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El gobierno, los bancos (principalmente) y el sindicato de trabajadores financieros AEBU tienen cuatro meses para consensuar un proyecto de ley de reforma de la Caja Bancaria, enviarlo al Parlamento y que se apruebe en ambas cámaras.
Sin embargo, las partes en vez de acercarse parecen alejarse con acusaciones de “mezquinos”, “mentir mucho”, “conspirar contra la estabilidad de la Caja Bancaria”, tratar de poner “parches” a un problema grave y “beneficios de otra época”.
Este cruce se da entre AEBU y la Asociación de Bancos Privados (ABPU).
En estos últimos días, el Consejo Central de AEBU emitió un comunicado y el presidente del Consejo del Sector Financiero Privado, Juan Fernández, se ha pronunciado en paros sorpresivos que ha realizado el sindicato en algunos bancos privados.
AEBU señaló que el déficit proyectado de la Caja Bancaria alcanzará US$ 670 millones en los próximos 10 años, que se han consumido las reservas y por ello el directorio de la institución solicitó a bancos, aseguradoras y empresas financieras adelantar el pago de aportes, tal como adelantara El País. Esto fue aceptado por los bancos oficiales, Bandes Uruguay y Banco Nación, más algunas empresas financieras y de seguros.
“Sin embargo, la Asociación de Bancos Privados institucionalmente decidió no contribuir. De esta forma conspira contra la estabilidad de la Caja y afecta el proceso de búsqueda de soluciones”, afirmó el sindicato.
En diálogo con El País, la directora ejecutiva de la ABPU, Barbara Mainzer, dijo que la gremial respondió que “sí” a adelantar los aportes “sujeto a que se resuelva la situación de Caja Bancaria, si no es un parche”.
AEBU dijo que su participación en la comisión con el gobierno y ABPU tiene como uno postulado “la supervivencia de la Caja Bancaria y su autonomía, frente a los intentos de diversos sectores de promover su intervención o liquidación”.
Mainzer dijo que “jamás” escuchó esa propuesta en la comisión.
AEBU quiere que “las partes integrantes de Caja Bancaria deberán contribuir a la solución en forma equitativa”, algo con lo que los bancos privados están “de acuerdo”, dijo Mainzer.
El sindicato bancario reivindica “el aumento de la Prestación Complementaria Patronal (que en el caso de los bancos grava con el 0,025% de los activos) como parte de la solución, rechazando el aumento de la edad a 65 años anticipadamente y reclamado que los cambios tengan una transición que no altere en forma inmediata las condiciones de edad y cálculo de jubilaciones”.
La directora ejecutiva de ABPU señaló que “nadie” dijo que hay que aumentar la edad de retiro a los 65 años en forma inmediata, “todo es de gradualidad total y acordado con trabajadores”.
Según el sindicato “que se alcance una solución, con una apropiada transición para los trabajadores y un bajo efecto sobre los jubilados, depende concretamente de que patronales y el gobierno hagan la contribución necesaria. Es allí donde la banca privada en primer lugar, desarrolla tanto una ofensiva pública como de presión política para aportar lo menos posible a la solución”.
Mainzer afirmó que las partes “tenemos que poner equitativamente, pero también hay que ver el punto de partida. Siempre dijimos que los bancos privados íbamos a contribuir con mucho”.
Luego recordó que actualmente de cada $ 100 de aportes del sector privado a la Caja Bancaria, $ 73 son de los bancos y $ 27 de los trabajadores.
Negociación trancada
“En este momento las acciones y decisiones de los bancos privados son la mayor resistencia a la búsqueda de soluciones, tanto en sus exigencias de sacar mayores beneficios para sus intereses como en su ofensiva contra los trabajadores, en una campaña plagada de mentiras y medias verdades”, criticó el sindicato en su comunicado.
En tanto, Fernández de AEBU dijo que los bancos privados “mienten mucho y públicamente” y que “quieren financiar el aporte que les corresponde con la pérdida de beneficios y condiciones de convenios colectivos que están vigentes”.
“Estos tipos (por los ejecutivos de bancos privados) piden financiar su aporte con la pérdida de los trabajadores. Es inadmisible”, cuestionó el dirigente sindical.
Mainzer afirmó que los bancos privados “dan datos, realidades”. Y sobre el cuestionamiento de pérdida de beneficios que hace AEBU, respondió que “no es así”.
La postura de ABPU es que “hay beneficios hechos para otra época cuando el mundo era diferente. Los bancos están pidiendo aggiornar las relaciones laborales al mundo de hoy”, explicó Mainzer. “En ningún momento se habló de rebajar salarios y beneficios”, agregó.
En ese sentido, dijo que se conversa con AEBU sobre la prima por antigüedad. Esta “sube todos los años independientemente de si aumenta la productividad de trabajador o no. Precisamos atar el salario a productividad”. Hay casos que cobran $ 100.000 por mes extra por rubros atados a la antigüedad.
La ABPU quiere que el subsidio por enfermedad de los bancarios sea similar en concepción al del régimen general: pagar el 70% del salario, en vez del 100% como actualmente, manteniendo otros beneficios como el no tener tope o pagar desde el día uno (en el general es a partir del cuarto día).
Mainzer también puso como ejemplos que los cajeros tienen una “partida adicional muy importante” por quebranto de caja, que “aunque deje de ser cajero mantiene la partida. Son cosas que en algún momento hay que conversar”.
A su vez, los bancarios que viven en Colonia o Maldonado cobran entre 25% y 30% del salario viático de zona balnearia. “Si el costo de vida no tiene esa diferencia (mayor) con Montevideo es algo que hay que conversar”, agregó Mainzer.