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El gran cambio que se pronostica para las finanzas en 2025, ¿cómo adaptarse?

En este Finanzas de Bolsillo abordaremos algunas predicciones en relación a cómo se moverán las finanzas en 2025, en base a cómo se manejan hoy en día los líderes financieros con la tecnología actual.

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Mercados financieros. Foto: AFP

El futuro. Nadie sabe lo que depara, pero en cada ámbito de la vida siempre se debe estar preparado para afrontar cambios y saber aprovechar las nuevas oportunidades que estos traen en consecuencia. En lo que refiere a la función financiera, sin dudas llegarán nuevas herramientas y maneras de trabajar en donde las personas se deberán adecuar a las nuevas visiones dentro de lo que son las finanzas en el mundo digital.

En ese marco, en este Finanzas de Bolsillo abordaremos algunas predicciones de Deloitte en relación a cómo se moverán las finanzas en 2025 en base a cómo se manejan hoy en día los líderes financieros con la tecnología actual, junto al análisis de expertos de la materia.

Uno de los puntos fuertes que tocó Deloitte en su informe es que, para 2025, seguramente las transacciones serán sin contacto, a medida que la automatización y el blockchain profundicen en operaciones de financiación. El fin, en este caso, es “simplificar proceso y liberar a las personas”.

En ese sentido, el gerente general de Nobilis, Juan Patricio Enright, dijo a El País que esto es “una tendencia relevante”, ya que estas tecnologías tienen el potencial de agilizar y asegurar las operaciones, reduciendo las interacciones físicas y facilitando las transacciones financieras en formato digital.

“Además, permiten mejorar los motores de búsqueda y el comercio electrónico, entre otros beneficios. Es una evolución natural de la transformación digital en las finanzas”, agregó.

Ahora, Deloitte también asegura que con las operaciones automatizadas, las finanzas duplicarán los conocimientos y el servicio comercial, por lo que el éxito en ese sentido “no está asegurado”, ya que la formación del personal requerirá conocimientos de calidad y un servicio al cliente a la altura.

Por ello, Enright sostuvo que es fundamental que los asesores de inversión y el sector financiero en general estén preparados para adaptarse a las nuevas tecnologías y modelos de negocio. Esto implica “la formación continua del personal, la adopción de plataformas digitales avanzadas y la creación de estrategias para aprovechar al máximo estas tecnologías en beneficio de los clientes”.

En cuanto a los ciclos financieros, también parece que las finanzas irán en tiempo real a partir del 2025, por lo que, según predijo Deloitte, los informes periódicos no van a impulsar más las operaciones y decisiones. Si esto ocurre, ¿cómo repercute eso en el mercado día a día?

Matías Hoffman, senior associate de Sura Investments, aseguró que más allá de que la velocidad de inversión sea en tiempo real o por un periodo de tiempo mucho más ágil que lo que conocemos hoy en día, cree que tanto la información, los informes periódicos y el asesoramiento “se mantendrán vigentes mientras exista un escenario de competencia y de información asimétrica, sobre todo para poder alinear más nuestros objetivos de inversión con nuestras necesidades”.

Enright, por su parte, indicó que la evolución hacia las finanzas en tiempo real implica un cambio significativo en la forma en que se toman decisiones y se realizan las operaciones en el mercado, ya que se utilizarán datos y análisis en tiempo real para comprender la situación financiera actual y tomar decisiones ágiles. “Esto cambiará la dinámica del mercado, haciendo que la velocidad y la capacidad de respuesta sean fundamentales para mantener la competitividad”, explicó.

Por otra parte, admitió que “hay decisiones de largo plazo donde seguirá siendo importante contar con el acompañamiento de un asesor, cuyo principal rol será ayudarnos a mantener el rumbo, al margen de todos los ruidos que surgen en el minuto a minuto”.

El autoservicio parece ser algo que se “convertirá en norma”, según explicó en su informe Deloitte, ya que hay personas que no requieren de asesoramiento cuando se trata de finanzas básicas, por lo que preferirían obtener respuestas a sus preguntas mediante una voz digital en sus smartphones, por ejemplo. En ese marco, se automatizarán actividades como las consultas de presupuesto. Ahora, ¿cómo afecta esto al público mayor que no está tan aggiornado con la tecnología?

Enright afirmó que sin dudas esto puede ser un desafío, por lo que es importante que las instituciones financieras se esfuercen en educar a sus clientes sobre las nuevas herramientas y procesos digitales. Esto puede incluir capacitaciones, guías de usuario intuitivas y un soporte personalizado para garantizar que todos los clientes puedan acceder y utilizar adecuadamente las soluciones automatizadas.

