Redacción El País
Habia expectativa por la reunión del Comité de Política Monetaria (Copom, que integran los directores y los servicios técnicos) del Banco Central (BCU) de ayer, no tanto por la decisión (ya se esperaba que mantuviera la tasa de interés de referencia en 8,5%), sino porque era la primera bajo la presidencia de Washington Ribeiro tras la salida de Diego Labat a fin de julio pasado.
Labat dejó la presidencia del BCU ya que se dedica ahora a la campaña política como eventual ministro de Economía y Finanzas en caso que Álvaro Delgado gane las elecciones y sea el próximo presidente de la República.
En lo que refiere a la Tasa de Política Monetaria (TPM, es decir “el precio del dinero”), el directorio del BCU la mantuvo en 8,5% por tercera reunión consecutiva. La clave estaba en el comunicado posterior y allí el Central manejó como argumento central para tomar esta decisión que "luego de un dato de inflación menor al esperado en julio, las proyecciones de corto plazo del BCU sugieren que la inflación tendría un nuevo incremento en agosto para luego comenzar a descender, manteniéndose dentro del rango meta (de entre 3% y 6%) y convergiendo hacia el centro del mismo en el Horizonte de Política Monetaria", es decir en 24 meses.
El Copom valoró en el comunicado que "el promedio de expectativas de inflación para el Horizonte de Política Monetaria (24 meses) se redujo nuevamente en julio a 5,94% y por primera vez se ubicó dentro del rango meta".
Por otro lado, indicó que "en Uruguay, la actividad sigue mostrando señales de crecimiento impulsada por el consumo privado y la recomposición de la demanda externa".
Con este escenario, "el Copom valoró positivamente el funcionamiento de la política monetaria, la permanencia de la inflación en torno al centro del rango meta y la convergencia gradual de sus expectativas".
Por ello, "el directorio del BCU decidió que la TPM continúe en 8,5%, consistente con el objetivo de consolidar la inflación y sus expectativas en el centro del rango meta".