POLO DE DESARROLLO INTEGRAL
El Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) investigó las ventajas para el país de la hidrovía entre Brasil y Uruguay.
"Hay muy buena expectativa y hay decisión política, tanto en Brasilia como en Montevideo, de llevar adelante este proyecto y hay iniciativas privadas que ya están avanzando en el trato de este tema (…) Hace muchas décadas que está en el papel, pero ahora parece que la concreción es inminente”.
Así confirmaba públicamente en los últimos días, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, el interés por parte de Brasil en construir la hidrovía de la Laguna Merín y Laguna de los Patos.
Es que hace más de 50 años que hay intenciones políticas de ambos países a favor de la integración fluvial de Uruguay y Brasil pero hasta el momento no habían prosperado y tampoco se han definido los incentivos necesarios para el desarrollo de la región hidrográfica de la laguna Merín.
Sobre este tema trató una nueva edición de los informes que realiza el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), en el que se afirma que el ecosistema de la cuenca transfronteriza de la laguna Merín (que une el sur de Brasil con el este de Uruguay), “cuenta con gran potencial para transformarse en un polo de desarrollo integral”.
La investigación de Ceres refleja que esa región tiene “suficientes cualidades” que permiten “imaginar el funcionamiento de una hidrovía en el noreste del país”, hecho que favorecería el aumento del comercio, la competitividad y la diversificación de la oferta exportadora de Uruguay.
Entre los motivos por los cuales aún no se ha llevado adelante este proyecto, Ceres encontró razones tales como: “la falta de voluntad política e integración binacional, trabas burocráticas por poca homogeneidad entre reglamentaciones de ambos países y falta de financiamiento”.
El proyecto
El “anhelo histórico binacional, cuyo vértice es el perfeccionamiento de la Hidrovía Uruguay-Brasil”, implica un proyecto que tiene básicamente dos ejes. “Uno de ellos tiene el propósito del desarrollo de la zona, bajo el supuesto del impacto favorable que debería tener en la producción y la mayor actividad previsible con el aumento de los negocios; y el otro está enfocado en las imprescindibles obras de dragado de los ríos y las inversiones necesarias para perfeccionar la navegabilidad de la Hidrovía Uruguay-Brasil”.
Entre los beneficios y oportunidades de este proyecto relevados por Ceres, se encuentra que, de implementarse, habría un aumento en la competitividad de Uruguay “a raíz del posible abaratamiento del costo de transporte y la posibilidad de llegar a nuevos mercados, así como la generación de una nueva salida al mar más accesible para productores de la zona”.
Sobre este punto, el documento de Ceres señaló que ese potencial abaratamiento del costo de transporte, podría implicar un aumento en la competitividad de la producción agrícola, impulsado también por el acceso a insumos brasileños de menor precio.
“Otro aspecto que surgió de la investigación, y que puede ser un estímulo a un proyecto de gran calado como el de la Hidrovía Uruguay-Brasil, es la oportunidad de generar una nueva vía de exportación hacia, por ejemplo, China”, afirmó Ceres.
También se prevé una mejora logística del transporte, dado que con este plan se favorecería la descentralización de la capital del país porque se ofrecen “nuevas opciones a una zona con altos costos de transporte”.
Por otra parte, Ceres manifestó que es de esperar una mejora ambiental puesto que “la disminución del uso de combustibles fósiles, al sustituir transporte carretero por acuático, puede resultar en una reducción de la contaminación ambiental”.
A raíz de las nuevas inversiones, mayor integración y la puesta en marcha de la Hidrovía, también es previsible esperar un “aumento en la producción y el empleo”, sobre todo en una de las regiones del país “con mayores carencias socioeconómicas”.
Es que según el estudio de Ceres, en la región de la Laguna Merín viven 260.000 personas, de las cuales 33.700 estaba en situación de pobreza en 2020, es decir un 13% de la población. Ese guarismo implica mayor vulnerabilidad en comparación con el conjunto del resto del interior del país (10,3%).
Algo similar ocurre en términos de la actividad económica en esa región, dado que mientras que el promedio departamental de participación en el Producto Interno Bruto (PIB) nacional es de 1,7%, mientras que la media del interior del país es del 2,8%.
Los aspectos clave y las tareas pendientes
En el estudio elaborado por el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) -que tiene como director ejecutivo al economista Ignacio Munyo-, afirmaron que por la magnitud del proyecto, “es vital” que el gobierno y las autoridades departamentales realicen “planes estratégicos” para captar inversiones “que desemboquen en cadenas de valor relevantes, y que esté bien definido cuáles son los rubros a los que se debe apuntalar para aumentar la producción”.
A modo de ejemplo, recordaron que en Treinta y Tres está “el segundo depósito más grande de América Latina de piedra calcárea, una materia prima de enorme potencial por su uso en la fabricación de cemento, que requiere de una atención especial”.
Asimismo, la investigación concluyó que es “una asignatura pendiente” para Uruguay y Brasil poder “homogeneizar los mecanismos de control, que no deberían entorpecer la dinámica de una frontera viva”.
También manifestaron que se debe desarrollar la infraestructura necesaria para la terminal en la Laguna Merín, la que deberá tener “disponibilidad suficiente de carga y seguridades de conectividad”. Eso requiere, según Ceres, de una “coordinación binacional, tanto en la realización de las obras de dragado como de la correspondiente señalización en las aguas navegables”.
El informe destacó además que “se debe tener presente el marco jurídico de la zona”, dado que “existe preocupación por el efecto nocivo de trabas burocráticas”, como también “prestar la debida atención” a la preservación de la biodiversidad de la zona.