Redacción El País
En el desayuno del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) ante centenares de empresarios, el director ejecutivo del centro, Ignacio Munyo, planteó lasituación del dólar en Uruguay. El martes la divisa estadounidense sumó su novena baja consecutiva y está en el menor nivel desde febrero de 2020 ($ 37,90).

Munyo señaló que la "economía uruguaya está atrapada en un fenómeno serio de atraso cambiario". "Hoy estamos 26% abajo del promedio histórico en el tipo de cambio real", añadió.

El director ejecutivo de Ceres dijo que "vamos a seguir con un dólar atrasado hasta 2024" y que a fin de ese año estaría 20% por debajo del promedio histórico. "Esta situación es gravísima con respecto a los socios comerciales (como Brasil, China y Estados Unidos), pero también con competidores directos (como Australia o Colombia que es fuerte en servicios)", afirmó.

"Este es un problema grande que Uruguay tiene para adelante", añadió.

Según Munyo, este "atraso cambiario" se generó en 2022 cuando el precio global del dólar subió 11,1% en el mundo, mientras en Uruguay cayó 10%. En lo que va de 2023, el dólar cayó 6,5% a nivel global y en Uruguay 6,4%. "El gran problema fue el año pasado", remarcó el economista.

Munyo se refirió a que otros economistas y el Banco Central señalan que Uruguay ahora es más caro porque el país cambió. "Hoy tenemos ganancia de productividad que nos hacen ser más caros", dicen otros economistas y el Central, recordó Munyo.

Pero Ceres hizo el análisis del tipo de cambio real en base a los fundamentos económicos y, con esta medición, igual "está 25% abajo del nivel de equilibrio", explicó el director ejecutivo de Ceres. "Midamos como lo midamos, el problema es grande y existe", añadió.

Para el director ejecutico de Ceres "el atraso cambiario termina mordiendo en el crecimiento económico" ya que históricamente en Uruguay "cuando hay atraso cambiario relevante se crea la mitad de puestos de trabajo, la inversión es menos de la mitad". "Es una especie de muerte lenta", aseguró Munyo.

"Es muy poco probable que esto vaya a cambiar", ya que para eso se necesitaría que el dólar suba más que la inflación y "desde 1990 a la fecha solo 27% de los años hubo más depreciación (del peso ante el dólar) que la inflación", explicó. "Estamos en una trampa del atraso cambiario", remarcó Munyo.

El director ejecutivo de Ceres, ejemplificó que para llevar al dólar a $ 42,70 (lo que implicaría achicar a la mitad el atraso cambiario), el gobierno debería renunciar al objetivo de inflación (de ubicarla entre 3% y 6%) y la inflación a fin de año sería 8,7%. Y añadió que para que la inflación baje a 6%, el dólar debería terminar en $ 37,30.