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El planteo que hizo la ministra Arbeleche en Europa para países de América Latina y el Caribe como Uruguay

La secretaria de Estado dijo que a países como Uruguay que pasan a ser de renta per cápita media-alta, se les “penaliza” ese crecimiento al limitarle las condiciones de acceso a financiamiento.

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Azucena Arbeleche en conferencia del CAF
Azucena Arbeleche en conferencia del CAF.
Foto: Ministerio de Economía

Madrid /El País en España
La oportunidad para que exista mayor cooperación entre la Unión Europea (UE) y América Latina y el Caribe (ALC) está ahí, hay diversas áreas donde pueden verse resultados a corto plazo y hay una reunión histórica. Pero, también quedan varios aspectos por resolver. Esa visión se dio ayer en la conferencia “Relaciones Unión Europea-América Latina y el Caribe: una agenda conjunta para el desarrollo”, organizada por CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe en la Casa de América en Madrid.

La conferencia forma parte de una serie de iniciativas de CAF para promover la cooperación entre la UE y ALC. En ese sentido, el presidente ejecutivo del organismo, Sergio Díaz-Granados se refirió a la reunión de 27 ministros de Economía y Finanzas de la UE y sus 33 pares de Celac (entre los que está Azucena Arbeleche) mañana en Santiago de Compostela como un hecho histórico.

Es la “oportunidad de marcar una fecha muy prometedora para la historia”, dijo y añadió su frase de cabecera por estos días: “hay que conciliar la agenda fiscal, con la agenda social y ambiental para lograr un crecimiento sostenible e inclusivo”.

También la vicepresidenta primera y ministra de Economía y Transformación Digital de España, Nadia Calviño, destacó la próxima reunión de ministros. “Hay veces que estas reuniones son ‘bla, bla’, discursos, buenos deseos, pero esta reunión tiene sustancia, hay una lista de proyectos estratégicos para América Latina y el Caribe”, afirmó. La clave será darle un “marco de gobernanza para dar seguimiento a esos proyectos, para que no se quede en flor de un día” y así “impulsar esa doble transición verde y digital en nuestros países hermanos”, añadió. Calviño dijo que “España -que ocupa la presidencia del Consejo Europeo actualmente- hará todo lo posible para que Europa mire a América Latina y el Caribe como un socio clave, basado en el multilateralismo, los valores democráticos para lograr un crecimiento inclusivo y sostenible”. “Tenemos una posición que puede impulsar los acuerdos en los ámbitos más importantes”, añadió y remarcó que la UE “es el mayor inversor en América del Sur, 20 veces mayor que China”.

Uno de los paneles destacados de la conferencia fue el de “Hoja de ruta UE-ALC en la colaboración para el clima y la sostenibilidad”, donde expuso Arbeleche, entre otros.

El puntapié inicial lo dio el exministro de Hacienda de Colombia y profesor de Liderazgo Global en la Facultad de Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad de Columbia, Mauricio Cárdenas. Planteó que la UE y ALC pueden construir una “agenda común” basada en valores democráticos y la defensa del libre comercio, pero recordó que los países de ALC “tienen menor capacidad para adaptarse al cambio climático” que los europeos.

Cárdenas identificó seis áreas para la cooperación ALC y UE: la electrificación del transporte, el hidrógeno verde, el gas natural licuado, la producción de energías renovables (con el potencial para la eólica y solar), el acceso a financiamiento a largo plazo para los países de ALC y los esfuerzos conjuntos para reducir la deforestación.

Luego, llegó el turno de ver qué están haciendo los países de la región. El ministro de Hacienda y Crédito Público de Colombia, Ricardo Bonilla, señaló que su país necesita “recomponer el edificio industrial, sustituir las energías y producir bienes de consumo con un uso más eficiente de la energía”. En ese sentido, explicó que “Colombia se quedó en la 2ª revolución industrial en muchas actividades” y hoy tiene “el reto” de reemplazar las exportaciones de petróleo y carbón con diversificación. Para ello, el objetivo es apuntar a la “industria de alta calidad en la cadena metal-mecánica” y a los servicios. “Somos grandes importadores de esa cadena metal-mecánica, y eso es lo que necesitamos producir: ensamble automotor, electrodomésticos, informática”, añadió.

A su turno, Arbeleche destacó el posicionamiento de Uruguay en materia ambiental. “Uruguay tiene un fuerte compromiso con el crecimiento sostenible en todos los elementos ESG” (ambientales, sociales y de gobernanza, por sus siglas en inglés) y de hecho, está en primer lugar en esa materia en el ranking internacional de países emergentes, afirmó.

