Redacción El País
El restaurante Magnum, con dos locales en Punta del Este, uno en Carrasco y otro en Punta Carretas entró voluntariamente en concurso de acreedores, para reorganizar una deuda que ronda los US$ 4 millones, según explicó uno de sus fundadores, Ignacio Salvo.
Junto con la aprobación del Poder Judicial se designó un interventor que “coadministrará los bienes conjuntamente con la deudora, limitándose la legitimación de la concursada para disponer y obligar a la masa del concurso”, convocando a la junta de acreedores para el próximo 20 de noviembre.
Según explicó Salvo a El País, el concurso de acreedores es para “barajar y dar de nuevo”, y buscan “vender parte de la empresa para quedar al día y seguir creciendo” y a futuro lograr la venta del 100% de la firma.
Magnum, que abrió en 2017, en los últimos años invirtió más de US$ 4 millones, pero, según Salvo, para tener el crecimiento deseado se tomaron “buenas y malas decisiones” financieras. De esta forma, explicó que se endeudaron a corto plazo y por “muchos intereses”.
Asimismo, señaló que dentro de los acreedores de la empresa se encuentran bancos, el Estado y préstamos de privados, siendo los dos primeros los más significativos.
Según la información de la Central de Riesgos del Banco Central a marzo del 2023, la deuda con bancos totalizaba casi US$ 1,47 millones, de los cuales la deuda más importante la tienen con los bancos Scotiabank (US$ 555.403,16) y Santander (US$ 518.793,58).
Sin embargo, las calificaciones crediticias en estos bancos son distintas. En el Scotiabank cuentan con una calificación de “2A” (deudores con capacidad de pago adecuada), mientras que en el Santander es “3” (deudores con capacidad de pago comprometida).
En tanto, el resto de las calificaciones con los otros bancos acreedores (República, Itaú, Bandes, BBVA y HSBC) son de “1C” (deudores con capacidad de pago fuerte) y “2B” (deudores con capacidad de pago con problemas potenciales).
Por otra parte, según explicó Salvo, facturaron US$ 10 millones más IVA en 2022, alcanzando un crecimiento de 1.000% en dos años. Este variación positiva se debió a contratos de sponsor y apertura de locales.
Este empuje por crecer se originó ante la intención de vender la empresa, en donde interesados plantearon la necesidad de aumentar la facturación pero, cuando llegaron al objetivo, no concretaron el acuerdo. Sin embargo, el cofundador destacó que aún mantienen conversaciones con Inversionistas. Si bien dijo que aún no está determinado el porcentaje de adquisición de la empresa por el llamado a acreedores, este podría representar entre el 30% y el 40%. Los interesados en el llamado, según Salvo, son grupos de Uruguay, España y fondos de inversión de Estados Unidos y Argentina.
Respecto a los empleos generados afirmó que los locales van a seguir funcionando, tanto en delivery como presencial en el local. Asimismo, señaló que hay una reestructura del negocio en invierno y luego un crecimiento en verano, en donde se va a seguir el “curso normal” del empleo. En este sentido, señaló que en verano son 200 los trabajadores en gastronomía y entre 150 y 200 por evento, mientras que en invierno son 120 los puestos activos en gastronomía.