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Un informe realizado por la Red de Política de Energía Renovable para el Siglo XXI (REN21), destacó a los países que tienen mayor participación de las energías renovables en el consumo total de energía y Uruguay se posicionó dentro del top 10 de países a nivel global, siendo uno de los tres sudamericanos en formar parte del mismo.
En ese marco, El País dialogó con expertas en la materia para saber cuál es el rol que juega Uruguay en relación al tema, cuáles son las fortalezas que tiene el país a nivel de energía renovable y cómo es visto ante los ojos de las potencias mundiales hoy en día.
Consultada sobre cómo ve a Uruguay posicionado en el mundo en cuanto a energías renovables y sustentables, Rana Abid, directora de REN21, sostuvo que Uruguay es un “gran ejemplo” a nivel global ya que logró la transición energética con un fuerte apoyo del gobierno”.
A su vez, destacó que aquí se muestra cómo la energía renovable puede contribuir no solo económicamente al país en términos de construir economías y sistemas energéticos resilientes (Uruguay fue menos vulnerable a la crisis de los precios de la energía, por ejemplo), sino también en términos de seguridad energética para la región. Sumado a ello, Abid hizo énfasis en que en Uruguay “hay una visión ambiciosa para con el hidrógeno”.
Además, la ejecutiva afirmó que todo ese esfuerzo también se ve reflejado con hechos. Por ejemplo, en 2020 Uruguay obtuvo el séptimo lugar a nivel mundial debido a su participación de renovables en el consumo total de energía, desde 2017 a 2020 las energías renovables representaron alrededor del 97% del “mix eléctrico” del país, sin dejar de mencionar también la importante inversión de más de US$ 8 millones en la última década.
La mezcla energética también es uno de los puntos fuertes en materia local, ya que, según Abid, la misma se compone de 31% en hidráulica, 31% eólica, 24% fósil, 9% de biomasa y 5% en energía solar.
Ahora, ¿cómo ven los gigantes europeos y a nivel global a Uruguay en relación a esta temática? En ese sentido, Abid dijo que los gigantes de energía renovable destacan la importancia que se le da al tema a nivel país ya que Uruguay alcanzó el 100% de electricidad renovable y también avanza en la transición en calor renovable (edificación e industria) y energías renovables para el transporte (también con la electrificación del transporte por carretera).
“Uruguay también ve oportunidades en la exportación de electricidad renovable, hidrógeno a base de energías renovables y productos ecológicos renovables”, agregó la directora de REN21.
También hizo énfasis en cómo Uruguay va ganando reconocimiento en la región, ya que en el año 2021 la electricidad renovable fue el sexto producto más exportado, contribuyendo a la economía del país así como a la seguridad energética de la región (exportando 2200 MW de electricidad a Brasil y 627 MW a Argentina).
Por otro lado, también dijo que se ve con buenos ojos el anuncio que hizo Uruguay en relación a la hoja de ruta de hidrógeno verde que apunta a un millón de toneladas de producción anual para 2040.
Asimismo, se le consultó a la experta su opinión sobre las políticas de Uruguay relacionadas a la energía renovable y transición energética (hidrógeno verde, bono indexado a indicadores de cambio climático, energía eólica, etc). Abid señaló que “las políticas de Uruguay han llevado al desarrollo de un sistema energético y una economía sólida basada en energías renovables.
“Se integran, ya que no solo abordan la transición energética para la electricidad, sino también en la edificación, industria y transporte. Este enfoque integrado es muy positivo”, explicó.
El presente global
El informe de REN21 señala que el crecimiento y la distribución de la energía renovable a nivel mundial se destaca en el sector eléctrico, con un gran énfasis en energía térmica (49%), mientras que vectores de energía esenciales como la renovable térmica y los combustibles renovables quedan relegados, ya que representan solo un 3.6% y 9.2% a nivel global, respectivamente.
Consultada al respecto, Ana Díaz, Knowledge & Data and Project Management de REN21, dijo que “es importante considerar todos los vectores de energía si queremos una transición energética que llegue a tiempo”.
Otro punto del informe es que los líderes de los países del G7 hicieron una promesa histórica de aumentar colectivamente la capacidad mundial de energía eólica marina en 150 gigavatios y la capacidad solar a más de un teravatio para 2030. Respecto a ello, Díaz comentó que es una gran noticia que el G7 lidere la instalación de energía renovable, pero a su vez es importante no dejar a nadie atrás, ya que las economías en desarrollo, que cuentan con dos tercios de la población mundial, tan solo recibieron una quinta parte de la inversión global en renovables en 2022.
“La inflación y la inestabilidad política dificultan el inicio de proyectos de infraestructura y de la instalación de nueva capacidad de energía renovable”, dijo Díaz a El País.
La energía renovable continúa ganando terreno en pos de contribuir de forma efectiva a romper barreras en relación a los objetivos climáticos y desarrollo global, con el objetivo de realizar una transición energética correcta y sostenible en el tiempo.