Redacción El País
Sin sorpresas, el Banco Central (BCU) mantuvo su tasa de interés de referencia, es decir el "precio del dinero", en 8,5% ayer tras la reunión de su Comité de Política Monetaria (Copom, que congrega a técnicos con el el directorio de la autoridad monetaria). Esto era previsible, ya que como señaló el comunicado del Copom tras el cónclave, "la inflación interanual descendió en setiembre a 5,32%, luego de mostrar un leve incremento en agosto (estaba en 5,57% interanual), en línea con las proyecciones del Banco Central", si bien vio "volatilidad en el mercado financiero" asociada a un "incremento en la percepción de riesgo".
Así, el directorio del BCU decidió que la Tasa de Política Monetaria (TPM) "continúe en 8,5% con el objetivo de consolidar la convergencia de la inflación y sus expectativas en torno al centro del rango meta en el horizonte de política monetaria".
La meta del Central es que la inflación se ubique entre 3% y 6% y su centro es 4,5%. El "horizonte de política monetaria" son 24 meses, ya que ese es el lapso en el que se entiende que la política monetaria tiene efecto. Así, el BCU espera que la inflación y las expectativas (lo que prevén empresarios, analistas y mercados) vayan hacia el 4,5% en 24 meses.
El Central señaló para argumentar su decisión de mantener la TPM (o "el precio del dinero") en que la inflación descendió en de 5,57% (en 12 meses cerrados a agosto) a 5,32% (en 12 meses cerrados a setiembre) "en línea con las proyecciones del BCU". De hecho, en el Copom anterior había señalado que “luego de un dato de inflación menor al esperado en julio, las proyecciones de corto plazo del BCU sugieren que la inflación tendría un nuevo incremento en agosto para luego comenzar a descender", lo que finalmente se verificó.
La autoridad monetaria destacó además que con el dato de setiembre, "la inflación completó 16 meses consecutivos dentro del rango meta, el periodo más extenso desde la implementación del régimen de metas de inflación", es decir desde 2003.
El otro factor que tuvo en cuenta el Banco Central para mantener la tasa de referencia en 8,5% fue que "los tres indicadores de expectativas de inflación que monitorea el BCU muestran una convergencia parsimoniosa: el promedio a 24 meses se ubicó en 5,88% en setiembre (en julio se ubicaba en 5,94%)".
El promedio de expectativas surge de las proyecciones de inflación que realizan los analistas (economistas, bancos, AFAP, consultoras), los empresarios y los operadores del mercado (corredores de bolsa, asesores financieros). El 5,88% previsto a 24 meses marca que las expectativas son que el BCU cumpla la meta. Ese número es clave, ya que en base a eso, el Central calibra si la TPM está en nivel “expansivo” (promueve la actividad, favoreciendo el consumo), “contractivo” (combate las presiones al alza en los precios, desalentando el consumo) o “neutro”.
El Central señala que una tasa de interés real de 2,5% es una política monetaria “neutra”. Para tener esa tasa de 2,5% real, con expectativas de inflación en 5,88% (es decir, casi 6%), la TPM debe ubicarse en 8,5%. Así, la instancia actual de la política monetaria es neutra (TPM de 8,5% menos expectativas en torno a 6% = tasa de interés real de 2,5%).
¿Qué más consideró el BCU?
En el comunicado tras la reunión del Copom, se mencionó que “se observó volatilidad en el mercado financiero, producto de un incremento en la percepción de riesgo por parte de algunos agentes, situación que viene siendo procesada por el mismo".
"El Producto Interno Bruto (PIB) mostró en el segundo trimestre del año un aumento desestacionalizado de 2%, ubicándose 3,8% por encima del nivel que tenía un año atrás" y "las proyecciones de actividad indican que la economía continuará en crecimiento en los trimestres siguientes", destacó el Central.
En tanto, sobre el escenario internacional, el BCU analizó que “la actividad en las principales economías mantiene la desaceleración" y que "la inflación en Estados Unidos muestra una mejora respecto a la convergencia hacia la meta de la Reserva Federal (Fed), lo que impulsó una baja de su tasa de interés mayor a la esperada", de 50 puntos básicos.
"En la región, Brasil muestra un nivel de actividad dinámico y un progresivo desalineamiento de las expectativas de inflación, que llevó a que su banco central incrementara la tasa de interés. En tanto, en Argentina se mantiene el escenario de incertidumbre", añadió el comunicado.
No hubo ninguna mención al aumento de la escalada de tensión en la guerra en Medio Oriente, lo que podría tener consecuencias económicas.
Con este panorama, "el Copom valoró positivamente el funcionamiento de la política monetaria, la permanencia de la inflación en torno al centro del rango meta y la convergencia gradual de sus expectativas", explicó el comunicado.
Por ello, "el directorio del BCU decidió que la TPM continúe en 8,5%, consistente con el objetivo de consolidar la inflación y sus expectativas en el centro del rango meta", concluyó.
¿Cómo funciona la TPM y qué efecto tiene en el dólar?
La TPM es la tasa de interés de referencia para la economía uruguaya y marca el “precio del dinero”.
Es que la TPM señaliza lo que les cuesta a los bancos hacerse de liquidez (pesos uruguayos en este caso) mediante préstamos entre sí a un día y entre estos y el Central. Luego los bancos toman como referencia esa TPM para determinar la tasa de interés que cobran a empresas y personas por préstamos.
Una TPM en terreno “neutral” como en este caso, en teoría, no promueve el consumo ni el ahorro. Aunque en los hechos, esto es más complejo e inciden otros factores.
En cuanto al efecto de la tasa sobre el dólar, mantener la TPM en 8,5%, puede hacer disminuir el atractivo por posicionarse en dólares en la medida que la Fed reduce su tasa de interés de referencia (el "precio del dinero" de la divisa estadounidense). En el Copom anterior, la tasa de la Fed estaba en 5,25%-5,5% y ahora está en 4,75%-5,25%.
Eso, en teoría, propiciaría una menor demanda de dólares impulsando su valor hacia abajo porque se volvió más atractivo posicionarse en pesos que en dólares, en la medida que se espera además que la Fed siga bajando su tasa (ampliando la brecha de "precios del dinero").
Sin embargo, esto no es tan lineal, porque influyen otros factores. Por ejemplo, una mayor escalada en las tensiones entre Israel e Irán podrían impulsar el dólar a nivel global al alza ya que es considerado un activo de refugio.
En definitiva, la expectativa es que no hay más espacio para el fortalecimiento del dólar y por ende, los inversores se anticipan a ello posicionándose en otras monedas, lo que conlleva a un fortalecimiento de estas frente a la estadounidense (y Uruguay no es ajeno a ello).
-
El potencial en un sector que Uruguay quiere explotar a nivel mundial y para el que lanzó una marca
Se viene el plan de beneficios para deudores en Unidades Reajustables: quiénes acceden y cómo se hace
Conectividad en octubre: ¿a cuáles destinos puedo viajar desde el Aeropuerto Internacional de Carrasco?