ENCUENTRO
La presidenta del Banco Santander, Ana Botín se refirió a cuál es el “enemigo número uno, dos y tres” de la región y resaltó a Uruguay en encuentro con periodistas latinoamericanos.
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La economía mundial enfrentará el año próximo la mayor desaceleración del crecimiento en dos décadas y la mayor suba de precios desde 1996, según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). Este cóctel se produce con el fin de la época del dinero barato (por la suba de las tasas de interés de los bancos centrales), la guerra Rusia-Ucrania (y sus impactos en los precios de la energía) y la salida de la pandemia de covid-19.
Ese escenario afectará a América Latina, pero “el gran mensaje” es que la región “ha hecho los deberes” en las últimas dos décadas, “la gestión de la macroeconomía y está en niveles entre los mejores del mundo” y por tanto “existen margen” de maniobra “para hacer frente a lo que viene”, dijo ayer la presidenta del Banco Santander (uno de los más grandes del mundo), Ana Botín. “No quiero minimizar lo que nos espera, que no va a ser fácil”, añadió.
La ejecutiva disertó en el XIX Encuentro Santander América Latina que organiza la institución en su ciudad financiera en las afueras de Madrid.
“Esta no es una crisis financiera, ni se ve ninguna señal de que vaya a haber problemas en el sector financiero regulado. Es muy importante, porque esto agrava mucho y alarga mucho la potencial recesión”, señaló la ejecutiva.
Para Botín el “enemigo número uno, número dos y número tres” es sin dudas la inflación.
Combatirla “es difícil” porque “tiene consecuencias, no es gratis y tiene un precio”, explicó. Es que la manera es que los bancos centrales suban las tasas de interés, como vienen haciendo en Estados Unidos, Europa y Latinoamérica, pero eso lo termina pagando el crecimiento económico que se desacelera o como en Estados Unidos donde la actividad directamente cae.
“Pero el precio a pagar es mucho peor si no paramos la inflación antes, y los más vulnerables y las empresas más débiles son las que más lo sufren”, sentenció Botín.
“Las expectativas de inflación, y esto lo sabéis muy bien en Latinoamérica,
una vez que se indexan” en la economía, “es muy difícil salir de ese camino”, dijo la presidenta del Santander.
Entonces, “es duro (subir mucho las tasas de interés), se vivió en la década del 70, pero es mejor ir antes que después” (con ese ajuste monetario) y no hay duda que es difícil, es duro, pero hay que hacerlo”, agregó.
Para la presidenta del Santander, “los gobiernos en general de la región han aprendido cómo gestionar las crisis mejor a nivel macro”. En ese sentido, destacó a “la gran mayoría” de los países latinoamericanos y en particular a Brasil, México y Uruguay.
Para Botín “esto es importantísimo porque al final es lo que crea la base para luego poder crecer de manera sostenible”.
Es que a juicio de la presidenta del Santander, una vez disipada la tormenta de la inflación, “la prioridad, no solo en América Latina, sino en el mundo, es el crecimiento”.
“Sin crecimiento no hay políticas sociales posibles. Sin crecimiento no hay inclusión. Sin crecimiento, no hay inversión del sector privado, no podemos pagar ni educación, ni sanidad pública, ni todos los servicios que necesitamos ofrecer a los ciudadanos”, argumentó.
Y consideró que si bien “no hay que infravalorar los retos, de esta crisis América Latina va a salir reforzada”
Uruguay, Argentina y Brasil
La presidenta de Santander destacó a Uruguay en otra parte de su discurso al recordar que el banco cumplió 40 años en el país que es “muy estable” y “en el que estamos encantados”.
En el turno de las preguntas, dos aspectos destacaron: la reciente elección en Brasil con el triunfo de Luiz Inacio Lula Da Silva sobre el actual presidente Jair Bolsonaro y la crítica situación económica de Argentina.
Al respecto de Brasil, Botín señaló que el “seguimos siendo muy positivos” sobre el país y que el banco trabaja “con todos los gobiernos, en todos los países en los que estamos”.
Respecto de Argentina, la presidenta del Santander dijo que “es un país con un enorme potencial económico, con recursos naturales muy importantes, con recursos humanos de muchísima calidad, con gran preparación” pero “la economía presenta desafíos”, uno de los cuales es la inflación.
“Es evidente que hay que también invertir más en educación, por ejemplo” y tener “más desregulación, no hablo del sector financiero, sino la economía en general”, agregó.
“Esto nos ocurre en Europa. Es decir, si hay oportunidades, es muy importante no solo matar la inflación, sino también permitir que haya inversión para crecer”, concluyó.
Por último, Botín enfatizó que “si bien hay temas sensibles” para ambas partes, “ojalá se reactive” el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, que se terminó de negociar en 2019 pero sigue trancado. “Entre todos deberíamos intentar (que se cierre el acuerdo) porque crear de verdad oportunidades en la parte de la oferta también es importante”, aseguró la presidenta del banco Santander.
75 años en la región
El banco español Santander, comenzó su expansión internacional hace 75 años. Abrió su primera oficina de representación en La Habana en 1947, a la que le siguieron otras de Argentina y México. Actualmente tiene presencia en México, Chile, Colombia, Brasil, Argentina y Uruguay dentro de América Latina. El banco ha invertido más de 35.000 millones de euros en la región, sobre todo desde los años 90 en adelante. En los nueve primeros meses de este año, el 42% de sus resultados provino de Latinoamérica.
“Elegimos Latinoamérica para iniciar nuestra expansión internacional. Entonces creímos en sus fortalezas y en su capacidad de crecimiento, como lo seguimos haciendo hoy”, afirmó Botín.