El Banco Central del Uruguay (BCU)decidió un incremento de 25 puntos básicos en la tasa de interés de referencia ("el precio del dinero"), de 8,50% a 8,75%, con el objetivo de que la inflación y sus expectativas converjan al 4,5% anual en el Horizonte de Política Monetaria (HPM) a 24 meses, según informó luego de la reunión de su Comité de Política Monetaria (Copom, que congrega a técnicos con el Directorio de la autoridad monetaria).
La inflación interanual se ubicó en noviembre en 5,03% y, de esa manera, completó un año y medio dentro del rango, el periodo más extenso desde la implementación del régimen de metas de inflación, señaló.
Sin embargo, la inflación subyacente registró un incremento por segundo mes consecutivo y se ubicó por encima de la inflación headline, impulsada por un aumento en la inflación transable.
En noviembre, el promedio de expectativas a dos años tuvo un descenso a 5,83%. Sin embargo, en diciembre se registró un leve aumento de nueve puntos básicos en la mediana de analistas, que se ubica en 5,89%.
El escenario internacional muestra un deterioro en las perspectivas de la actividad, debido al menor crecimiento de las economías avanzadas, y la inflación mantiene su persistencia en el componente núcleo.
En diciembre, la Reserva Federal (Fed) redujo la tasa de interés por tercera reunión consecutiva y, a partir de ahora, el mercado espera un ritmo de recortes más lento. Este cambio en el escenario incide en el fortalecimiento del dólar a nivel global, explicó el BCU.
En Brasil, la proyección de crecimiento se corrigió al alza para 2024 y 2025 luego de una mejora en los datos de actividad del tercer trimestre. Las expectativas de inflación continuaron desalineándose respecto a la meta, lo que llevó a que el Banco Central de Brasil (BCB) elevara la tasa de interés.
En tanto, Argentina continúa con la implementación de su plan económico.
En Uruguay, el Producto Interno Bruto (PIB) exhibió en el tercer trimestre del año un crecimiento de 4,1% interanual; en tanto que se espera un crecimiento promedio anual en torno a 3,4% para 2024, afirma el ente.
Cabe señalar que la decisión de incrementar las tasas de interés en 25 puntos se da en un contexto de inflación contenida, pero con presión al alza por la suba del dólar.
Anteriormente, el BCU había mantenido la tasa en 8,5% considerando que "la inflación interanual descendió en setiembre a 5,32%, luego de mostrar un leve incremento en agosto (estaba en 5,57% interanual), en línea con las proyecciones del Banco Central", si bien vio "volatilidad en el mercado financiero" asociada a un "incremento en la percepción de riesgo".
En esa ocasión (principios de octubre), el presidente del BCU, Washington Ribeiro explicó que el plebiscito jubilatorio que promovió el Pit-Cnt y algunos sectores del Frente Amplio, era un “cisne negro” para la economía uruguaya, al cual el BCU le asignó baja probabilidad de ocurrencia, pero ante “el riesgo que implicaba” lo llevó a ser “conservador” al momento de decidir mantener la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 8,5%.
Analistas opinan
Ignacio Umpiérrez, economista del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), escribió en su cuenta X: “Por primera vez bajo el nuevo marco de política monetaria una suba de la TPM (tasa de política monetaria) fue votada por unanimidad (con el voto del representante de la oposición). Señal adicional de que, pasado el ciclo electoral, habrá más continuidad que cambio pese a las críticas generalizadas en su momento”.
A este tuit de Umpiérrez, el economista José Licandro, comentó duramente en X: “Es que el director de hoy, todavía oposición, ya cambió el chip de “platitos chinos” a la orientación de la futura administración Oddone-Tolosa. No sé cómo no se le cae la cara de vergüenza! Estuvo cinco años votando solo bajas de TPM”.
Por su parte, el economista Aldo Lema expresó, también en su cuenta X: “El apoyo del director (Ignacio) Berti al alza de la tasa ahora es buena y mala señal al mismo tiempo: buena, porque es lo correcto técnicamente; mala porque deja entrever consideraciones políticas en sus votaciones previas. Y hasta quizás cierta presión política ahora también”.
Asimismo, Lema escribió en sus redes sociales: “Si bien el consenso de los analistas y la encuesta a operadores financieros contemplaban mantención de la Tasa de Política Monetaria de Uruguay en 8,5%, las tasas de mercado y la regla de política monetaria (“a la Taylor”) ya sugerían un alza, más temprano que tarde”.
Y agregó que “salvo que las expectativas de inflación a 24 meses muestren cierto retroceso, el sesgo de la política monetaria de Uruguay será más restrictivo en el primer semestre de 2025, con predisposición del BCU hacia nuevas alzas de la tasa referencial”.
El economista destacó también que la decisión del BCU se basó, fundamentalmente, en la aceleración de la inflación subyacente y cierta alza de las expectativas de inflación. A esto se le agrega la inseguridad del entorno internacional, según otros analistas.