“Nuevamente es necesario contar con el rol de los asesores financieros ayudando a los clientes a transitar esta nueva realidad, con la complejidad y nuevas herramientas que conlleva”, agregó.

Asimismo, según Hoffman, este fenómeno de falta de aggiornamento de las poblaciones de mayor edad ha generador rispideces no solamente en el mundo de las inversiones y las finanzas, sino en “prácticamente todos los rubros donde la tecnología cada vez tiene más peso en la toma de decisiones”.

“En este caso, hacemos hincapié en que, si bien la tecnología y las aplicaciones permiten evitar los intermediarios financieros, nuestro principal valor agregado al cliente y a la economía en general no radica en la plataforma, sino en la asesoría”, explicó a El País.

A su vez, gracias a la automatización de servicios surgirán nuevos modelos de prestación, según Deloitte, por lo que las organizaciones financieras tendrán la necesidad de crear equipos “dinámicos y multifuncionales” que pondrán a prueba a las organizaciones que no están preparadas para lo que se avecina. Sin embargo, ¿este cambio puede complicar algún proceso o servicio ya establecido en los bancos, por ejemplo?

Gastón Becker, analista de inversiones de Gletir, dijo a El País que seguramente no, pero que los bancos deben invertir en el sector de tecnología y en el desarrollo de sus sistemas dado que el mundo está cambiando a pasos agigantados en este sentido, sumado a que los individuos cada vez “demandan mayor automatización, procesos más rápidos y eficientes”, por lo que cada entidad financiera deberá reinventarse para alcanzar las necesidades que el futuro demande, según explicó el analista de inversiones.

¿Este cambio de paradigma tecnológico/financiero puede atraer más oportunidades dentro del mercado?

Absolutamente, ya que el público así lo demanda

Consultados sobre las oportunidades que llegarán al mercado gracias a estos cambios en el mundo financiero, el analista de inversiones de Gletir Gastón Becker sostuvo que sin dudas las oportunidades abundarán. “Antiguamente si pensábamos en invertir, quiénes tenían esas posibilidades eran pocos ya que las barreras de entrada eran muy altas y complejas. Esto cambió notoriamente con el advenimiento de la tecnología; las personas buscan informarse más, son autodidactas y demandan servicio. Es fundamental que las empresas logren escuchar y proceder en función de lo que sus clientes y potenciales clientes requieren”, dijo.

Para el senior associate de Sura Investments, Matías Hoffman, siempre que suceden este tipo de cambios hay que buscar la oportunidad para que el mismo sea positivo. En ese marco, entiende que “debemos actualizarnos y movernos en función de las nuevas facilidades que existen a la hora de invertir”.

Juan Sondon, controller financiero de banco Santander Uruguay dijo que quienes estén dispuestos a innovar obtendrán las oportunidades que estos cambios traen. “La automatización correcta permitirá a las personas centrarse en actividades de mayor valor, por ejemplo, tomar decisiones estratégicas en base al análisis de datos”, opinó.

¿Los cambios traerán problemas en las empresas?

Una de las dudas que trae este cambio en el mundo de las finanzas es si la automatización de las mismas complicará en un futuro a las empresas en relación al procesamiento de datos. En ese sentido, Hoffman aseguró que eso es parte del aprendizaje, ya que “la vorágine tecnológica a veces viene con una velocidad a la cual no estamos acostumbrados y entendemos que cada vez estos períodos van a ser más cortos. Creemos que es parte del necesario camino a recorrer para seguir siendo competitivos en el mercado”. Becker, por su parte, entiende que si se pone en una balanza las ventajas y desventajas que nos permite la automatización, son muchas más las positivas que las negativas, ya que automatizar nos permite ahorrar procesos y achicar el margen de error y termina traduciéndose en mayor eficiencia y ahorro de recursos (tiempo, dinero, capital humano, entre otros factores).

Enright sostuvo que para que eso no ocurra es fundamental contar con sistemas robustos y soluciones tecnológicas que sean capaces de manejar grandes volúmenes de datos de manera eficiente y precisa. Por ello, la inversión en infraestructura tecnológica adecuada, así como la capacitación del personal para utilizar y comprender estos sistemas, serán elementos clave para evitar problemas en el procesamiento de datos a futuro, como también contar con mecanismos de respaldo.

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