El impacto de la sequía: aseguradoras desembolsarán casi US$ 130 millones, ¿cuánto destinaron a otras catástrofes?

Si bien la sequía presenta impactos significativos en las aseguradoras, los “eventos catastróficos” a raíz del clima vienen afectando al sector desde hace años.

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Sequía impacta negativamente en agronegocios
Sequía impacta negativamente en agronegocios.
Foto: Estefanía Leal

La emergencia generada por la sequía está impactando significativamente en diferentes sectores de actividad, de los cuales uno es el de seguros. Entre privados y el Banco de Seguros del Estado (BSE) podrían pagar US$ 127 millones por coberturas de seguros de rendimiento o inversión en el agro.

Según explicó a El País el gerente general del BSE, Raúl Onetto, se proyecta que la aseguradora estatal pague entre US$ 90 millones y US$ 95 millones a productores uruguayos, por 180.000 hectáreas sembradas aseguradas, lo que significa el mayor pago en los 111 años de su historia.

Asimismo, destacó que aún no se tiene determinado el rendimiento no alcanzado de los productores, ya que esto se analiza “productor a productor”. Sin embargo, señaló que en un año normal de rendimiento el promedio es de 2.000 kilos de soja y, si bien no son los mismos seguros para todos los productores, los rendimientos promedio asegurados son entre 1.200 y 1.300 kilos.

A pesar de ser este el pago más importante del BSE en su historia, Onetto explicó que debido a los reaseguros, el impacto real en la entidad se espera que sea de entre US$ 45 millones y US$ 50 millones, los cuales afectan el resultado objetivo planteado a principios de año, que era de US$ 97 millones. Ahora, a raíz de la sequía, el resultado para el cierre de 2023 que esperan es de US$ 60 millones.

Sin embargo, afirmó que este impacto “no va a mover los grandes números del banco”, debido a la diversificación que tiene en sus líneas de negocio. La vertical de negocios más importante, según el gerente general del BSE, es el de las inversiones en el mercado financiero. En su rol como inversor institucionales maneja US$ 8.000 millones en su portafolio, con una estrategia de largo plazo.

En esta línea, destacó que solo el 4% de su cartera está en instrumentos del exterior, mientras que, del resto, el 80% se encuentra en “papeles del Estado” y el otro 20% por fuera de ellos, en donde han fondeado rutas, cárceles, parques eólicos, entre otros.

Por su parte, respecto a las aseguradoras privadas, el director ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Empresas Aseguradoras (Audea), Alejandro Veiroj, explicó a El País que indemnizarán a productores por 126.000 hectáreas afectadas por un monto total aproximado de US$ 32 millones.

Asimismo, señaló que si bien aún no hay datos consolidados sobre el total de hectáreas aseguradas con los seguros de rendimiento o inversión en este período, al tomar como referencia el período pasado 2021-2022 de cultivos de verano, fueron asegurado un total de 295.000 hectáreas aproximadamente, lo que representa un 27,5% de la superficie sembrada.

Catástrofes

Si bien la sequía presenta impactos significativos en las aseguradoras, los “eventos catastróficos” a raíz del clima vienen afectando al sector desde hace años.

En este sentido, Onetto explicó que, en 2022, las catástrofes destacadas fueron el incendio forestal más grande de la historia en el Uruguay, sucedido en el litoral del país, además de las inundaciones en Piriápolis con 50 autos inundados, inundaciones en Montevideo -en particular Malvín y Carrasco- con “600 autos inundados flotando por las calles”. A su vez, a nivel de siniestros, sucedieron el incendio de Punta Shopping y la explosión del edificio en Villa Biarritz.

Al monetizar estos eventos, el valor pagado por el incendio en los montes del litoral fue cercano a los US$ 20 millones, mientras que el incendio en el shopping de Punta del Este, en el que participaron tanto el BSE como aseguradoras privadas, se situó entre los US$ 30 millones y 40 millones. A su vez, Onetto señaló que debido a las inun-daciones debieron pagar 300 “autos inundados”.

Por su parte, Veiroj señaló que para las privadas hubo cuatro catástrofes de “gran magnitud”, en las cuales el seguro privado contribuyó a cubrir 1.270 asegurados por un monto superior a US$ 50 millones.

Estos eventos fueron: las inundaciones en Malvín, en la que cubrieron 528 asegurados por un valor total de US$ 2,58 millones, la turbonada en Paysandú, en la que fueron cubiertos 584 asegurados por un monto total de US$ 2,24 millones, la explosión del edificio en Villa Biarritz, en la que fueron cubiertos 64 asegurados por un valor total de US$ 3,52 millones, y el incendio en Punta Shopping, en el que fueron cubiertos 94 asegurados por un valor total de US$ 41,79 millones.

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Nuevo protocolo a raíz de “catástrofes”

Los eventos catastróficos naturales, antes atípicos o aislados, han aumentado su frecuencia en los últimos 10 años, según explicaron los consultados, debido a los efectos del cambio climático.

Si bien estos presentaron un impacto en los resultados de las aseguradoras, según Veiroj, el mismo fue “moderado”, ya que las empresas cuentan con niveles de capital más que suficientes para abordar estos niveles de siniestralidad y además cuentan con coberturas de reaseguro.

Ante el crecimiento de estos eventos, las aseguradoras privadas conformaron un protocolo de acción. Este, según el director ejecutivo de Audea “es básicamente de intercambio de información”, que cuenta con “tres momentos en el tiempo”.

El primero, es el “momento cero”, es decir cuando ocurre la catástrofe. Aquí las compañías intercambian datos de estimaciones preliminares de cantidad y montos.

El segundo momento, es al mes de ocurrido el evento, donde se intercambia la estimación con “mayor certeza” y, el tercero es a los seis meses, cuando ya se tiene el monto final.

“El origen de esto justamente es poder comunicar a la sociedad desde su conjunto cómo contribuye el seguro a la economía y qué nivel de penetración tiene el seguro en diferentes tipos de riesgos, justamente para poner en valor el beneficio que tiene tener un seguro”, afirmó Veiroj.

Por ejemplo, ahora con el impacto de la sequía en el agro, destacó que el monto es sustancial “pero el porcentaje que está asegurado de hectáreas sembradas no es muy alto”. El porcentaje de hectáreas, de “ciertos productores que tuvieron una cobertura sustancial con la sequía, eso básicamente muestra la importancia de tener un seguro, lo mismo con las demás coberturas”, agregó.

Afirmó que el protocolo “funciona perfecto sobre la sequía”, en donde ya tienen la información sobre el “momento cero” y el “momento uno”.

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