El “cruce de caminos” en el que está la economía uruguaya y lo que viene en 2023

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Banco Central del Uruguay. Foto: Francisco Flores.
Fachada del edificio sede del Banco Central del Uruguay, BCU, en Diagonal Fabini 777, Ciudad Vieja, Montevideo, ND 20200320, foto Francisco Flores - Archivo El Pais
Francisco Flores/Archivo El Pais

PIB ESTANCADO EN TERCER TRIMESTRE

Analistas consultados por El País indicaron que el enfriamiento de la economía era “previsible” y que aún no hay señales de una recuperación de la actividad en el último trimestre del año.

Este contenido es exclusivo para nuestros suscriptores.La economía uruguaya se estancó en el tercer trimestre del año y mostró una significativa desaceleración respecto a la expansión que se había registrado en el primer semestre. Los analistas consultados por El País indicaron que el enfriamiento de la economía era “previsible” y afirman que por el momento no hay señales de que la actividad se haya reactivado en el último trimestre del año.

Las principales consultoras económicas del país calcularon que entre julio y septiembre de este año, el Producto Interno Bruto (PIB) tuvo una caída desestacionalizada (frente al trimestre anterior) de 0,1%, pese a que este guarismo no fue detallado en el informe de Cuentas Nacionales, publicado ayer por el Banco Central del Uruguay (BCU). Desde el regulador indicaron que “en términos desestacionalizados, la actividad económica se mantuvo en guarismos similares a los del segundo trimestre del año anterior”.

Si se evalúa la comparación interanual (es decir, respecto al mismo período del año pasado), el PIB tuvo un crecimiento de 3,74%. Sin embargo, según indicó el economista Aldo Lema a través de su cuenta en Twitter, esa expansión se explica por base de comparación, es decir, por el bajo registro del año pasado cuando el país estaba afectado por la pandemia de covid-19.

Para el economista de la consultora PwC, Ramón Pampín, con el dato del tercer trimestre “se confirma la desaceleración esperada, de una economía que está en un cruce de caminos en su fase de crecimiento”.

Sobre esto, explicó que la economía uruguaya deja atrás un período que estuvo impulsado por tres factores: la fase de inversión de la segunda planta de celulosa de UPM y su efecto en el sector de la construcción; el “boom” de las exportaciones agropecuarias con su consiguiente impacto en la industria; y por el “efecto rebote aritmético por ir normalizando la movilidad perdida por la pandemia”.

“Y en este segundo semestre de 2022 se establece una transición en que aquel efecto rebote casi ha desaparecido, la inversión de UPM dos va perdiendo fuerza pero da paso a un ciclo interesante de construcción de vivienda residencial, y estimamos que el consumo privado se debería normalizar en su núcleo duro y comercial en 2023 a partir de un aumento del salario real durante 2023”, adelantó Pampín.

Vista aérea de la segunda planta de celulosa de UPM
Vista aérea de la segunda planta de celulosa de UPM. Foto: UPM

Gasto de consumo final creció 4,7%

De acuerdo con los datos del informe de Cuentas Nacionales del BCU, en el tercer trimestre del año, el gasto de consumo final registró un crecimiento de 4,7% en comparación con el tercer trimestre de 2021. En tanto, el gasto de consumo final de los hogares aumentó un 7%, explicado por un mayor consumo en lo que refiere a los viajes al exterior por turismo, especialmente a Argentina, “así como el consumo de servicios de transporte de pasajeros, prendas de vestir, calzado y aparatos de radio y televisión”. Por otro lado el informe reflejó que el gasto de consumo final del gobierno registró una reducción del 3,5%, debido a un menor gasto en servicios de salud. Desde Exante manifestaron que el consumo privado “retomó un mayor dinamismo, con una incidencia clave del gasto en viajes”, explicado por una mayor cantidad de turistas que visitaron al país vecino, debido a la diferencia cambiaria.

Para el economista Javier de Haedo, “lo más relevante en la coyuntura es la comprobación del estancamiento en el tercer trimestre, previsible y anticipado por indicadores” económicos adelantados como el dato de empleo y el núcleo industrial.

De acuerdo con los datos del BCU, en el tercer trimestre del año se destacó el crecimiento del Comercio, alojamiento y suministro de comidas y bebidas (10,8%); Actividades profesionales y arrendamiento (9,3%), Construcción (8,4%); y Transporte, almacenamiento, información y comunicaciones (7,2%).

De forma contraria, los sectores económicos que más se contrajeron fueron el Agropecuario, pesca y minería (cayó 7,4%) y la Industria manufacturera (2,8%).

De acuerdo con el economista del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), Agustín Iturralde, “desde el enfoque de la oferta se verifica una dualidad. Algunos sectores que se habían recuperado bien” como el agro y la industria, “presentaron un retroceso”, mientras que el comercio, las actividades profesionales y la construcción mostraron “buenos desempeños”.

En tanto, desde el lado de la demanda, Iturralde destacó “el buen desempeño del consumo privado”, que creció un 7% luego de haber sido “el componente más rezagado en la recuperación de 2021, encontrándose en niveles prepandemia”.

