El Banco Central refuerza una medida clave, ¿qué implica y qué impacto puede tener en el valor del dólar en Uruguay?

Tras bajar tasa de interés de 11,25% a 10,75% en julio, el Comité de Política Monetaria del Banco central del Uruguay ayer la redujo a 10%.

Compartir esta noticia
La reunión entre el directorio del Banco Central y parte de su staff técnico: Copom
La reunión entre el directorio del Banco Central y parte de su staff técnico: Copom.
Foto: BCU

Redacción El País
Con la confirmación de que la inflación en Uruguay viene a la baja en forma más acelerada de lo previsto, el Banco Central (BCU) resolvió un recorte más agresivo de su tasa de interés de referencia al reducirla en 75 puntos básicos cuando en julio la había bajado en 50 puntos.

Tras la reunión del Comité de Política Monetaria del BCU (Copom, órgano que integran técnicos y directorio), el directorio resolvió el recorte de la Tasa de Política Monetaria (TPM) de 10,75% a 10%.

¿Qué implica esto? Que el BCU continúa en el proceso de cambio de fase de la política monetaria de contractiva a neutra. En fase contractiva, en teoría la política monetaria tiene como objetivo apuntalar el combate a la inflación vía el encarecimiento del crédito en pesos, desalentando el consumo y favoreciendo el ahorro.

El BCU considera que su tasa neutra es de 2% en términos reales. Es decir, descontado el efecto inflacionario. Si el promedio de expectativas (lo que prevén analistas, empresarios y el propio mercado para la inflación en 24 meses) está en 7,1%, quiere decir que la tasa neutra estaría en 9,1% (2% real). Si se toma en cuenta la estimación de inflación del BCU (5,3% en 24 meses), la tasa neutra estaría en 7,3%.

En cualquier caso, la TPM debería seguir bajando para llegar a fase neutra.

¿En qué se basó el Central para tomar esta decisión? El comunicado del Copom tras la reunión de ayer, señaló que en el año cerrado a julio, la inflación se redujo a 4,79% “con una caída en todos sus componentes, que la ubican 4,8 puntos porcentuales por debajo del mismo mes del año 2022 y en su nivel más bajo de los últimos 17 años”.

A su vez, “la inflación subyacente (que excluye productos y servicios volátiles como frutas y verduras y tarifas públicas, entre otros) se ubicó en 3,99% y se redujo en una magnitud similar al Índice de Precios del Consumo (IPC)”, añadió.

Además, el BCU prevé que esta baja de la inflación sea sostenida.

“El Copom espera que en los próximos meses continúe la reducción de la inflación interanual y el descenso de las expectativas. La proyección de inflación para el horizonte de política monetaria (24 meses) se mantiene dentro del rango objetivo”, afirmó.

El rango objetivo, es que la inflación de los últimos 12 meses se ubique entre 3% y 6%, algo que el BCU prevé que ocurrirá en cada uno de los próximos 24 meses.

El otro factor que tomó en cuenta el Central, son las expectativas. “El promedio de los indicadores de expectativas de inflación a 24 meses se mantuvo estable en julio (7,10%), destacándose la reciente reducción de la inflación esperada por los analistas en la encuesta que realiza el BCU, en una tendencia lenta pero continua”, indicó el comunicado. “Se valoró positivamente que en la encuesta de expectativas de empresarios, si bien en mediana se mantuvo constante, la media muestra un descenso respecto a la medición anterior”, agregó.

Semanas atrás, el presidente del BCU, Diego Labat había dicho a El País que en las encuestas, “ves que varios analistas se van corriendo (hacia abajo). Todavía no terminan de creer, pero creo que estas cosas (la baja del IPC de julio) ayudan”.

“Soy bastante optimista que las negociaciones salariales no van a tener un gran impacto que distorsione (las expectativas), que es el miedo que a veces hay”, había agregado Labat.

Un último factor que también jugó a favor de reducir la TPM fue lo que está pasando en el mercado uruguayo.

En ese sentido, el Copom recordó que “la curva de rendimientos de las Letras de Regulación Monetaria (LRM, un título que emite el BCU para quitar pesos del mercado) ajustó a la baja, pasando de promediar 11% en junio a 10,6% en julio. Asimismo, esta curva se mantuvo invertida, con tasas comprendidas entre 10,8% y 10% en los nodos de 30 días y dos años respectivamente”. La “curva invertida” implica que las tasas de interés a largo plazo son menores que las de corto plazo (cuando en teoría, el riesgo es más alto a largo que a corto plazo).

El Central también valora en su decisión aspectos de la economía a nivel global y local (ver aparte).

¿Qué puede pasar más adelante con la TPM? El comunicado del Copom recordó que “futuros movimientos” seguirán estando “condicionados por la evolución de la inflación y, principalmente, de sus expectativas en el horizonte de política monetaria”.

¿Qué efecto tiene esta medida del BCU en el dólar? El presidente de la Asociación Cultivadores de Arroz, Alfredo Lago señaló que “es una buena señal” del BCU y que espera un “impacto positivo” en el tipo de cambio. El dólar está “planchado” en Uruguay y en teoría una baja en la tasa de interés de referencia en pesos quita atractivo al ahorro en esa moneda, lo que favorecería un alza del dólar (vía mayor demanda).

Pero, en la práctica eso es difícil que se dé. Por un lado, el mercado ya descontaba esta baja de la TPM. Cuando el pasado 3 de agosto se conoció el dato de que la inflación había bajado en julio, el economista Aldo Lema señaló en su cuenta de Twitter que las tasas de mercado habían incorporado una baja de 75 puntos básicos de la TPM, desde 10,75% a 10%, lo que finalmente ocurrió ayer. Por lo tanto, para el mercado no hay nada nuevo.

Operadores cambiarios consultados por El País coincidieron en que las fuerzas que pueden impulsar al dólar al alza podrán venir de afuera más que de Uruguay, por lo que ven a la divisa estadounidense con la misma tónica: “planchada”. En ese sentido, mencionaron algún otro tipo de problema en Argentina o una suba mayor que la prevista de las tasas de interés de Estados Unidos, algo que de todas maneras tiene un efecto acotado en el tiempo.

además

Adiós al Efecto Sequía en el PIB

El BCU analizó que “en Uruguay se espera que la actividad económica supere el efecto de la sequía, que se reflejará en la medición del segundo trimestre, y tenga un repunte en el tercero a partir de la reversión de ese shock y la puesta en marcha de la segunda planta de UPM”.

Destacó que “el mercado de trabajo mostró señales positivas en la medida que tanto la tasa de actividad como la de empleo presentaron incrementos en términos desestacionalizados respecto al trimestre previo”.

En cuanto a la situación a nivel mundial, el BCU dijo que “la actividad se desacelera en el segundo trimestre por el menor crecimiento de China, compensado por los datos positivos en las principales economías del mundo” y que “la inflación continúa su evolución a la baja, luego que el precio de los commodities se estabilizó en niveles previos a la pandemia”.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar