El problema que se auto-genera el gobierno con los combustibles

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Carga de combustible en una estación de servicio. Foto: Leonardo Mainé.
Surtidores de nafta en estacion de servicio en Montevideo, recorrida por aumento de precios de combustibles, ND 20210806, foto Leonardo Maine - Archivo El Pais
Leonardo Maine/Archivo El Pais

INFORME

Informe de CPA Ferrere advierte por impacto del mecanismo de ajuste de tarifas de combustibles.

Un informe elaborado por la consultora CPA Ferrere para el banco Itaú advierte que si el mecanismo de adecuación al alza de los precios de los combustibles se mantiene por sucesivos períodos y alcanza a cada vez más sectores, la economía uruguaya “se encuentra con un inminente problema inflacionario”.

El gobierno modificó la metodología para la fijación de los precios de los combustibles y el nuevo esquema comenzó a regir a partir del mes de junio. El valor de referencia para el cálculo es el Precio de Paridad de Importación (PPI), un informe que realiza la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea) haciendo el ejercicio teórico de cuánto saldría cada combustible si en Uruguay existiera la libre importación (y un importador le compitiera a Ancap).

Además, al valor que indique el PPI (más los costos de distribución), se le debe sumar un “factor X” -por costos que Ancap debe asumir- para determinar el precio al público. Este valor es de $ 2,97 por litro.

De acuerdo con el informe de CPA Ferrere, los combustibles son un “insumo particular” dado que representan “una pieza fundamental de los procesos productivos”. Esto implica que “el aumento del precio interno de los combustibles lleva a un efecto cadena, donde si se quiere mantener el margen de ganancia de producto final, el precio de este deberá aumentar”.

En este sentido, desde la consultora advierten que cuando “este mecanismo de adecuación al alza de los precios se mantiene por sucesivos períodos y alcanza a cada vez más sectores, la economía se encuentra con un inminente problema inflacionario”.

“Cost-push inflation” es el nombre que recibe ese proceso en la literatura económica, según el informe de la consultora, en el que se puso como ejemplo un “caso histórico extremo” con la crisis del petróleo a nivel mundial que se dio en los años 1973 y 1974 cuando el precio internacional del crudo se cuadruplicó en pocos meses.

“Esto generó grandes presiones sobre el nivel de precios de las economías; por ejemplo, la inflación a final de año en Estados Unidos se aceleró de 3,4% en 1972 a 12,3% en 1974, en tanto que para Japón pasó de 5,7% a 21% en los respectivos años”, indicó.

¿Qué pasó a nivel local? En Uruguay, los aumentos de las tarifas de los combustibles “han tenido un impacto significativo sobre la inflación”. Según los datos de CPA Ferrere, si se tiene en cuenta la inflación acumulada en el año hasta julio (último mes del que se tienen datos), esta fue de 5,30% y el aumento de los combustibles fue el rubro que explicó 0,53 puntos porcentuales (p.p.) de esta variación, siendo la nafta el de mayor incidencia con 0,32 p.p.

Es decir que el 10% de aumento del Índice de Precios al Consumo (IPC) en lo que va del año “se explicó por la suba de combustibles”, señaló el informe que no tuvo en cuenta el aumento de los combustibles de agosto porque al momento de realizar el estudio no estaba disponible el IPC de ese mes.

“De todos modos, se espera que los aumentos efectuados en dicho mes tengan una incidencia adicional de 0,18 p.p. Esto es sin considerar los eventuales efectos indirectos que tiene el aumento de este insumo clave sobre la formación de los precios de otros bienes y servicios, lo cual es más difícil de cuantificar”, añadió.

Perspectivas.

Si solo se tienen en cuenta las variaciones en el precio internacional del petróleo, para el resto del año “no se deberían presentar alteraciones significativas en el precio de los combustibles”, según indicó CPA Ferrere. Es que si bien el mercado del crudo se caracteriza por una alta volatilidad y responde a hechos geopolíticos, “la decisión de aumentar la producción de crudo mes a mes al menos hasta fin de año ha llegado en un momento donde la demanda mundial del insumo se ha vuelto presumiblemente más importante”, explicó.

En este sentido, y “con las fuerzas de oferta y demanda evolucionando en forma conjunta, el precio de los combustibles en Uruguay, aunque con eventuales moderados desvíos, debería finalizar el año en torno al valor actual”, proyectó la consultora.

A partir del mes de agosto los precios de las naftas y el gasoil incorporaron explícitamente el denominado “factor X”, que tiene como objetivo “reconocer y transparentar los sobrecostos de la producción de combustibles en Uruguay”.

El informe de CPA Ferrere hizo alusión a las declaraciones del ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, quien señaló que el objetivo es llevar al “factor X” al mínimo valor dentro de los próximos tres años. “Esto solo ocurriría en tanto se mejore la eficiencia en la producción y distribución de los combustibles”, indicó la consultora.

“Este proceso de adecuación del mercado de los combustibles podría tener impactos no solo en la matriz productiva del sector, sino también en materia institucional, social y de ingresos”, añadió el informe. La mayor parte de ese denominado “factor X” corresponde al subsidio de supergás, por lo que el gobierno buscará modificar el esquema que rige actualmente.

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