En relación a la demanda, el economista de CPA Ferrere, Giuliano Cantisani, manifestó que hubo “un mayor impulso por el lado del consumo privado, compensada por una menor contribución de la demanda externa y la inversión”.

El crecimiento interanual del PIB observado “fue menor” al que esperaban en CPA Ferrere. Según Cantisani, el dato “marcó un estancamiento en la actividad económica y una importante desaceleración respecto al crecimiento observado en la primera mitad del año, donde se registraron crecimientos trimestrales por encima del 1% en promedio”.

En la misma línea, desde Exante, la economista Florencia Carriquiry indicó que los datos de PIB “marcaron un freno de la actividad económica” que fue “algo más importante” del que ya tenían estimado en la consultora.

No obstante, dado que el BCU revisó al alza las estimaciones de los dos trimestres previos, “en enero-septiembre, el crecimiento acumulado es muy similar al que veníamos manejando de 6,5%. En ese marco, no esperamos una modificación relevante de nuestra estimación de crecimiento promedio anual para este año, que ya veníamos estimando en torno a 5,5%”, explicó.

En términos de perspectivas, desde CPA Ferrere señalaron que los indicadores adelantados de actividad “por el momento no dan señales” de que la economía se haya reactivado en el último trimestre de 2022.

“En particular, las exportaciones de bienes y la industria manufacturera muestran caídas respecto al año anterior. De este modo, este nuevo dato implicará una revisión a la baja de nuestra proyección de crecimiento, que hasta el momento era de 5,9% en el promedio de 2022”, señaló Cantisani.

Por su parte, Pampín manifestó que desde PwC esperan que el PIB tenga una expansión de 5,0% este año pero advirtió que “la amenaza que ya se ve en este informe del tercer trimestre” tiene que ver con “el filtro de las importaciones: el diferencial cambiario que hace que parte del consumo privado se realice en el exterior, vía importaciones”.

En base a los cálculos realizados, teniendo en consideración el aumento del PIB en el último trimestre y si la economía no creciera en lo que resta del año, se daría un aumento de 5,5% interanual (de acuerdo al efecto de arrastre estadístico).

Altos crecimientos de inversión fija

Desde el lado de la demanda, se destacó el crecimiento interanual de las exportaciones en volumen (18,9%). La formación bruta de capital registró una baja de 3,9% en comparación con el mismo trimestre de 2021. Si bien se dio un incremento en la inversión de activos fijos, fue superado por la desacumulación de existencias (descenso en las existencias de granos de soja que fueron exportados). En tanto, el aumento en la formación bruta de capital fijo fue de 10,1% en el período, explicado por una mayor inversión en obras de construcción, entre las que se destacó la obra del Ferrocarril Central, obras de vialidad y telecomunicaciones, así como la construcción de edificios. No obstante, esos aumentos no pudieron ser contrarrestados por la caída que se registró en las inversiones asociadas a la construcción de la segunda planta de celulosa de UPM.

Crecimiento del PIB moderado para 2023

Desde Exante prevén un crecimiento “muy moderado” para el año 2023. Si bien estimaban una expansión del PIB del 2% promedio anual, para sostener esa proyección se “requiere que la actividad económica tenga cierta reactivación” respecto al estancamiento reflejado en el tercer trimestre. A su vez, la economista de Exante dijo que el escenario actual “plantea varias incertidumbres” en lo que refiere a un “esperable menor dinamismo” de las exportaciones, “incluso pese al impulso que vamos a ver a nivel de la celulosa y asumiendo una mejor temporada turística”.

Otro factor que influirá será que las inversiones asociadas al proyecto de UPM “van a ir llegando a su fin ya en la primera parte del año. Y si bien hay señales de reactivación de la inversión privada en construcción residencial” y esperan “también más obras viales y en otras infraestructuras, difícilmente compensen en su totalidad”.

En esta línea, dijo que el crecimiento económico en 2023 “dependerá de forma clave de la evolución que mantenga el consumo”, por lo que afirmó que “es clave, para adelante, que los ingresos de los hogares tengan una mejora, que el empleo deje de caer y que los salarios reales comiencen a recuperarse.

Desde el CED y PwC prevén una expansión del PIB del 3% en 2023.

En tanto, CPA Ferrere visualiza un año con un “contexto internacional que continuará siendo desafiante”, por lo que prevén que el PIB tendrá en 2023 un crecimiento de 2,5%. “En la última reunión de la Fed se anunció que su política contractiva continuaría el próximo año, y no se espera que las tasas comiencen a bajar hasta 2024. Al mismo tiempo, los precios internacionales de los principales commodities de exportación de Uruguay, se mantienen en caída, en particular la carne. Las principales señales positivas vienen por el lado de China, que flexibilizó su política sanitaria de covid-19 cero, lo cual brinda mejores perspectivas para una reactivación de la economía del gigante asiático el próximo año”, detalló Cantisani.

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