Arbeleche recordó que el país ya hizo su transformación energética y que el 93% de la energía eléctrica proviene de fuentes renovables. Otro aspecto es que el modelo de producción ganadera de Uruguay es en campo natural “y focalizado en la reducción de emisiones de metano”, añadió. A su vez, destacó que el país no ha retrocedido en forestación. “Tenemos la misma área (de bosque nativo) en 2012, 2016 y este año (medido a mayo)”, dijo Arbeleche y enfatizó que la ganadería convive con el bosque nativo.

“En todas estas áreas tenemos que seguir haciendo progreso” afirmó la ministra y mencionó la segunda transformación energética que es la producción de combustibles sintéticos a partir de hidrógeno verde, y el objetivo es agregar mayor valor en la producción de alimentos “aportando lo más posible a la seguridad alimentaria mundial y teniendo el menor impacto en el ecosistema”. “A esto se agregan los desafíos e impacto de sequías en algunos lados e inundaciones. El Ministerio de Economía y Finanzas tiene que dar respuesta coyuntural y también mirar lo estructural para que estas situaciones no se repitan”, añadió.

La ministra aprovechó la oportunidad para pasar un mensaje: a países como Uruguay que pasan a ser de renta per cápita media-alta, se les “penaliza” ese crecimiento. “Se nos penaliza porque ya no accedemos a determinadas condiciones de financiamiento (por parte de organismos multilaterales) o de mercado (con la pérdida de preferencias arancelarias que otorgan algunos países o bloques)”, cuestionó. Por eso, propuso que se trabaje “con incentivos económicos, financieros o comerciales, en base a la provisión de cada uno de estos países a lo que es el ambiente. Se debería de recibir un premio y no un castigo”.

Insistió con ese concepto y dijo que “la UE podría colaborar con los países de América Latina y el Caribe si se premia, se beneficia el comercio con aquellos países que tienen buen manejo ambiental”.

El cierre de la conferencia fue con un conversatorio cuyo protagonista fue el cantante colombiano de vallenato, Carlos Vives.

Educación básica: “máquina de perpetuar la desigualdad”

En el panel “Retos de la política social en América Latina y el Caribe”, el investigador principal no residente de Economía y Desarrollo Mundial del Brookings Institution, Santiago Levy planteó que las sociedades en la región son “escleróticas con escasa movilidad social”. Lo ejemplificó con la correlación que hay entre ingresos de los padres y los hijos en las diferentes regiones. “En la región, los ingresos que obtienen los hijos están más vinculados a los de sus padres, comparados con las demás regiones del mundo”, afirmó. En América Latina y el Caribe, “el 90% de los ingresos de los hijos están determinados por los ingresos de los padres”, mientras que en Europa y Asia Central esa correlación no llega al 40% y en América del Norte es de 40%.

A su turno, el vicepresidente para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, Carlos Jaramillo, criticó que en la región “conocemos mucho, tenemos mucho diagnóstico, pero no avanzamos en materia de (reducir la) desigualdad”. “La gente entiende cada vez más que esta región no puede seguir viviendo como la campeona de desigualdad en el mundo. Falta una acción mucho más decidida, que no la veo”, afirmó.

Jaramillo cuestionó que no puede ser que se aumentan los recursos a la educación “y pasan los años y los resultados siguen siendo los mismos”. A su juicio ese es el tema a “atacar”: la educación y principalmente la educación básica. “La educación básica es la máquina que perpetúa la desigualdad en la región”, pero “nadie toma el toro por los cuernos”, lanzó Jaramillo.

“La pandemia acaba de acelerar la desigualdad en América Latina” ya que varios países tuvieron suspensión de clases y los más afectados fueron los más pobres, aseguró. “Los de los deciles más bajos (grupos de 10% de población de menores ingresos) aprendieron cero, es más, en algunos casos aprendieron negativo, desaprenden. Al hacer de nuevo las pruebas, niños de ocho años habían olvidado lo aprendido”, planteó.

El vicepresidente del BM criticó que en los países ve “demasiada energía y demasiada tensión en la reforma universitaria, pero el tema gordo es por qué la mayoría de los niños y niñas aprenden tan poco en las habilidades básicas, sobre todo en la educación pública”.

Destaque a la innovadora emisión del bono “verde”

En su panel, Arbeleche se refirió a lo innovador de Uruguay con la emisión de un título de deuda cuya tasa de interés está atada al cumplimiento de aspectos ambientales. “Estamos trabajando con el Banco Mundial para que haya préstamos cuya tasa de interés sea menor en caso de que se cumplan ciertos objetivos. Pero, alguien tiene que pagar el step down (la baja) en la tasa de interés: una opción es que sea el multilateral, pero creemos que países más desarrollados, o la UE” puedan hacerlo, concluyó.

Por su parte, la directora de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe del PNUD, Michelle Muschett destacó el “ejemplo financiero novedoso” de Uruguay en bonos con objetivos ambientales.

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