, sin impacto significativo aún de la pandemia. Es evidente que tendremos caídas interanuales adicionales, con la más acentuada en el segundo trimestre, la que probablemente se acercaría a 10%” y “sin Transporte, almacenamiento y comunicaciones sería entre 10% y 15%”, dijo el economista Aldo Lema.
“Estos datos reflejan aún de modo muy parcial el impacto del coronavirus, aunque en algunos rubros el propio informe advierte que esto tuvo cierto impacto”, coincidió la socia de Exante, Florencia Carriquiry.
Para la directora del Instituto de Economía, Gabriela Mordecki “el efecto de la sequía sobre el sector eléctrico (cayó 20,4% desestacionalizado y 18,3% interanual) es un factor que llama la atención, e impacta fuertemente (en el PIB). Se espera que el mayor impacto de la pandemia esté en el segundo trimestre, cuando la actividad fue menor en todos los meses, sobre todo con fuerte efecto en comercio y Otras actividades”.
Sectores.
En la comparación interanual, en la que el PIB cayó 1,4% todos los sectores mostraron menor actividad, salvo Transporte, almacenamiento y comunicaciones. El BCU detectó impactos del coronavirus; “Incidieron las medidas para la contención del contagio del COVID-19 a partir de marzo (concretamente desde el 13 cuando se detectaron los primeros casos en Uruguay), las que impactaron en forma significativa en algunas actividades de servicios”.
En Comercio, reparaciones, restaurantes y hoteles la caída se dio por el comercio -menos ventas de bienes nacionales, exportados y en menor medida de bienes importados, en particular de vehículos- y por restaurantes y hoteles. En estos, hubo una “reducción de la demanda realizada tanto por los turistas como por los hogares residentes, principalmente por la caída en marzo, asociada a la crisis sanitaria”, explicó el BCU.
En Otras actividades (Servicios de Actividades inmobiliarias, Financieros, Prestados a las empresas, del Gobierno general, Sociales, de esparcimiento y personales, entre otros) en la baja que hubo “se destaca lo sucedido en la enseñanza, cuya actividad presencial fue suspendida a partir del 16 de marzo” lo que fue “parcialmente compensado” por clases a distancia, indicó el BCU.
En la caída de la construcción hubo un efecto por menores obras en edificios y del sector público que no fue contrarrestada por las del Ferrocarril Central y la planta de UPM.
En la Industria hubo mayor actividad en la producción de Pepsi, las plantas de celulosa de UPM y Montes del Plata y la refinería de Ancap, que fuer “contrarrestada por la caída en la producción del resto”.
En Actividades agropecuarias y Suministro de electricidad, gas y agua, la sequía fue el factor determinante con menores rendimientos en la zafra de soja (también hubo menor faena de ganado) y menor generación hidroeléctrica.
El único sector con crecimiento, Transporte, almacenamiento y comunicaciones también se vio impactado por el COVID-19 con menor actividad de transporte público y de carga (producto de las medidas para contener el virus) que fue más que compensada por el mayor uso de datos (ante el teletrabajo y el aislamiento social).
La inversión privada muestra expansión
La Formación bruta de capital aumentó 8,3% en el primer trimestre en la comparación interanual por la “mayor acumulación de stocks (se destacan productos importados de uso intermedio y capital que aún no ingresaron al proceso productivo) y un leve aumento (+0,2%) de la Formación bruta de capital fijo” (inversión), indicó el Banco Central. En el caso de la inversión, la privada creció 4,3% y la pública cayó 18,9%.
Ese aumento de la inversión privada se dio por mayor inversión en maquinaria y equipos “vinculada a la actividad agrícola” y a “obras de construcción relacionadas a la instalación de la nueva planta de celulosa”, mientras que se redujo la construcción en edificios que “se venía observando en períodos anteriores”, explicó el informe del BCU.
En el caso del sector público, la fuerte caída se debió al “descenso en obras de infraestructura pública” y “en menor medida a la maquinaria y equipo importada”, dijo el BCU. En construcción afectó la licencia especial sobre fin de marzo.
“En el segundo semestre seguirían las caídas interanuales del PIB, pero con una recuperación respecto al trimestre inmediatamente previo. No cambia la estimación de contracción del PIB para 2020 en su conjunto, de entre 3% y 5%”, dijo el economista Aldo Lema.
“Si bien vamos a estar incorporando estas cifras en nuestros modelos a los efectos de revisar pronósticos, a priori no esperamos cambios muy relevantes en relación a lo que veníamos manejando”, dijo la socia de Exante, Florencia Carriquiry. Esas proyecciones “contemplan que el impacto de la crisis desatada por el COVID-19 se sentirá sobre todo en el segundo trimestre del año, en el que la caída del PIB (si dejamos de lado el efecto del mayor consumo de comunicaciones) rondaría el 10%-11% interanual”, agregó.
Para Carriquiry el escenario base es que “ la actividad se recuperaría de forma significativa en el segundo semestre, aunque sin recuperar los niveles pre-COVID19 y el PIB acumularía una contracción promedio anual de entre 2,5% y 3%” que sin el efecto del mayor uso de servicios de datos (por el “aislamiento” para contener al coronavirus) sería “sensiblemente mayor (-5%)”. Estas cifras contemplan “un impulso significativo de la construcción del proyecto de UPM, que contribuiría con aproximadamente +1% del PIB este año”, añadió.
La directora del Instituto de Economía, Gabriela Mordecki indicó que para 2020 “las perspectivas son de una caída del PIB de entre 4% y 4,5%, pero con recuperación a partir del tercer trimestre del año, si es que la evolución de la retomada de la actividad no se ve interrumpida por algún rebrote del virus, que en este momento parece menos probable, pero no debe descartarse totalmente”.
Para el economista de Oikos, Pablo Moya “la evolución en general de la economía de lo que estamos viendo puede ser algo más negativa de lo que estimábamos, pero en todo el año la caída estará entre 2,5% y 3%”.
El consumo aumenta pero cae la exportación
Uno de los motores del lado de la demanda es el consumo y en ese sentido, el Gasto de consumo final creció 1,5% en el primer trimestre del año frente a igual período del año pasado, explicado por un mayor consumo de familias y empresas (+1,7%) y muy leve del gobierno (+0,1%).
“En este comportamiento hay que destacar la incidencia del turismo emisivo, que registró un importante incremento en términos de volumen hasta la primera quincena de marzo, así como el aumento en el tráfico de datos, que se aceleró en dicho mes”, puntualizó el Banco Central.
Por su parte, las Exportaciones de bienes y servicios cayeron 5,8% en el primer trimestre frente a igual lapso del año anterior. Esto se dio por una menor venta al exterior de bienes, principalmente carne y lácteos -que no pudo ser compensada por las mayores exportaciones de arroz y celulosa- y por una disminución del turismo receptivo debido al menor ingreso de turistas (explicado por la caída en marzo) y al gasto durante todo el trimestre, señaló el BCU.