Si bien no se conocen cifras exactas, se estima que existen unas 300.000 personas que padecen diabetes en Uruguay, una enfermedad que se caracteriza por elevados niveles de azúcar en sangre. Uno de los pilares fundamentales para tener una buena calidad de vida es el ejercicio frecuente y mantener una alimentación saludable. Para pacientes diabéticos, esto no implica solo un consumo reducido en azúcares sino también en harinas y carbohidratos ya que son nutrientes que aumentan los valores de glucosa en el organismo.
Sin embargo, el costo de vida de los diabéticos se encuentra condicionado por los altos precios de sus alimentos y en algunos casos, las dificultades para acceder a la medicación requerida según el tipo de diabetes.
Mientras un kilo de azúcar ronda los $ 55, 800 gramos de edulcorante cuestan alrededor de $ 1.000. Según explicó el asesor de la Asociación de Diabéticos del Uruguay (ADU), Bruno Carrattini, esto se debe a dos motivos principales: por un lado, el alto costo de producción de los productos sin azúcar y la escasa competencia y demanda en el mercado.
Por otra parte, la presidenta de la Fundación de Diabetes del Uruguay (FDU), Gisele Mosegui, sostuvo que se hicieron reiterados reclamos al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para reducir el IVA de los alimentos para diabéticos, pero “no obtuvieron respuestas”.
Acceso a tratamientos
Se estima que el 10% del total de diabéticos son insulinodependientes, a excepción de los insulinorequirentes de tipo dos y embarazadas con diabetes gestacional.
A través de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), el acceso a estos insumos se realiza de forma gratuita. Sin embargo, si la insulina requerida no está comprendida en el sistema de salud pública, el proveedor es el Fondo Nacional de Recursos (FNR).
Las insulinas comprendidas en el FNR son las análogas de acción lenta, cuyo tratamiento corresponde a diabéticos con hipoglucemia (baja concentración de glucosa en sangre).
Para evitar escenarios como la hipoglucemia o hiperglucemia, existen las bombas de insulina; un dispositivo que funciona a través de una alarma que advierte al paciente sobre los valores de azúcar en sangre.
Según Monsegui, insumos modernos como las bombas de insulina permiten una mayor independencia para el paciente y evitan la incomodidad de las inyecciones. Para estos casos, sólo diabéticos de hasta 21 años que cumplan con los requisitos pueden acceder a este tipo de procedimientos.
Por este motivo, para Monsegui “existe una disparidad en el acceso a tratamientos”. Por su parte, Carrattini agregó que las insulinas cubiertas por el FNR comprenden solo a diabéticos de tipo uno a pesar de que muchos casos de tipo dos también lo requieran.
En lo que refiere a las mutualistas, existen dos tipos de insulinas exoneradas de costos por decreto. En cambio, la mayoría de estas requieren un ticket de copago.
Para aquellos pacientes que por los requisitos, no pueden acceder a las insulinas previstas por el FNR, cada lapicera contenedora cuesta entre $ 700 y $ 1.800 y se utiliza a demanda del paciente.
Proyectos presentados
En Uruguay existe una ley de diabetes votada en 2019 y reglamentada por el Ministerio de Salud Pública (MSP) en agosto de este año. La misma comprende el acceso a algunas de las insulinas necesarias para aquellos pacientes con diabetes tipo uno.
Mosegui sostuvo que si bien la reglamentación prevé el acceso a algunos medicamentos, por iniciativa de la fundación se solicitó la inclusión de garantías a tratamientos de calidad según la condición de cada paciente ya que la normativa se refiere a los derechos de los diabéticos.
Carrattini y Mosegui coincidieron en la importancia de flexibilizar los requerimientos del sistema para que los pacientes puedan acceder a un tratamiento de calidad.
El asesor de ADU también se refirió a la desactualización de la cobertura de medicamentos para diabéticos e indicó que si bien se obtuvieron mejoras, los mayores obstáculos se presentan en los protocolos del FNR.
Por otra parte, hizo referencia a uno de los puntos que tiene más reclamos por parte de las agrupaciones: el límite de la edad para acceder a algunos tratamientos.
En ese sentido, explicó que tanto la insulina proporcionada por el FNR, como los sensores de monitoreo continuo son únicamente para pacientes menores de 21 años.
Desde ADU se propuso el programa “Compromiso por la diabetes”, que contiene la firma de los candidatos a la presidencia con el objetivo de hacer el tratamiento para la diabetes de acceso universal.